Naces, creces, vas al cole, después al insti, luego la uni, pagas un pedazo de máster, trabajas de becario, encuentras tu primer trabajo, cambias un par de veces de curro, te acomodas, te jubilas y mueres. ¿El ciclo de la vida? No, Simba. El camino que la sociedad tiene preparado para ti.
Tendemos a pensar que lo más importante en esta vida es estudiar a tope, sacarse una buena carrera de esas "con salidas", soltar muchísima pasta en un máster que te asegure unas buenas prácticas y a trabajar. Lo tenemos tan asumido que muchas veces creemos que esta es la única opción que tenemos en la vida. Pero no es así, y Carlos Rodríguez es el mejor ejemplo.
En los últimos días hemos conocido la noticia de Carlos Rodríguez, un estudiante alicantino de 17 años que ha sacado un 14 en Selectividad, la nota más alta posible. Es decir, ha sacado un 10 en todo: tanto de media en su Bachillerato como en los exámenes de la EBAU. ¡Un Yasss para él!
Sin embargo, Carlos ya no quiere estudiar matemáticas. Recientemente ha descubierto que su verdadera vocación es la interpretación, y en cuanto declaró a los medios de comunicación, que lo entrevistaban por sus excelentes calificaciones, que quería ser actor, el mundo entero se llevó las manos a la cabeza.
"Es lo que me gusta y es a lo que me quiero dedicar. Sé que puede chocar un poco por las notas que tengo", contaban en Informativos Telecinco. "Soy consciente de que podría sacarme la carrera de Matemáticas o Física con relativa facilidad, pero lo que me apasiona es el teatro".
Por suerte, cuenta con el apoyo de sus padres para seguir adelante con la decisión que ha tomado. Lo que otros tengan que opinar sobre su futuro no importa. Carlos es un gran ejemplo para todos aquellos jóvenes que quieren seguir su vocación pero se ven frenados por la presión social: es mucho más fácil entender que alguien con muy buenas notas quiera estudiar ciencias que ver cómo un chico "desperdicia" sus notas dedicándose a las artes.
Lo que cuesta más ver es que un chico que es capaz de sacar la nota más alta de Selectividad tiene la cabeza lo suficientemente bien amueblada como para hacer lo que quiera sin tener en cuenta las expectativas de los demás.
Ir a la universidad es una opción, pero no es la única. Los grados universitarios tienen un prestigio social mayor que otros títulos, y mucha gente todavía tiene la creencia de que ir a la Universidad es mejor. Pero no tiene por qué serlo. Ir a la Universidad solo es mejor para ti si eso es lo que has elegido.
Pero si no te acaba de convencer la idea de pasarte cuatro años (como mínimo) estudiando una carrera, queremos recordarte que hay alternativas que también podrías valorar.
Formación Profesional
Solo el 12% de los alumnos del sistema educativo español estudian una FP, pero es una opción más práctica y con numerosas salidas profesionales. En España hay más de 150 ciclos formativos que abarcan prácticamente todos los ámbitos de producción. De hecho, si ni siquiera quieres estudiar Bachiller, la FP de ciclo medio también es una opción a tener en cuenta, ya que podrás acceder solamente con el graduado escolar obtenido después de 4º de la ESO.
Escuelas artísticas
Si como a Carlos Rodríguez a ti lo que te va es la expresión artística que sepas que en España también tienes muchas opciones. Escuelas de cine, de interpretación, de diseño, de moda, de danza, de música... En su mayoría son centros de educación privada, pero también tienen programas de becas.
Oposiciones al Estado
Si tienes el título de Bachiller y no quieres seguir estudiando para conseguir una titulación superior, puedes prepararte unas oposiciones. Las oposiciones del grupo C1 son para aquellos que terminaron Bachiller o una FP de ciclo medio y las del grupo C2 para los que tienen el Graduado en Educación Secundaria Obligatoria. Todas las administraciones territoriales convocan oposiciones para el grupo C. Tendrás que informarte de qué es lo que te gusta y cómo tienes que prepararte el examen.
El año sabático
En culturas como la estadounidense está muy bien visto lo que tomarse un año sabático. Seamos sinceros: no todo el mundo tiene claro lo que quiere hacer con su vida a los 17 años, y saber que nada más acabar el instituto debes seguir estudiando algo más puede hacerte elegir mal. Por este motivo, no descartes tomarte un año de descanso de estudio para viajar, realizar cursos o intercambios en el extranjero, mejorar en los idiomas, empezar a trabajar para ahorrar dinero o hacer lo que consideres mejor.