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Vocación y expectativas: las carreras más demandadas que abrirán la puerta al futuro laboral

  • Lo mejor es tratar de hermanar la vocación con las expectativas laborales

  • Administración y Dirección de Empresas vuelve a ser la más demandada

Después del bachillerato siempre vienen unos meses extraños y alucinatorios en los que uno se siente un poco perdido. No solo porque hemos pasado un pequeño anticlímax vital estudiando como termitas adictas al redbull para la EBAU. A eso hay que añadir algo de dolor de estómago cuando llega el momento de tomar esa primera decisión importante sobre nuestro futuro. Elegir qué carrera estudiar a veces tiene algo de pesadísima maldición. Confuncio no inventó la confusión, fue el mercado laboral, que no se está quieto.

Hace un tiempo ya te dimos algunas pautas para elegir tu vocación. Tres son los factores importantes: la dificultad de la carrera, tu propio interés y las salidas que tengan estos estudios en el futuro. También no dejarse influir por el listo de turno o la obsesión de tus padres por que no acabes pidiendo limosna y regalando tus sonetos a la salida de un centro comercial en pleno invierno.

Hoy queremos contarte algunos datos interesantes sobre las carreras más demandadas y las profesiones que lo petarán en el futuro.

Los ojitos derechos

Adecco en su informe Infoempleo siempre suelen constatar tendencias que se repiten cada año en las carreras más solicitadas por los estudiantes españoles. Las divide en tres categorías: empleabilidad alta, media y baja. Un dato que podemos mirar para elegir la nuestra es el número de titulados en relación al número de ofertas. Por ejemplo, entre una buena variedad de ingenierías, Informática o Telecomunicaciones arrojan un porcentaje de titulados bajo, por la dificultad de la carrera, frente a un alto número de puestos ofertados. También vale fijarse en la tasa de paro. Ingeniería Electrónica Industrial se sigue manteniendo en el 0%.

Entre las que tienen una oferta algo menor y glosan mayor número de titulados están Medicina o Farmacia. Las humanidades o el Derecho, por ejemplo, pueden hacer feliz a nuestro filósofo interior pero patinan en eso de asegurarnos el futuro: un altísimo número de titulados frente a una escasísima oferta de vacantes.

Si atendemos a los puros datos, a día de hoy las más demandadas pasan, como puedes imaginarte, por Administración y dirección de Empresas, Finanzas, Marketing o Derecho (por encima del 3%). En el ámbito de la salud, Biomedicina, Enfermería, y también Psicología, una especialidad que seguramente tenga un papel fundamental en los años que vienen para paliar las cifras de ansiedad y trastornos mentales derivados del capitalismo depredador. En ciencias, las carreras englobadas dentro de las siglas STEM podrían tener un papel fundamental de cara al mercado laboral futuro. Ciencia, Tecnología, Matemáticas. Los datos apuntan a Biología o Estadística, por ejemplo.

Es tarea de las Humanidades (Filosofía, Filología, C. Audiovisual...) reorientarse para arañar el interés de los estudiantes, y un espacio en un mercado laboral que no espera a nadie.

Lo que viene

El mundo laboral tiene algo de moneda que gira en el aire. Siempre está cambiando de cara, a menudo apunta tímidamente a profesiones que ahora pueden parecer raras avis o tener una presencia residual en los puestos ofertados, pero que en unos años, seguramente, se lo lleven crudo. La revolución digital lo está cambiando todo, y el mundo del trabajo no es ajeno a ese posible vacío de puestos en los que meter un pie. Muchos expertos advierten de esta velocidad imparable en los cambios. Ese momento puede llegar: puestos que no se cubren porque no hay perfiles especializados. El primer paso, por supuesto, es la formación que elijamos.

Con todo, tomar la decisión de qué carrera estudiar nos arroja en un primer vistazo a lo genérico. Dentro de las más demandadas está ADE, pero, por lo general, del grado se sale con un conocimiento mucho más teórico que práctico. Estudiantes enfermos de conocimiento abstracto y más desorientación que certezas. Ya se encargará el mercado de hacer sangre para que la letra entre.

La especialización es la clave

Esa puede ser una primera pista a la hora de elegir qué carrera estudiar, independientemente de si es la más demandada en el año de turno: intuir el mundo que viene y ajustar o reorientar nuestros estudios para ser ese perfil que no necesitará pedir un puesto, porque las empresas vendrán a buscarlo con alhajas y prebendas.

No hay más que hacer una búsqueda superficial en Google para hallar profesiones que, incluso llevándose un buen mordisco de negocio ahora mismo, pueden tener todavía más implantación en unos años. Desarrolladores de software, creadores de contenido viral, profesores adaptados a la enseñanza a distancia, coaches, entrenadores personales, analistas de big data, expertos en ciberseguridad, arquitectos 3D, desarrolladores de wearables, genetistas.

Esto nos lleva a una recomendación de sentido común: la especialización puede y debe conciliarse también con la vocación. Es bueno querer ser médico o tener sueños húmedos con la ingeniería , pero para asegurarnos un asiento en el mercado nos ayudará mucho saber qué tipo de médico queremos ser, o elegir una ingeniería con margen de readaptación al mercado laboral del futuro.