Se trata de un año atípico por la pandemia, pero eso no ha impedido que ya haya una cuenta atrás. A casi un mes de hacer la prueba de Selectividad, los nervios empiezan a aparecer en los alumnos de segundo de Bachillerato. Se calcula, tal como se desprende de los últimos datos del Ministerio de Educación, que 217.000 estudiantes son los que se presentarán a la EVAU, aunque no se ignore que el coronavirus haya dejado unos efectos colaterales que veremos por primera vez en las aulas.
Alumnos de toda España acudirán a las universidades para examinarse y, además de llevar su documento de identidad, un par de bolígrafos y calculadora, se verá como algo normal el uso de guantes, mascarillas, cantidades ingentes de gel hidroalcohólico y mucha separación de por medio. Las clases estarán ocupadas al 30% de su capacidad y no habrá opción para las celebraciones de después. Precisamente la comisión organizadora de la Evaluación para el Acceso a la Universidad se está preparando para que celebrar los exámenes entre el 7 y 9 de julio no sea un riesgo.
En lo que se llega a esa meta y atendiendo al plan de desescalada, la fase 2 en la que se encuentra todo el país (salvo la excepción de la Comunidad de Madrid, Castilla y León, Barcelona y Lleida que están en la 1 y las islas de La Graciosa, La Gomera y El Hierro que ya pasaron a la 3) ha permitido que los estudiantes puedan volver a los centros educativos para retomar de manera presencial sus clases. Estas van dirigidas principalmente a dar un apoyo más estrecho a los alumnos de segundo de Bachillerato de cara a su cita con la EVAU.
Sin embargo, esa vuelta no es de cualquier forma. No es ni mucho menos generalizada y siempre será voluntaria para los estudiantes, lo que hace que se siga manteniendo la formación online tal como se ha llevado a lo largo de estos más de dos meses. El miedo al contagio sigue ahí y muchos centros no son partidarios de que los alumnos corran más riesgos de los necesarios.
Alejandro Fernández tiene 18 años y está ahora en plenos exámenes de evaluación antes de pasar a la prueba definitiva de la EVAU. Hasta la fecha y durante varios meses todas sus clases y controles han sido online. Su centro, el colegio de Las Rosas de Madrid sigue cerrado al continuar la comunidad en la Fase 1, pero no tiene previsto su apertura aunque se cambie el nivel en la desescalada. "Estamos haciendo los exámenes globales online, así hemos dado todas las clases y dudo que vayamos a ir de manera presencial para preparar la Selectividad. Todo nos va a tocar en casa", nos explica este estudiante.
Esa decisión la comparten muchos centros. Cada lugar tiene su propia receta para el regreso a las aulas, pero todos tienen muy presente que las medidas de seguridad e higiene, así como la limitación de los alumnos no pueden pasarse por alto. Cristian Olivé, profesor de Literatura en el colegio Joan Pelegrí de Sants (Barcelona) también nos confirma que su centro apostará por la formación online exclusiva y que no abrirá sus puertas: "Es demasiado arriesgado hacer venir a los chicos a clase cuando no disponemos de recursos ni de personal de refuerzo. Además tenemos muchos docentes en edad de riesgo y no hay alternativa".
Las primeras comunidades que dieron pie a que se pudiese retomar el ritmo normal en las aulas fueron Galicia, el País Vasco o La Rioja, a las que se han ido sumando otras en función de los pasos de la desescalada, pero en líneas generales la afluencia no ha sido alta, (algún centro incluso no ha recibido ni un solo estudiante). El temor a las aglomeraciones y a posibles infecciones por COVID-19 están muy presentes. A eso hay que añadirle un problema que afectaría especialmente a los alumnos que se tienen que examinar de la EVAU y que podría dejarles fuera.
Solo un pequeño foco de contagio al reunirse de nuevo en las clases podría terminar para ellos en una cuarentena forzosa. Eso significaría que si está muy cerca la fecha de los exámenes, probablemente estos no pudieran presentarse y entonces, ¿qué pasaría? ¿Su convocatoria ya se daría por terminada? ¿Tendrían alguna otra alternativa?
Si algo nos ha dejado claro la pandemia es que hay que adaptarse a marchas forzadas y que hay que ir más allá ante posibles adversidades. Por eso, aunque no tiene por qué pasar si se cumplen las medidas de seguridad, la Comisión de Organización de la EVAU tiene un plan por si un alumno se ve contagiado u obligado a hacer una cuarentena por un allegado que haya dado positivo en COVID-19 a escasas semanas de hacer su prueba de Selectividad. No se va a dejar esa cuestión en el aire.
En todos los casos, los estudiantes tienen que estar matriculados en la EVAU, pero si se diese esa mala situación de un posible contagio o contacto con una persona contagiada, la vicerrectora de Estudiantes de la Universidad Complutense de Madrid y miembro de la Comisión Organizadora de la EVAU, Rosa Mª de la Fuente ha explicado a Yasss que hay que sujetarse al protocolo establecido: "Si los estudiantes pudieran tener síntomas de la enfermedad y no pudieran realizar la EVAU en la fecha tendrían que informar a su centro de referencia para hacer el examen en la convocatoria extraordinaria", indica y además añade que para la asignación de la plaza "se tendrá en cuenta su nota para el reparto de la plaza ordinaria".
Este punto lo han tenido en cuenta, pero entienden que la decisión de volver a las aulas no es una competencia de las universidades y que desde su punto de vista cuenta con aspectos muy positivos para los alumnos. "Por un lado les sirve para reforzarse un poco emocionalmente y por otro les servirá para practicar los exámenes", señala Rosa.
A eso habría que añadir que las mismas fases de la desescalada son las que están marcando el ritmo de las reuniones sociales y eso conduce a que cada vez esté más presente la actividad presencial para todos y que "en el mes de julio que se celebre la EVAU todavía las salidas y contacto serán muchos más habituales y flexibles", señala Rosa. Una razón que no deja solo en el punto de mira a los centros educativos o en el foco de miedo por posibles contagios. "Ahora hay que prestar atención a todas las salidas y entender que estas están sujetas a las normas de distanciamiento social y de llevar mascarillas que nos han marcado", puntualiza Rosa Mª de la Fuente.
No obstante, desde la Comisión de Organización de la EVAU han aprobado varios protocolos generales para evitar riesgos ante las aglomeraciones que luego cada universidad y hasta centros educativos podrán ir adaptando a su contexto con la ayuda de los Comités de Prevención de Riesgos Laborales.
Desde la Universidad Complutente de Madrid, se han inspirado en las 'Medidas de prevención e higiene frente a la COVID-19 para la realización de Evaluación del Bachillerato para el Acceso a la Universidad 2020', de los ministerios de Sanidad y Educación. Con ese punto de partida han establecido unas recomendaciones básicas de cara al acceso, como ya planteó la Universidad de Oviedo en las universidades y centros organizadores.
Esto implica desde la gestión de los accesos para evitar aglomeraciones, que se facilitará a través de varias entradas, elaborar señalizaciones e intentar dejar toda la información clara en las webs y redes sociales como medidas preventivas de organizacón.
En las aulas (el aforo máximo deberá calcularse sobre el 30%) se tendrán que escalonar los llamamientos y las salidas para evitar concentraciones, así como garantizar las distancias en los exámenes entre mesas o bancos y hacer una continua ventilación y limpieza en las aulas.
Intensificar la higiene de los espacios del centro. Desde soluciones hidroalcohólicas en todos los espacios hasta contar en los aseos con jabón, toallas desechables y papelera de pedal.
Uso obligatorio de mascarilla y mantenimiento de la distancia física de dos metros en caso de no usarla. Sin olvidar que no se permitirá el acceso a la sede ni la participación en las pruebas a las personas que tengan fiebre y síntomas compatibles con infección respiratoria, o sean contactos de un posible caso, bien sean candidatos, personal del tribunal, docentes, personal de seguridad y de limpieza.
Siguiendo ese protocolo y cumpliendo con la distancia social se puede garantizar la enseñanza presencial que es lo que algunos alumnos están deseando en estos momentos previos a la EVAU. Jorge Hernández Serrano de 18 años es uno de ellos. Sus clases en el instituto Clara Campoamor de Móstoles (Madrid) todavía no se han reanudado a la espera de entrar en la Fase 2, pero los profesores ya les han dicho que les gustaría que volvieran a las clases. Él tiene claro que eso es lo mejor y mantendrá todas las precauciones como cuando sale de casa. Fuera también se puede contagiar y a él le supone mucha ayuda el volver, aunque sean solo dos semanas.
"En casa me cuesta más concentrarme y a veces los profesores tardan más en corregir, aunque sea normal porque somos muchos alumnos y los medios son limitados", confiesa Jorge que cuenta ya los días para volver a sentarse en su mesa, aunque sea todo rodeado de seguridades. Él lo tiene claro: "hay que cuidarse" y, aunque ningún momento es bueno para contagiarse, que no le pille especialmente este, previo a sus exámenes.