Hace unos días, 'Forbes' publicó la lista de los diez youtubers que más dinero habían ganado en 2021: en la primera posición se encontraba MrBeast, todos ellos son estadounidenses, dos son niños y solo hay una chica. Ella es Nastya, que además de ser la única mujer del ranking, es una de los dos menores de edad que se cuelan en él y es la persona más joven del mismo, pues el otro niño, Ryan Kaji tiene diez años. Según la conocida revista, esta youtuber de origen ruso de tan solo siete años es la sexta persona del mundo que más factura gracias a YouTube con unos ingresos de 28 millones de dólares el año pasado.
No es la primera vez que Nastya aparece en esta lista de los mejores pagados en YouTube, pues ya fue incluida en la misma en 2019 y en 2020, pero la gran diferencia con respecto a los años anteriores es que la joven youtuber ha aumentado de un año a otro sus ganancias en más de diez millones de dólares: en 2020 facturó unos 16 millones y en 2021 subió a los 28. Sus ingresos no solo proceden de las reproducciones que acumulan sus vídeos, sino también de los patrocinios publicitarios, pues es un filón para las marcas de juguetes.
Según 'Forbes', este espectacular incremento en sus ingresos de un año a otro se debe a que la joven ha vendido los derechos de sus vídeos antiguos a Spotter, uno de los mayores propietarios independientes de contenido de YouTube actualmente. Además, planea ampliar sus ganancias con la comercialización de una colección de NFT y el lanzamiento de su propia línea de juguetes, que llegará a las tiendas de todo el mundo en la primavera de 2022.
Se estima que la colección sea un éxito, pues tendrá muchos compradores potenciales, ya que roza los 86 millones de suscriptores en su canal en inglés, Like Nastya, a los que hay que sumarles los millones de sus canales secundarios, pues sus vídeos se traducen a siete idiomas. En su canal en español supera, por ejemplo, los 31 millones de suscriptores. En Instagram le siguen casi medio millón de personas y es fácil que sus vídeos en YouTube superen los diez millones de reproducciones en menos de una semana.
Detrás de estas impresionantes cifras, se encuentra una niña llamada Anastasia Radzinskaya que nació en 2014 en la ciudad rusa de Krasnodar, aunque ha vivido durante casi toda su vida en Miami junto a sus padres, Yuri, de 42 años, y Anna, de 38. Fueron ellos los que pusieron en marcha el canal de YouTube de la pequeña, en el que sus seguidores la puede ver haciendo acciones cotidianas como el resto de niños de su edad: en uno decora unos cupcakes por Halloween, en otro juega con su padre, en otro aprende a dormir sola...
Sus padres le contaron a la edición rusa de 'Forbes' en 2019 por qué abrieron un canal de YouTube con su hija como protagonista: lo hicieron como parte de una terapia que le recomendaron los médicos, pues Nastya fue diagnosticada con parálisis cerebral al nacer y los profesionales pensaron que trabajar con una cámara le podría ayudar en su desarrollo, ya que pronosticaron que no podría hablar ni caminar.
"O el tratamiento y nuestro amor ayudaron o los médicos se equivocaron con el diagnóstico", aseguró a 'Forbes' la madre de Nastya, que a los dos años se estaba desarrollando como los niños de su edad y que podía hablar y caminar sin problemas. Con edad edad fue cuando comenzaron a subir sus vídeos a YouTube, en los que la pequeña abría regalos. Los míticos 'unboxings' que sus padres afirman que grabaron "por intuición" y sin darle instrucciones a la niña de cómo debía actuar.
"No fuimos los primeros, pero rápidamente comenzamos a ganar popularidad. Creo que ayudó que Nastya siempre se comportara de forma natural", analiza su padre, que cuenta también a 'Forbes' que un día descubrieron que YouTube podría ser un negocio, pues estaban facturando unos 10.000 dólares al mes. Fue entonces cuando decidieron diversificar el contenido e irse nueve meses a recorrer Asia: allí vieron como sus ingresos crecían rápidamente con el incremento de suscriptores y que niños de otros países, como Indonesia o Malasia, reconocían a Nastya por la calle como "la niña de YouTube".
En ese viaje, la familia descubrió el potencial de los vídeos de Nastya, que eran ya su principal fuente de ingresos y decidieron irse a Estados Unidos a finales de 2017, huyendo así del frío ruso y de las limitaciones para conseguir materiales más dinámicos para sus vídeos, según contaron los Radzinskay a la mencionada revista. Ahora, tanto Yuri como Anna trabajan únicamente grabando vídeos para el canal de su hija y explican que dejarán de subir clips al canal cuando ella ya no quiera trabajar. Cuando sea mayor, a Nastya le gustaría ser empresaria y "quizá también actriz".