Si eres primerizo en el mundillo de la cocina y vives fuera de casa de tus padres, seguro que estás teniendo más de un problema de novato, como por ejemplo hacerte unos huevos fritos sin causarte quemaduras de primer grado… Y es que hacer este plato no es tan sencillo como parece. Puede ser un festival de fuegos artificiales disparando aceite por todas partes. Por lo que si estás en esa situación o, aunque llevas tiempo, no consigues que el aceite se quede en su sitio, ya no tienes de qué preocuparte. En Yasss te revelamos un truco infalible para que no te salte el aceite.

El invento es tan sencillo como no echar un huevo recién sacado de la nevera a la sartén con el aceite muy caliente. Sí, has leído bien, no tiene más misterio que ese. Además, por si quieres librarte de absolutamente cualquier peligro, algo que también puedes hacer es echarle una pizca de harina al aceite ya caliente antes de echar el huevo. Esta es la manera más eficaz y sencilla para que en el momento de echar el huevo a la sartén no pringues toda tu cocina.

Una última recomendación sobre este "temita de los huevos", si ya ni te acuerdas del tiempo que los tienes en la nevera esta es la mejor manera de comprobar si siguen siendo o no comestibles. Otro consejito extra: echa agua en un vaso o una taza e introduce el huevo antes de cocinarlo. Si el huevo flota ya estás tardando en tirarlo a la basura porque está malo, pero si se queda en el fondo estará bueno y te lo podrás comer sin ningún problema.

Cuando nos independizamos es cuando nos arrepentimos de no haber pasado más horas metidos en las cocinas de nuestros padres o abuelos. Nos surgen todo tipo de dudas y las videollamadas con las madres para que nos indiquen los tiempos o ingredientes que necesitamos para elaborar un plato se convierten en el pan nuestro de cada día.

Es por eso que en Yasss, que estamos en modo 'cociniYasss' queremos daros algunos consejos o recomendaciones para que esta aventura culinaria os resulte un poco más sencilla:

1. El ajo picado se quema muy rápido

Si queréis hacer un sofrito o una base para cualquier otro plato es muy importante que no pongáis primero el ajo picado porque se os acabará quemando y el resto de ingredientes no se habrán hecho todavía. Por tanto, poned primero la cebolla, puerro, zanahorias, pimientos… lo que necesitéis para vuestro plato y el ajo siempre al final.

2. Los congelados fuera para que la comida no salga con extra de agua

Este 'tip' puede parecer una tontería, pero muchas veces cuando compramos verduras congeladas, de estas que ya van cortaditas, las echamos directamente a la sartén sin descongelarlas previamente. Cuando hacemos esto, las verduras sueltan el agua interior que se había congelado y puede que nuestro salteado se quede 'pasado por agua'.

3. Cebolla en la nevera y con agua para que no nos haga llorar

No es porque tengamos los ojos sensibles o porque nos emociones con todo. Es casi imposible no llorar cuando cortamos una cebolla, pero ¡una alegría! Podemos minimizar ese efecto. Si ponemos la cebolla dentro de la nevera durante una hora antes de cortarla y luego la pelamos bajo el grifo es mucho más complicado que este pequeño monstruo consiga hacernos llorar.

4. Calentar la sartén y añadir un puñado de sal para que no se pegue la comida

Para evitar toda la movida que supone que se nos pegue la comida a la sartén, lo primero que debemos hacer es calentarla bastante. Cuando esté caliente, tenemos que echarle un puñado de sal y esperar a que oscurezca, luego, se quita y limpiamos la superficie con un pañito. Después de este proceso ya podremos cocinar sin problema.

5. Una bola de miga de pan, absorbe el exceso de vinagre

Si estamos por ejemplo preparando una ensalada y se nos va la mano con el vinagre, no os preocupes, solucionarlo es superfácil. Cuando pase esto, lo que hay que hacer es el truco de la bola con miga de pan. ¡Infalible! Esto colocado entre los ingredientes absorberá el exceso de vinagre. Para rematarlo, añade una pizca de aceite de oliva y sal y esto estará de rechupete.