Los estilos de depilación, como los pantalones de campana o las botas cowboy, también son modas. En el caso del pubis, la integral parece estar relacionada con el auge del porno, pero ya en Egipto retiraban el vello con navajas de sílex y cremas depilatorias.

En Roma encargaban a los esclavos las depilaciones con piedras pómez, y en el siglo XX la moda fue llevar la zona cargada de pelo hasta la década de los 80. A partir de ahí, las tendencias han ido reduciendo la cantidad de vello recomendada en el pubis, hasta que hace apenas una década ganó peso la depilación integral. Una moda que parece desaparecer poco a poco, pero de la que han participado muchas personas. En particular, destacan los estudios, las más jóvenes, aunque cada vez más hombres se suman a esta tendencia.

Es el caso de Andrea (24 años), que se depila con cera la zona desde que cumplió los 14 años. La regla, nos cuenta, le había bajado por primera vez apenas un par de meses antes. “Me empecé a depilar porque tuve mi primer novio a los 14”, explica. “Aunque no nos acostamos hasta un año después, a mí me daba vergüenza que metiese la mano y notase pelo”. Andrea añade que, después de tanto tiempo, se siente “mal” si piensa en dejar crecer el vello púbico. Cuando le preguntamos si ha tenido problemas derivados de la depilación desde entonces, enumera algunas irritaciones, pelos enquistados o incluso quemaduras, pero no le da importancia: “Es lo normal, me ha pasado muchas veces”.

La depilación púbica conlleva más riesgos que en otras zonas, aseguran los expertos. No solo por el evidente cuidado que hay que tener con la zona genital, sino porque el pelo de las ingles es más curvo que en otras áreas corporales, lo que dificulta su extracción. Una vez se retiran por primera vez, deben romper la piel para crecer con normalidad, y si no lo consiguen fácilmente (en el caso de pieles resecas o gruesas, por ejemplo), se abre paso dentro de la dermis. ¿Qué implicaciones tiene esto? Pelos enquistados e infecciones habituales, en el mejor de los casos, que se dan con casi todos los métodos de depilación y en casi todas las tendencias.

La depilación es una cuestión de gustos, desde luego, pero no hay que olvidar que todos nos vemos sometidos a presiones culturales. Según un estudio reciente (‘Hábitos y motivaciones de la depilación púbica’, de JAMA Dermatology, analizado y publicado en Estados Unidos, aunque los datos parecen ser extrapolables a España, según explican los responsables de algunos centros de depilación), la mayoría de las mujeres de ese país se depilan el pubis. De las más de 3.300 encuestadas, el 83% aseguraba retirar el vello de la zona genital, y el 55% antes de los encuentros sexuales.

La mayor parte de la muestra (el 60%) lo atribuía a razones de higiene, según se hace eco Europa Press (EP), el 45% aseguraron que era parte de su rutina y el 30% reconoció ver sus genitales más atractivos así. El 30% restante reconocía que la depilación era una preferencia de su pareja. El estudio también mostraba que la probabilidad de depilarse era mayor cuanto menor era la edad, más altos los niveles de estudios y si se trataba de personas blancas. Cifras altísimas, en cualquier caso, si tenemos en cuenta que prácticamente todos los métodos depilatorios favorecen la aparición de vello enquistado, cortes e infecciones.

Los afeitados con cuchilla, la cera, el hilo o las depiladoras eléctricas son un peligro para la piel. En el caso de los métodos que retiran el vello de raíz, puede ocurrir lo que mencionábamos antes, que el pelo crezca mal y se abra paso dentro de la dermis. Un peligro que también puede darse cuando cortamos el vello a ras de piel: puede quedarse con forma afilada, darse la vuelta y clavarse en la piel, penetrando en ella. Además, el primer pelo enquistado ya es una señal de que se es propenso; puede volver a abrirse muchísimas veces. El único método que parece no dar pie a estos problemas de salud es la depilación láser, aunque se trata de un sistema de retirada permanente y sus precios no están al alcance de todos los bolsillos.

¿Cómo evitar estos problemas de la piel? La primera recomendación sería no depilarse (al margen de las patologías, el vello púbico protege los genitales de agentes externos, bacterias e infecciones, también durante el sexo), al menos durante unas semanas si surge algún pelo enquistado o infección, y acudir al dermatólogo o a la farmacia para consultar tu caso. Con el tratamiento adecuado, quizás evites pasar por quirófano, exponiendo tu quiste a un bisturí, que es lo que ocurre en los casos más severos. Para evitarlo, lo mejor es mantener la piel limpia, hidratada y exfoliada, así como evitar la ropa ajustada y las carreras muy continuadas, que irritan la piel.