“Un día fui al parque María Luisa con las palomas, me compraron comida para ellas la tiraron por encima, vinieron todas y me dio un jamauco... Desde ese día no puedo ver a los pájaros”. Las declaraciones son de Kiko Rivera en la última temporada de Mi Casa es la Tuya, y aunque sacadas de contexto pueden parecer graciosas, seguro que para él, como para todos los ornitofóbicos, acercarse a un pájaro es bastante dramático.
El miedo a cualquier animal es una fobia muy habitual, pero entre ellos, el pánico a las aves es uno de los más típicos. Quienes los sufren sienten temor ante los pájaros, y sienten ansiedad ante la idea de estar cerca de cualquier ave, lo que condiciona su vida. En Yasss te contamos más sobre este problema.
Este trastorno se caracteriza por sentir un miedo excesivo e irracional ante un ave, aunque este no suponga una amenaza real. Cuando la persona que lo sufre ve o piensa en un pájaro, la persona reacciona con una respuesta fisiológica o cognitiva de ansiedad, que puede llegar a producir ataques de pánico. El pavor se incrementa con el paso del tiempo y lleva a la persona que lo sufre a cambiar su vida, ya que evita todos los lugares en los que puedan aparecer pájaros.
Los meses pasan y el miedo cada vez es mayor, como los sitios a evitar: nunca sabes dónde te puedes encontrar con un ave. Y la respuesta del cuerpo es, como decíamos, mostrar síntomas de ansiedad, que van desde los sudores hasta los mareos, sensación de falta de aire o dolor de cabeza, nauseas… en general, los que tienen ornitofobia lo pasan bastante mal. Además, es un trastorno difícil de explicar para muchos pacientes: los que la sufren cada vez evitan más salir a calle, reduciendo su vida social, aislándose…un círculo vicioso que afecta gravemente a la vida de cualquiera.
Este trastorno se encuadra dentro de las fobias específicas, que se caracterizan por el miedo excesivo o irracional que se prolonga durante más de 6 meses e interfiere de manera significativa en la vida de la persona, provocándole un gran malestar.
El miedo intenso que se siente ante las aves (bien por su presencia o porque se anticipa el estímulo fóbico) va acompañado de síntomas intensos de ansiedad que pueden llegar a desembocar en ataques de pánico. Las crisis llegan de forma brusca y pueden llegar a ser muy agudas: entre los síntomas están las palpitaciones, los temblores y el miedo a morir o a perder el control, además de los que hemos mencionado antes.
Los ornitofóbicos pueden sentir pánico a todos los pájaros, a personas de la misma familia o a una sola especie: mucha gente tiene pánico a las palomas o a otras especies depredadoras, como las águilas o los buitres. Si el miedo se extiende a más animales, hablamos de zoofobia.
Normalmente, las personas con fobias suelen sentir miedo ante los movimientos, sobre todo cuando son rápidos o repentinos.
En algunos casos, el miedo se tiene al daño que estas aves pueden producir, pero en muchos otros lo que se teme es el ridículo en el que puede meterte esa situación. A veces, el paciente se anticipa a la propia ansiedad y lo que se temen son los síntomas que la propia fobia puede provocar.
Según un estudio de Lipsitz y colaboradores, del que se hace eco el portal especializado Psicología y Mente, “alrededor del 90% de las fobias de tipo animal empiezan en la infancia, concretamente antes de los 12 años”. Además, “la mayoría de las fobias se desarrollan a causa de la vivencia de una o más situaciones traumáticas. En el caso de la ornitofobia, eventos como recibir un picotazo de un pato o de un ganso” puede causar esta fobia. En cualquier caso, este trastorno puede aparecer también al observar o escuchar experiencias de otros, sin existir participación directa.
Existe otra teoría, la de Seligman, que afirma que los humanos estamos predispuestos a asociar determinados tipos de estímulos con respuestas fóbicas. En otras palabras, muchos animales han supuesto un peligro para la supervivencia del ser humano, ya sea por la posibilidad de que ataquen o de que transmitan enfermedades.
Para poder superar este trastorno hay que pedir ayuda psicológica: con tratamiento terapéutico, la ornitofobia se puede superar.