La comunicación es fundamental para las relaciones humanas. A través de la interacción con otros, nos construimos. Y eso incluye la interacción virtual. Más aún en estos días de cuarentena, en los que cualquier contacto fuera de las ondas resulta tan complicado y, además, nos aburrimos como ostras. Dime, ¿acaso hay algo más entretenido que pillarte de alguien y cruzar mensajitos todo el día?
La mayoría de las citas (y las apps para ligar) se han quedado en pausa esta cuarentena, pero no por eso lo han hecho las ganas. Cualquier excusa es buena para entrarle a alguien, y la distancia social no va a frenar el anhelo ni las ganas. Incluso para aquellos que se han desinstalado Tinder siguen quedando opciones: los mensajes directos de Instagram, los privados de Twitter o (por qué no) los comentarios de TikTok.
¿Has visto ese vídeo en el que un fotógrafo neoyorquino, Jeremy Cohen, envía mensajes con un dron a una vecina a la que ve en una azotea, hasta que tienen una cita (distancia social mediante)? Seguramente sí. Se hizo viral a finales de marzo, cuando en España ya llevábamos varias semanas confinados y en Estados Unidos los hospitales empezaban a saturarse.
La protagonista de esta historia de amor en TikTok es Tori Cignarella, una chica que, según declaraba a la revista Time “estaba disfrutando de un sábado en el tejado de su apartamento” cuando sintió una pequeña energía que le impulsó “a bailar para una audiencia desconocida”: “Había gente en la dirección en que estaba mirando y simplemente empecé a bailar. Me gusta hacer a la gente reír, y también reírme de mi misma”, añadía la chica, que estaba repitiendo la coreografía de ‘We’re All In This Together’, de ‘High School Musical’.
Desde su apartamento, Cohen la saludó, y ella le respondió con la mano. Él, que dijo sentir “una extraña conexión con ella”, decidió que la cosa no podía quedarse ahí, y pasó a la siguiente fase de su plan. Recordó entonces una conversación con un amigo, en la que este le contó lo mucho que le gustaría pasar su número de teléfono vía dron, y se puso manos a la obra. Ella se sorprendió mucho, pero al final le terminó escribiendo para tener una cita virtual, en mesas separadas, pero por videollamada.
Pero la historia (que, reconozcámoslo, nos ha puesto blandísimos en tiempos de amargura) no acaba ahí. En el TikTok de Cohen podemos seguir los progresos en la relación de estos dos, que han conseguido poner un poquito de luz y calidez estos días de distancia. “Si Tinder y Bumble no están funcionando, intenta hacer volar un dron”, bromeaba Cohen. Y para los que no guardamos uno en el trastero, basta con usar las herramientas que tenemos a mano.
Seguramente, si te preguntan por apps para ligar, no pienses en TikTok. Las primeras serían las que específicamente organizan citas, como Tinder, Bumble o Grindr, y luego Instagram o Twitter. Pero, volviendo al inicio, ya sabemos que basta con intercambiar dos palabras (¡y qué más podemos hacer en esta fase cero, aparte de mirar lascivamente desde detrás de nuestras mascarillas a la hora del paseo!) para interesarte por otra persona.
En el fondo nos da lo mismo que ese cruce de palabras sea vía Instagram, TikTok o dron: nos aferramos a ellos como a un clavo ardiendo. Y si una app tiene chat, hay una posibilidad (ojo, con eso no hablamos de entrar a alguien por el chat de Wallapop, que es bastante cutre y da un poco de miedo). No hay diferencias entre entrarle a alguien por un mensaje en Instagram o uno en esta red social. Lo dicen en la página especializada Dating Scout: aunque no se trata de una app para ligar, hay miembros que han encontrado el amor por aquí. “Con la cantidad correcta de comentarios sugerentes puedes conseguir llamar la atención de otro usuario. Después, puedes mandarle un mensaje directo y ver hacia donde os lleva”, recomiendan.
Muchas parejas de tiktokers famosos surgieron a partir de colaboraciones entre creadores de la misma edad y perfil, que es uno de los formatos favoritos entre los usuarios de la red social.
Ahora, mucho ojo con el catfishing y similares. Según un informe de la empresa de ciberseguridad Tenable, cada vez hay más perfiles falsos en la red social, entre los que se destacan tres tipos: por un lado, los bots sexuales que, con fotos de mujeres desnudas derivan a páginas porno, por otro los que suplantan a tiktokers famosos, y en tercer lugar aquellas cuentas que venden followers y likes en packs. Todas ellas incumplen la normativa de la red social... y aunque parezca obvio, no sabes quién hay al volante. Evita el contacto con estos perfiles tanto como puedas.