Cuando vamos a tener nuestro primer encuentro sexual cientos de dudas se nos vienen constantemente a la mente, una de ellas y posiblemente la más sencilla de responder tiene que ver con nuestro vello corporal: "¿Me depilo o no?" Pues bien, si es fácil dar con la respuesta a esta pregunta es porque no existe.

Pues bien, como en cualquier otro ámbito de nuestra vida, existen gustos de todo tipo: desde las personas que prefieren ir depiladas por completo hasta las que llevan meses o años sin afeitarse el vello corporal y están más cómodos así. Es por eso que con respecto a este tema, al igual que ocurre con muchos otros, no hay una verdad absoluta, pero sí un patrón que se repite más que otro.

Es por esto que JOYclub, una comunidad especializada en la libertad sexual, ha realizado una encuesta a todos sus miembros sobre la depilación genital y el resultado es bastante claro y contundente: hasta el 91% de las personas encuestadas afirman afeitarse de manera habitual el área genital. Este dato es muy similar al de las personas que se depilan las axilas, un 87% de los encuestados se las depila de manera regular. Los datos con respecto a las piernas de las mujeres son muy similares a los de las axilas: el 85% de ellas afirman que se las afeitan a diario.

De todas las personas que han participado en esta encuesta, solo el 3% afirman que prefieren el crecimiento del vello natural a lo largo del cuerpo. Además, este porcentaje está principalmente compuesto por hombres y la gente más joven.

Está claro que la sociedad va cambiando y que en muchos aspectos no somos iguales que la generación de nuestros padres. Pues bien, con el tema de la depilación pasa justamente eso. Los datos no mienten, y es que un 73% de las mujeres encuestadas con edades comprendidas entre los 46 y los 55 años afirman que se depilan completamente. Sin embargo, solo el 57% de las jóvenes de entre 18 y 25 años comparten esta afirmación.

Con los hombres ocurre exactamente lo mismo, hasta un 70% de ellos en torno a los 50 años se afeitan por completo, mientras que de los que tienen unos 20 años solo lo hacen el 60%. Por tanto, con esto queda claro que la depilación está dejando de ser una obligatoriedad en nuestra sociedad para pasar a ser una opción, la cual puedes elegir o no.

Y en este caso, si hablamos de obligatoriedad nos referimos a las mujeres. Nuestro vello corporal, siempre se ha visto como algo sucio que había que depilar. Por alguna razón, esto no pasaba con el de los hombres, que para ellos lo de depilarse siempre ha sido opcional. Pero no solo esto, si nos centramos en el vello púbico la presión es todavía mayor, ya que solamente el 5% de los hombres mayores encuentran sexy el vello púbico femenino. En el caso de los jóvenes, la cifra sigue siendo muy baja, aunque asciende hasta al 14%. No obstante, esto no puede determinar la decisión que tomemos nosotras sobre si depilarnos o no, quienes tenemos que vernos sexys somos nosotras y punto.

¿Por qué nos depilamos? Pues en este caso es la estética el factor más determinante. No obstante, un 42% de los hombres encuestados afirman que se depilan para complacer a su pareja. Únicamente un 26% de los hombres afirman que son sus parejas las que les obligan a depilarse.

El dato de los encuestados que prefieren el afeitado completo en sus zonas íntimas es muy sorprendente, hasta el 76% de ellos eligen lo que se conoce como el 'Hollywood Cut'. Por otra parte, las ingles brasileñas solamente acaparan el interés del 7% de los encuestados.

En el caso de las mujeres, sus peticiones hacia el vello de los hombres están más igualadas: un 47% de las mujeres prefieren que el vello púbico de sus parejas esté recortado, mientras que el 45% prefiere que esté completamente depilado. En el caso de los hombres, la mitad prefieren que el vello púbico de las mujeres esté completamente depilado y sólo un tercio aprecia que esté recortado.

Y es que, los datos son tan variados que no hay una respuesta unánime o válida a si es mejor o no depilarse. Al final lo importante es convertir esto en una opción y no en una obligación.