Violencia en internet: el ciberacoso es peligroso y hay que identificarlo a tiempo para actuar
El ciberacoso es toda aquella forma de intimidación, acoso o ejercicio de violencia online que busca atemorizar, enfadar o humillar al otro.
De acuerdo a los estudios, las mujeres y las personas que pertenecen al colectivo LGTBIQ suelen ser blanco de este tipo de acoso.
Si crees que estás sufriendo acoso o conoces a alguien que puede ser víctima, puedes llamar al 017, una línea gratuita en la que puedes hacer tus consultas sobre seguridad digital y contra el ciberacoso.
Bromita aquí, chistecito allá… todos los amigos se hacen bromas entre ellos, aunque algunas hagan daño. En parte por eso no resulta nada fácil para una víctima de acoso identificar la violencia a la que le someten, especialmente en la adolescencia: muchas veces, sus agresores defienden las vejaciones y humillaciones como “una broma entre amigos”.
La violencia contra una persona no debería divertir a nadie.
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Con el confinamiento, los casos de ciberacoso han aumentado. Así lo han denunciado distintas organizaciones e instituciones, como el gobierno de Aragón o los Mossos d’Esquadra, que en los últimos dos meses han lanzado varios comunicados alertando del incremento de estas prácticas violentas y recomendando distintas líneas de actuación contra el ciberacoso. El gobierno de Aragón, por ejemplo, lanzó a finales de abril un documento que, bajo el título ‘En qué equipo juegas’, ofrecía a los alumnos una serie de pautas para identificar si su comportamiento en línea estaba siendo responsable o, por el contrario, inseguro para ellos o sus compañeros.
Identificar el ciberacoso no siempre es sencillo, pero, si te sientes herido, agredido o invadido por otra persona, siembra la duda. Y, si estás siendo coaccionado o chantajeado, u observas que puede estar ocurriéndole a alguien, te recordamos que este ejercicio de violencia está regulado en el Código Penal. Estás protegido por ley.
¿Qué es exactamente?
En primer lugar, el concepto ciberacoso engloba todas las formas de intimidación, acoso y, en general, ejercicio de la violencia vía online. Un comportamiento repetido que busca atemorizar, enfadar o humillar al otro y que incluye la sextorsión, el grooming o la suplantación de identidad, entre muchos otros.
Estamos cada vez más globalizados, cada vez más virtualizados, cada vez más expuestos desde pequeños. Por eso, la organización por los derechos de la infancia UNICEF decidió lanzar una campaña contra el ciberacoso, en la que participaron “miles de jóvenes de todo el mundo”, así como profesionales en acoso cibernético, protección de la infancia y portavoces de Facebook, Instagram y Twitter.
En un documento, la organización por los derechos de la infancia recuerda que “si te sientes mal y el problema continúa, vale la pena buscar ayuda. Detener el ciberacoso no se trata solamente de denunciar a los hostigadores; también se trata de reconocer que todos merecemos respeto, en línea y en la vida real”.
¿Qué podemos hacer?
La organización denuncia que, de acuerdo a uno de sus estudios de 2017, ‘Los niños y las niñas en la brecha digital de España’, el 12% de los jóvenes entre 9 y 16 años habían sufrido bullying online en el último año, siendo más habitual entre los 15 y los 16 años. En el informe también se señalaba que esta práctica era más habitual contra las chicas que contra los chicos: un 42,6% y un 35,9% reconocían haberlo sufrido, respectivamente.
“Cuando el acoso ocurre en línea, la víctima siente como si la estuvieran atacando en todas partes, hasta en su propia casa. Puede parecerle que no hay escapatoria posible”, explican. Las consecuencias pueden ser mentales (la víctima se siente “preocupada, avergonzada o estúpida”), emocionales (“pierde interés en lo que le gusta” y le cambia el ánimo) y físicas, que incluyen el cansancio, dolores de estómago o de cabeza… y que pueden ir a peor, llevando a la depresión o el suicidio, tal y como explican desde UNICEF.
Por eso, si crees que estás siendo víctima del ciberacoso u observas conductas sospechosas de o contra otras personas, lo mejor es ponerlo en conocimiento de alguien cercano, un familiar o un amigo con el que puedas hablarlo. También puedes llamar al 017, una línea gratuita que entró en vigor hace unos meses en la que puedes hacer tus consultas sobre seguridad digital y contra el ciberacoso. Este número está a disposición de cualquiera, llamar es gratuito, su servicio está disponible todo el año y tiene alcance nacional.
El discurso de odio en internet
UNICEF también señalaba que internet era un “altavoz fundamental para la difusión de los delitos de odio”, aludiendo a las cifras dadas por el Ministerio del Interior. De acuerdo a estos informes, el discurso de odio ha aumentado en las redes sociales. Según la Sentencia 112/2016 del Tribunal Constitucional, el discurso del odio se produce al “propiciar o alentar, aunque sea de manera indirecta, una situación de riesgo para las personas o derechos de terceros o para el propio sistema de libertades”.
En ese sentido, el colectivo LGTBIQ es particularmente vulnerable, tal y como denuncia el Colectivo de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales de Madrid (Cogam), desde donde aseguran que uno de cada cien alumnos declara haber sido víctima de ciberacoso LGTB-fóbico. De la misma encuesta, destacaban que tres de cada veinte alumnos sufren ciberbullying basado en su orientación afectivo-sexual, y que el 50% de las personas que sufren esta forma de acoso pasan por el trámite aislados, sin saber qué hacer.
Lo más importante es recurrir a un profesional. Puedes llamar al 017, desde donde te aconsejarán y te recomendarán qué hacer. El ciberacoso es un delito penal que puede acarrear cárcel, con penas de prisión que van de tres meses a dos años y multas. Antes de denunciar, se deberían certificar los mensajes del acosador con un sello de tiempo, poner los hechos en conocimiento de la Unidad de Delitos Informáticos de la Policía y no borrar ninguna prueba.