De Miguel Herrán sabemos ya muchas cosas: derrocha simpatía, es carismático y lo avalan catorce millones de seguidores. Tiene futuro en la interpretación (ganó un Goya a actor revelación en 2016) y, como diría Ibai, luce un cuerpo mamadísimo que no tiene nada que envidiar al de una estrella de Hollywood que revienta edificios, hackea redes gubernamentales de lo más complicadas o coge las motos a toda mecha, otra de las aficiones que más deja ver en las redes. Además, nos encanta la química brutal que se gasta con Corberó y su personaje, Tokio, en ‘La casa de papel’. Un romance que habría sido estupendo en la vida real, si ella no anduviera de parranda amorosa con el Chino Darín y Herrán no tuviera sus propios affaires discretos, de los que apenas habla públicamente.
No hay ninguna duda: Herrán tiene solo 24 años, pero ya está en la pomada. Es uno de los actores españoles con más proyección internacional desde que Netflix lo tiene como fijo en sus dos series de audiencias planetarias. Lo hemos visto pasar de interpretar Río, el friki informático, Christian, bestia magnética en la serie 'Élite' que quiere alcanzar la fama, cueste lo que cueste.
Pero lo que también conocemos es su faceta de amante de los bichos, algo que nos encanta. El popularísimo actor de La casa de papel aparece en muchas de las fotografías de su feed de Instagram perfectamente hermanado con sus dos animales preferidos. Dos perros más adorables que una tarta de crema: Coyeh y Gitana
Corría el año 2016 cuando el actor sorprendía a sus seguidores con una noticia de tintes trágicos. Algo inesperado había aparecido cerca de la puerta de su casa, en el barrio madrileño de Chamberí. Un llanto de animal bajo las ruedas de un coche. El actor lo contó así.
"Éste es Coyeh, ayer apareció llorando, lleno de pulgas y sin comer. Ahora acabamos de llegar del veterinario y está sano, comiendo y desde hoy es mi perro. Bienvenido a la familia Coyeh".
Instagram se derritió con la noticia, claro. No hay tanta gente dispuesta a acoger a un cachorro, llevárselo a casa, proveerlo de cuidados y adoptarlo, y eso es lo que hizo el popular actor de las series de moda. Desde entonces, lo hemos visto en muchas fotografías disfrutando de la compañía del animal como una parte indispensable de su día a día. Coyeh nos encanta y su mirada bastaría para derretir el corazón de la institutriz severa de un orfanato.
Es curioso, porque el propio Herrán confesaba su pasado autodestructivo en una entrevista de El País, aunque ya sabemos, porque él mismo lo ha contado en muchas entrevistas, que la interpretación le salvó, le dio un rumbo que seguir.
“Si yo te cuento las cosas que hacía antes no te cuadraría con la persona que soy ahora. Odiaba la vida, odiaba el mundo. Tuve una manera de ser bastante cabrona y de momento tengo miedo de contarlo, porque hice cosas de las que no me siento orgulloso. Me levantaba, me miraba al espejo y no me gustaba ni cómo era, ni lo que hacía, ni cómo trataba a la gente, ni cómo me trataba a mí mismo”.
Y, claro, estas declaraciones contrastan con el amor que le ha dado a Coyeh todo este tiempo. Basta un pequeño safari por el feed del actor para darse cuenta de que Coyeh es una parte importantísima de su vida. Casi siempre aparecen tirados juntos en el sofá, viendo la televisión, o despatarrados en la cama como un matrimonio bien avenido.
El propio Herrán ha dicho varias veces que cuando el día va mal, o se siente desanimado e infeliz, Coyeh es su remedio. El perro tiene madera de mandón, hasta elige los canales de televisión que se ven en la casa. Herrán cae rendido. Todos lo hacemos.
De amor por los animales sigue yendo la cosa para Herrán. El año pasado volvió a hacer un anuncio en Instagram. Un nuevo miembro en su familia perruna para el que había escogido un nombre de lo más achuchable: Gitana.
Desde entonces hemos podido ver cómo la perrita del actor se integraba perfectamente en sus rutinas y se amigaba con Coyeh. Los dos animales ya aparecen con absoluta normalidad en el feed del actor, entre las fotos de rodajes, deportes extremos, galas y glamour. Parece que Herrán sigue teniendo mucho amor que dar. Sus fans esperan que la familia siga creciendo, claro.
De momento nos quedamos atrapados en la mirada 'derritecorazones' de la cachorra Gitana, a la espera de que crezca.