Después de muchos meses cerrada, por fin la estación de metro de Banco de España vuelve a ponerse en marcha. Todas las mañanas, muchas personas suben y bajan por las escaleras del metro en hora punta de camino a los trabajos y, algún curioso se ha dado cuenta que hay una pequeña puertecita justo en la boca de metro. Un tuitero se hacían la pregunta: "¿Alguien me explica esto?"
Si miras bien, en el bordillo, detrás justo de la boca de metro frente a los Jardines del Palacio de Buenavista, ahí está la puertecita. Parece que el borde de la puerta esté hecha de caramelo y la madera de la puerta está pintada de color azul clarito. Hemos dado con la respuesta y resulta que esta puertecita... ¡es la puerta por donde viaja el Ratoncito Pérez para recolectar los dientes de los niños (a todo esto, no tenemos confirmación oficial por el Ayuntamiento de Madrid ni nada)!
A raíz de todo esto, muchísima gente decía que en sus ciudades también encontraron una puerta por la que pasaba el Ratoncito Pérez. Este ratón... ¡es todo un viajero!
Luis Coloma fue quien escribió la historia del Ratoncito Pérez a finales del siglo XIX por petición directa de Palacio, cuando por aquel entonces Alfonso XIII tenía 8 años. Cuenta la historia que un ratón vivía con su familia en una caja de galletas, en la confitería Prast (número 8 de la calle del Arenal, en Madrid). No paraba de escaparse de casa porque era un ratoncito muy aventurero y atravesaba la ciudad a través de las cañerías. Iba casa por casa de todos los niños pobres de la ciudad para recolectar sus dientes caídos y cambiarlos por regalos. Un día se llevó al pequeño Alfonso XIII convertido en ratón, en uno de sus viajes por la ciudad, para que conociera la situación tan precaria que sufrían los niños de Madrid.
Luis Coloma, al escribir la historia, decidió que además de ser una historia divertida, también había que darle una lección al futuro rey de España, que saliera de palacio y fuera consciente de la situación que había en Madrid.
Fue en 2003 cuando el Ayuntamiento de Madrid decidió poner una placa en la calle Arenal en memoria de este gran ratoncito, justo en el lugar donde Luis Coloma dijo que vivía el ratoncito Pérez. En la placa podemos ver escrito: "Aquí vivía en una caja de galletas en la confitería Prast Ratón Pérez, según el cuento que el padre Coloma escribió para el Rey niño Alfonso XIII". Podemos decir que el Ratoncito Pérez es el único personaje imaginario que tiene una calle propia en Madrid, ¡vaya honor!