Compartir piso es lo más habitual entre estudiantes recién llegados a una nueva ciudad, y también entre muchos trabajadores que no pueden permitirse vivir solos por los precios desorbitados de los alquileres -los sueldos que tampoco ayudan-.
Lo cierto es que son muchas las ventajas de vivir con compañeros de piso: llegar de clase y contarles tus inquietudes de drama queen, pedirles que te acerquen el cargador del móvil cuando has cogido la posición perfecta en el sofá, o ver películas de terror juntos sin temor a que aparezca el villano con sed de sangre…
Pero, como es lógico, la convivencia genera algún roce que otro, generalmente por el reparto de tareas en casa. Y es que, ¿quién no ha encontrado alguna vez una torre de platos sucios en la cocina? o ¿la taza del inodoro con un estampado similar al de un dálmata? Que la vida es maravillosa, no cabe duda, pero cuando se empieza a generar en objetos inertes de tu alrededor no lo es tanto.
Por todo esto, si tu eterna duda es cómo repartir las tareas del hogar, en Yasss te damos las claves para mantener el piso tan limpio y ordenado que en el examen sorpresa, materializado en una visita sorpresa de tus padres, sacaras un sobresaliente.
Sienta a tus compañeros y explícales que tu paciencia tiene un límite, por lo que es necesario hacer una tabla para repartir las tareas del hogar. Para ello tendréis que dividir la casa por habitáculos -excluyendo las habitaciones-: Salón, cocina, baño, pasillo…
A esa tabla añade los días de la semana -el fin de semana lo podéis tomar de descanso- y los nombres de todos los que viváis en el piso, para que todos se involucren en el reparto de tareas.
Una vez llegado a este punto, existen varios métodos prácticos para el reparto de tareas domésticas, acordad el que más os convenga:
Esta tabla la podéis dejar impresa sobre un folio en la nevera, en una pequeña pizarra colgada en la cocina, tatuada en vuestro antebrazo…
Si la elaboración de este horario os supone más esfuerzo mental que la preparación de los exámenes finales cero dramas, aquí van las mejores apps para repartir tareas: Clean House, Cozi Family Organizer, Chorma…
Una vez tengáis acordado el reparto de tareas en el hogar, debéis tener muy claro cuáles son estas.
Está claro que cada uno se hace cargo de su habitación y que las zonas comunes –al perteneceros a todos los compañeros-, es responsabilidad de cada uno de vosotros.
Pero… ¿quién pone el lavavajillas en caso de tenerlo?, ¿quién va a comprar los productos de limpieza? o, ¿quién limpia los ventanales? Os surgirán preguntas de este tipo y sois vosotros quienes os tenéis que poner de acuerdo.
Es el caso del tener lavaplatos, lo mejor sería que cada uno metiera lo que ensucia -previamente enjuagado- y sea el último en utilizar la cocina el que se encargue de activarlo por la noche. Así al día siguiente, a quien le toque la cocina será el afortunado de vaciarlo. Si no tenéis, cada uno tendrá que fregar sus utensilios. Aquí no hay excusas que valgan.
A la hora de hacer comprar común también os lo debéis repartir, y la mejor forma es hacerlo de manera rotativa. Si por casualidad alguno es fan de ir al supermercado con el carrito de la compra pues… ¡adjudicado!
Hay que fijar también si limpiar las diferentes estancias incluye los ventanales de cada una de ellas, o por el contrario os encanta la suciedad de los cristales ya que funcionan a modo cortina. En este caso podéis incluirla en el planillo cada dos o tres semanas, eso depende de vuestro grado de pulcritud.
No olvidéis seguir esta metodología con cualquier otro objeto susceptible de ser limpiado: las fundas del sofá, el horno, los manillares de las puertas -esto ya es de toc, la verdad-, etc.
Así que deja de preguntarte como repartir las tareas domésticas y empieza cuanto antes a elaborar, junto a tus compañeros, una tabla. Muy importante un reparto equitativo de las tareas del hogar, cero estereotipos e ideales estúpidos. Entre todos haréis posible que vuestra casa sea la candidata perfecta para ser portada de la revista de Ikea… ¡Fácil, sencillo y para toda la familia!