De su alto coste a la falta de fuerza física: una nutricionista desmonta 10 mitos de la alimentación vegana

Cada vez son más personas las que se pasan a la alimentación vegana o vegetariana por diferentes motivos: salud, medio ambiente, empatía animal… Se trata de una decisión de cada uno que se debe respetar. Pero, ¿sabes en qué se diferencian un vegano y un vegetariano? Nosotros te resolvemos la duda: los vegetarianos incluyen productos de origen animal (leche, queso, yogures, huevos, etc.) en su dieta mientras que los veganos no consumen ningún derivado animal.

Si estás pensando en seguir una dieta vegetariana o vegana, primero deberías informarte bien de sus características y después, acudir a un profesional nutricionista que pueda guiarte para que obtengas todos los nutrientes necesarios para tu cuerpo de manera equilibrada. Ser vegetariano tiene muchos beneficios para la salud siempre que se consuman productos frescos.

Si ya eres vegetariano o vegano, seguro que estás harto de escuchar una y otra vez las mismas quejas sobre este tipo de dietas. Y estás de suerte porque en Yasss hemos hablado con una experta en nutrición para desmontar los 10 típicos mitos más comentados. ¡Di adiós a las discusiones con tu familia y amigos sobre ser vegetariano o vegano!

Carolina Ortiz Martín está especializada en tratamiento clínico y nutricional del sobrepeso y de la obesidad, en nutrición clínica hospitalaria y en dietas vegetarianas y veganas. Además, Carolina es deportista y practica la dieta vegana desde hace tiempo, por lo que nos ha desmentido todos estos mitos del veganismo y nos da las claves para saber qué responder a aquellos que discutan contigo por tu tipo de dieta. ¡Comenzamos!

Comer vegano es caro y complicado

"Es completamente falso: depende en lo que basemos nuestra alimentación diaria", dice Carolina. La explicación la encontramos en que no es lo mismo comer ultraprocesados para veganos como pueda ser una hamburguesa vegetal que basar la dieta en las legumbres, uno de los alimentos "más versátiles y baratos donde hay desde lentejas y garbanzos hasta derivados como la soja texturizada o la pasta de lenteja roja". Otras alternativas son la fruta y la verdura fresca de temporada.

Entonces, ¿por qué escuchamos tanto este mito? "Se dice que es caro porque si buscas un producto fresco fuera de temporada es más caro si quieres consumirlo", asegura Carolina. Y con ayuda de un profesional para organizar los menús y las compras es fácil: "No es caro ni complicado si se reorganizan los hábitos alimentarios".

Son platos difíciles de elaborar

Un plato de toda la vida son las lentejas, nada difíciles de hacer: "Las haces jardineras, que llevan verduras en vez de chorizo y jamón", afirma Carolina. Solo hay que estar atentos a platos de siempre que no lleven carne, como puede ser una ensalada, sopas, paellas, platos de pasta, revueltos o platos vegetales, como unas verduras a la plancha.

De hecho, Carolina asegura que los platos vegetarianos suelen ser mucho más fáciles que las recetas convencionales porque "cada proteína animal tiene su tiempo de cocción". Lo más complicado pueden ser las legumbres, pero con una olla exprés se soluciona fácil.

El tofu no sabe a nada

El tofu es un alimento propio de la cocina oriental prensado en forma de pasta blanquecina y elaborado con soja triturada mezclada con agua y un coagulante. Por tanto, el tofu debería de sabernos a soja. Carolina tiene clara la respuesta para este mito: "La población actual tiene los umbrales de los sabores salado y dulce en las papilas gustativas muy altos. Esto provoca que nos parezca que el tofu no sabe a nada, pero no es así".

Esto ocurre porque el tofu es una proteína que no tiene ningún aditivo aparte. La solución frente aquellos que afirman que no les sabe a nada es "cocinarlo con algún tipo de aceite de oliva que tenga alguna esencia como la trufa o con condimentos para añadirle sabor". Para Carolina el principal problema con el tofu no es su sabor, sino que se trata de un alimento que muchos no saben cómo cocinarlo. "Lo como asiduamente y hay muchas formas de hacer que un alimento que no tiene un sabor muy palatable sea sabroso", afirma Carolina.

Se hace por moda y se pasa rápido

Si en la comida familiar te sueltan una de estas, entramos en terreno pantanoso donde cada uno tendrá sus ideas. "Hay de todo, pero diría que casi el 98% de los veganos no lo hacemos por eso", asegura Carolina. Y es que la gran muchas personas que se plantean llevar a cabo una dieta vegana por una de estas tres premisas:

La carne es indispensable: si dejas de comer pierdes capacidades intelectuales

Desde la propia OMS (Organización Mundial de la Salud) se recomienda disminuir el uso de la carne no solo por sostenibilidad, sino también porque hay muchas patologías cardiovasculares, de obesidad, de síndrome metabólico, de problemas renales, etc., derivadas de la alimentación de la sociedad actual por el uso excesivo de la carne. De hecho, en la Edad Media eran los reyes quienes morían de estas enfermedades o de gota por la excesiva ingestión de carne, producto de ricos en aquel entonces.

La base de la alimentación está en que "el cuerpo necesita un tipo de componentes y nutrientes para estar sano y funcionar, además de unos hábitos de vida saludable como el descanso o hacer ejercicio", asegura Carolina. Y los nutrientes como las proteínas podemos encontrarlos no solo en el reino animal, sino también en el vegetal. Por lo que si optas por una dieta vegana, debes consultar a un especialista para que te recomiende cómo obtener esos nutrientes para que a tu cuerpo no le falte de nada (siempre que no haya patologías previas). Así que con la carne pasa como con los lácteos: si te gusta tomarlos y no tienes ninguna intolerancia, perfecto. Si no, hay otros elementos en la naturaleza para suplir esos nutrientes como el calcio o la proteína.

Las personas veganas no pueden hacer ejercicio o tienen menos fuerza física

Como te hemos dicho en el anterior mito, todo lo que necesita tu cuerpo son los componentes y micronutrientes necesarios para funcionar, por lo que si llevas una dieta equilibrada y variada en este aspecto, aunque sea vegana o vegetariana, el cuerpo va a funcionar perfectamente.

Carolina basa su alimentación en veganismo completo y es muy deportista, le encanta hacer ejercicio a diario: "Es totalmente falso, siempre que tu cuerpo tenga los nutrientes que necesita el rendimiento va a ser óptimo". El principal problema está en aquellos que no adecuan su dieta a la actividad física que vayan a realizar, ya que hay deportistas de élite vegetarianos y veganos como el tenista Novak Djokovic, la atleta olímpica Morgan Mitchell o el corredor de Fórmula 1 Lewis Hamilton.

Las dietas vegetarianas hacen que las personas se enfermen con mayor frecuencia

Se trata de un mito bastante infundado según Carolina: "Un vegetariano o vegano toma una alimentación, por lo general, basada en verduras, frutas y alimentos que además de tener nutrientes llevan vitaminas, minerales y antioxidantes". Esto quiere decir que realmente una persona que siga una dieta de esta índole tendrá un buen sistema inmunológico, sin embargo, Carolina asegura: "Si te vas a poner malo da igual qué nutrientes estés comiendo, que vas a enfermar. Por esa comparación también podríamos decir que una persona que base su dieta únicamente en procesados y ultraprocesados tendrá más probabilidad de enfermar".

Además, hay que tener en cuenta que como en todo, también influyen bastante nuestros genes y depende de cada persona, no solo de la alimentación. "Soy de las que piensa que cualquier tipo de dieta debe seguirse con una supervisión médica de un especialista y si no se sigue es cuando hay riesgo real de enfermar", afirma Carolina.

Las dietas veganas aportan poco calcio

El calcio no deja de ser un mineral y con una alimentación mediterránea en la que se toman muchos lácteos se puede obtener fácilmente para los huesos, pero no es la única manera. "En el sector de la salud también hay profesionales que recriminan esto, pero el calcio puede encontrarse en las almendras, la soja, el tofu, las legumbres, las espinacas…", dice Carolina.

También hay muchos derivados de la industria alimentaria que van enriquecidos en calcio para suplir el de los lácteos, como las bebidas vegetales. Además, Carolina nos recuerda que hay gente intolerante a los lácteos que no puede tomarlos y no por ello les falta calcio, ya que lo obtienen a través de otros alimentos.

Un vegano no ingiere las proteínas necesarias

Las legumbres no solo aportan hidratos de carbono, sino que también son una fuente de proteína e incluso algunas con todo el aminograma completo, es decir, el desglose de la proporción y cantidad de aminoácidos que contiene una proteína, al igual que otros productos de origen animal como el huevo. "Una alimentación variada en legumbres y frutos secos puede suplir las proteínas necesarias que nos daría la carne", advierte Carolina.

Los veganos no engordan

Hace 20 años el sector vegetariano y vegano no estaba en auge como ahora y no había alimentos de la industria dirigidos a este segmento de la población, por lo que esas personas basaban su alimentación en verduras, frutas y legumbres frescas. No es que los veganos no engorden, es que si una persona se alimenta solo de productos frescos y no de procesados y ultraprocesados se está quitando de encima el azúcar, la sal y los aceites refinados, todos muy perjudiciales para la salud y principales causantes de la obesidad.

Sin embargo, a día de hoy existen procesados para los vegetarianos que incluyen aditivos y azúcares como los procesados cárnicos, haciendo posible que los veganos puedan engordar al tener productos menos saludables. "Los ultraprocesados vegetales son muchas veces peores que los cárnicos porque se intenta hacer un producto que se parezca al que va a suplir, añadiendo más azúcares y aceites refinados", asegura Carolina. También nos ha confesado que debemos quitarnos por esto mismo esa idea de que "comer vegetales es más sano" porque si son procesados, no lo son.