Parece mentira, pero ya llevamos más de un año hablando de coronavirus. Aunque las primeras semanas no le hicimos mucho caso porque la mayoría nos creíamos que aquel virus que atemorizaba a China jamás podría llegar a España, lo cierto es que estamos a punto de cumplir el primer aniversario del día en el que Pedro Sánchez salió por la tele a decir que tocaba confinarse dos semanitas.
Ahora que ha pasado el tiempo podemos apreciar mejor aquello que hicimos bien y lo que hicimos mal. Está claro que no hemos vencido juntos al virus (todavía), porque si no, no estaríamos hoy como estamos mientras en Wuhan se celebran fiestas y se va volviendo a la normalidad.
Desde mayo de 2020 las mascarillas son obligatorias en España. Hemos tenido tiempo de sobra para acostumbrarnos a usarlas y hasta nos hemos alegrado de lo calentitas que son para el invierno, pero, al parecer, todavía no sabemos usarlas correctamente. Y del uso correcto de las mascarillas puede depender la transmisión del virus.
El profesor Joseph G. Allen, director del programa Healthy Buildings de la Escuela de Salud Pública TH Chan de la Universidad de Harvard, publicó recientemente un artículo en The Washington Post en el que reconocía que las primeras semanas de la pandemia era normal que hubiera dudas, confusión y mal uso de las mascarillas, pero que ahora, varios meses después, ya deberíamos tener todos claro qué mascarilla usar y cómo usarla.
En las primeras semanas toda mascarilla era bienvenida, ante la escasez de producto que había en las tiendas y farmacias, pero ahora, y según el profesor, todo el mundo debería tener claro que la mascarilla recomendable es la de tipo N95, que en España conocemos como FFP2. Es decir, nada de mascarillas higiénicas ni de tela. Ahora que ya hay disponibilidad en tiendas deberíamos usar todos la que más protege.
Por otro lado, Allen recalca la importancia no solo de escoger la mejor mascarilla, sino de usarla correctamente. Y lo primero que debemos hacer cuando nos ponemos una mascarilla es ajustarla de forma adecuada, algo que mucha gente no hace porque siente que respira peor o le molesta. “No sirve de mucho si tu aliento puede escapar por los lados o por la parte superior. La mascarilla debe pasar por encima del puente de la nariz, bajar alrededor de la barbilla y quedar al ras contra las mejillas”, escribió.
Para que puedas comprobar por ti mismo si tu mascarilla está bien colocada, el profesor Joseph G. Allen explica un truco. Una vez puesta y ajustada, recomienda leer un fragmento conocido como ‘pasaje del arcoíris’ en voz alta. Si has podido leerlo sin que se te moviese la mascarilla, es que estaba bien ajustada.
Aquí tienes el texto: "Cuando la luz del sol ilumina a las gotas de lluvia en el aire, estas actúan como un prisma y forman un arco iris. El arco iris es una división de luz blanca dentro de muchos colores bellos. Estos toman la forma de un arco largo redondeado con su paso alto arriba, y sus dos extremos aparentemente están más allá del horizonte. Hay, de acuerdo con la leyenda, un recipiente con oro hirviendo en un extremo. La gente mira, pero nadie nunca lo encuentra. Cuando un hombre busca algo más allá del alcance, sus amigos dicen que el está buscando el recipiente de oro en el extremo del arco iris".
Una vez comprobado que está bien colocada, lo que tienes que tener en cuenta es que no es recomendable usar las mascarillas FFP2 durante más de 12 horas ni reutilizarlas.