Por separado, Jedet y Lola Índigo, nuestra querida Mimi, son algo así como dos diosas en lo suyo, y no paran de sumar éxitos en sus respectivas carreras. Hablar de ‘promesas’ no tendría demasiado sentido. Hace mucho que la una y la otra se han convertido en un referente a nivel musical y artístico para miles de personas.
Los suyos son dos de los fenómenos más interesantes en el panorama de la interpretación y la música de los últimos años, pero es que además, ambas tienen locos a sus fans desde que descubrieron la increíble amistad que estas dos estrellas mantienen desde el instituto. Te contamos todos los detalles de esta unión, que “hace la fuerza”, como se suele decir.
En una larga entrevista para Cosmopolitan realizada por Marieta Taibo, Jedet desvela el primer dato interesante de esta unión que no mucha gente conocía. Un pasado de amistad en Granada, donde ambas se echaron el ojo cuando estudiaban. El Instituto Severo Ochoa fue el lugar que las unió y propició el inicio de esta amistad tan especial. De hecho, ya entonces las dos apuntaban maneras. Jedet estudiaba el bachillerato de artes Escénicas, mientras que Mimi optó por meterse a fondo en el de artes.
La prueba del carbono catorce de esta amistad es ese “feeling” que sintieron, el indicio irrefutable de que ambas tenían muchísimo que explorar en la otra, algo que Jedet vuelve a remarcar en la entrevista con inmenso cariño hacia Mimi.
“Hay veces que no nos hemos visto en mucho tiempo y siempre ha sido como si nada cuando nos hemos reencontrado. Recuerdo una ocasión en la que no tenía curro y ella siempre me animaba para que hiciera cosas. Es muy trabajadora y disciplinada y yo una cabra loca”.
Las dos recuerdan con nostalgia y “buena vibra” (Jedet, de nuevo) esa fugaz época de adolescente llena de viajes y momentos especiales. Debió de haber muchos, pero las dos se acuerdan con mucho cariño del crucero en el que viajaron juntas con la pulserita de todo incluido, la visita a Roma o una camiseta de Chuck Bass (uno de los protagonistas de la vieja ‘Gossip Girl’) que Jedet llevó en una de esas inolvidables noches de fiesta.
El camino no ha sido fácil para ninguna de las dos. La fama tiene un gran precio que las bambalinas esconden: talento, esfuerzo, resiliencia y un ir paso a paso, que en ambos casos se cumple a la perfección. Como se deduce de la entrevista y de las palabras que se dedican, las dos artistas deben de haber reflexionado muchas veces sobre su yo de entonces, y queda claro que ambas se apoyaron a muerte en los momentos más complicados de la adolescencia, una época preñada de inseguridades e falta de certezas, que las dos salvaron con la compañía de la otra.
Tal y como se deduce de sus palabras, el hecho de haber sufrido bullying marcó a ambas, y muy probablemente propició una unión todavía más fuerte entre las dos. “Es muy fuerte porque los dos hemos pasado por ello”, argumenta Lola; y Jedet da la réplica mencionando la larga sombra del acoso en su personalidad del presente: “La inseguridad siempre va conmigo. Cada vez que grabo una canción, ¿cómo lo paso, Mimi? ¡Fatal!”.
Por suerte, las dos hablan de su momento vital distanciándose del pasado y valorando positivamente el cambio tan brutal de perspectiva con el que ahora miran las cosas. Mimi solo tiene palabras de agradecimiento y admiración para Jedet. Para ella, es un hecho: su amiga se ha redescubierto a nivel artístico; ha explorado sus grietas interiores y ha vencido esa batalla. Como cuenta Lola, eso le ha servido a mucha otra gente para inspirarse y vivir la vida que quieren.
Como cualquier buena amistad, tanto Lola como Jedet no pierden ocasión de usar el sentido del humor para “picarse” y darse consejos. Jedet cuenta que no soporta que no le conteste las llamadas, y Lola termina por sacar una conclusión. No hay nada que no le guste de su amiga. La admira, la quiere y le aporta siempre algo interesante.
Ojalá que estas dos artistazas sigan muchos años mirándose con la misma admiración con la que nosotros, y el mundo, las contempla.