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Adiós a la cistitis: evitar las prendas mojadas para acabar con este incómoda infección urinaria

  • La cistitis es una infección urinaria muy dolorosa que prolifera en verano. Tener el bañador mojado mucho tiempo puede favorecer su aparición.

  • Para prevenirla, los expertos recomiendan beber mucha agua, mantener la zona genital seca y lavarse con jabones neutros.

Bienaventurados sean los que viven junto a la playa, porque podrán apurar los últimos días de verano mientras el resto solo vemos asfalto. ¡Quién pudiese apurar septiembre en la arena! Un libro en el regazo, una siesta al sol, un baño a última hora de la tarde… siempre y cuando te lo cambies inmediatamente después. Porque lo haces, ¿verdad?

El bañador mojado favorece mucho a tu feed de Instagram, pero muy poquito a tu salud. Mantener una prenda húmeda en una zona tan vulnerable a infecciones como la genital es jugar a la ruleta rusa con una pistola cargada de cistitis. De hecho, según datos del Centro de Investigación sobre Fitoterapia (INFITO), el 60% de las personas que sufren cistitis la padecen en verano.

Cambiar el bañador mojado después de un baño es un gesto sencillo que exige menos contorsiones que una infección urinaria. Estas aparecen gracias a hongos y bacterias, que proliferan con la humedad, el calor y la falta de oxígeno. Tres condiciones que cumple a pies puntillas mantener un bañador mojado contra la piel.

Cistitis y bañadores mojados

La cistitis es una infección que afecta más a mujeres que a hombres, ya que la uretra de las primeras es más corta que la de los varones; los microorganismos tienen menos trecho que recorrer antes de causar estragos. Pese a que la zona tiene defensas contra las infecciones, la humedad de un bañador contra la piel puede alterarlas, evitando que estas hagan su trabajo.

Se estima que casi el 60% de las mujeres sufrirán un episodio de cistitis a lo largo de su vida, y que entre el 20 y el 40% de las que ya lo han sufrido experimentará un episodio adicional posterior. De entre estas últimas, entre el 25 y el 50% sufrirán episodios recurrentes; es decir, varios en menos de seis meses.

¿Y qué hace la cistitis? Quien la haya sufrido sabe que es una infección de lo más desagradable, molesta y dolorosa. La persona que la padece tiene unas ganas constantes de orinar y, cuando lo hace, llegan acompañadas de un fuerte escozor. A veces, la orina va acompañada por sangre. Además, si la infección no se trata a tiempo, puede convertirse en un problema realmente grave para los riñones.

¿De dónde viene esta infección?

En la gran parte de los casos de cistitis, la infección está provocada por la bacteria ‘Escherichia coli’, un patógeno que se encuentra de forma natural en nuestro intestino. El problema llega cuando, por la causa que sea, la bacteria se mueve hacia nuestra vejiga. Las condiciones meteorológicas del verano ayudan, pero el aumento de relaciones sexuales también es un factor que favorece la aparición de la cistitis.

La cistitis postcoital se produce porque, durante las relaciones sexuales, las bacterias pasan hacia la uretra. Por eso se recomienda orinar antes y después de mantener relaciones. ¿Más consejos para evitar la cistitis? Pues ir al baño cada dos o tres horas, beber muchísima agua, lavarse con jabones neutros y no dejarse el bañador mojado sobre el cuerpo mucho tiempo.

Además de eso, conviene lavar el bañador a diario, para evitar la acumulación de bacterias en el tejido. Porque, si te apetece muy poquito contraer cistitis, imagínate pillar candidiasis, un hongo que también aumenta sus horas de trabajo en verano. Tomando las medidas adecuadas, evitarás que cualquiera de estas bacterias u hongos te arruine el final del verano.