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Tres recetas de pizza deliciosas para desterrar la harina de trigo de una vez por todas

  • Hay muchas formas de hacer pizza sin harina de trigo, y muchas razones para hacerlo, como la celiaquía.

  • Al menos medio millón de personas son intolerantes al gluten en España.

¿Te encanta la pizza pero no te llevas muy bien con el gluten? Tranquilo, no eres el único. Según la Federación de Asociaciones de Celíacos en España, al menos un 1% de la población tiene intolerancia al gluten, un trastorno digestivo que, advierten, está infradiagnosticado. El Consejo General de Colegios Oficiales de Dietistas-Nutricionistas asegura hasta un 75% de las personas que sufren esta enfermedad autoinmune no están diagnosticadas.

Unos 500.000 españoles son celiacos y otros tantos deciden suprimir el gluten de su dieta por cuenta propia. El problema, advierten los expertos, es que al hacerlo se pierde innecesariamente una fuente de fibra e hidratos de carbono; antes de retirar el gluten de la dieta, es conveniente consultarlo con un especialista.

¿Quieres comer pizza, pero no puedes hacer la receta tradicional? Bien sea porque tú o alguien de tu entorno cercano es celiaco o tiene alergia al trigo, bien porque estás tratando de evitar la harina de trigo, hay decenas de fórmulas que puedes probar en casa. Bases de coliflor, de quinoa, de batata… hay tantas opciones como ingredientes en un supermercado. En Yasss te traemos tres alternativas.

Garbanzos

Para hacer esta masa, necesitas garbanzos hechos, pero que estén secos. Esta legumbre es un alimento muy sano y equilibrado, fuente de proteína vegetal y fibra, rico en vitaminas. Con un paquetito te bastará. Una vez los tengas, tritúralos en la batidora y después tamízalos, dejando una especie de harina que te servirá como sustitutivo de la de trigo en la base de tu pizza. Quizás tengas que repetir este proceso varias veces.

Después, añade a la harina de garbanzos sal, harina de arroz, media cucharada de levadura, almendra y ajo en polvo. Una vez lo tengas todo integrado, añádele aceite, un chorrito de limón y agua. Quedará una especie de papilla que no debería ser muy líquida (si lo fuese, añade más harina). Déjala reposar diez minutos antes de darle forma.

Quinoa

La quinoa es uno de esos superalimentos que no pueden faltar en la despensa de todo ‘real fooder’: tiene más proteína que cualquier cereal, aguanta muchísimo después de cocerse y es muy rica en fibra y minerales. Para hacer una base de pizza con ella, necesitarás unos 30 mililitros de agua, sal, levadura en polvo, aceite de oliva virgen y unos 100 gramos de quinoa.

El primer paso es limpiar la quinoa dejándola reposar en un bol con agua, para que se hidrate; una vez pasen un par de horas, tritúrala junto al agua, la sal y las especias que tú quieras añadir. Cuando la textura sea uniforme, dale forma a tu pizza. Añádale después el aceite de oliva con un pincel y déjala hornear a 180 grados durante unos diez minutos, antes de añadir el resto de los ingredientes.

Coliflor

Apunta: para hacer esta pizza necesitarás una coliflor, lino molido, huevos, pimienta negra, sal y ajo en polvo. Coge el ramillete de coliflor más bonito de la frutería y córtalo hasta quedarte con unos 200 gramos, que tendrás que lavar y triturar. La textura que te debería quedar es granulada, como el cuscús. Una vez lo tengas, ponlo en un bol y añade el resto de los ingredientes hasta que te quede una masa más o menos homogénea, húmeda y manejable a la que le puedas dar forma de pizza. El resto es hornearlo hasta que se dore, antes de echar el queso o los toppings que más te apetezcan.