Otro año más en el que la Feria del libro de Madrid cierra con regustillo a éxito. Y es que en esta última edición las ventas de libros se han incrementado un 14%. Se calcula que los visitantes han llegado a comprar 550.000 ejemplares, que se dice muy pronto.
Uno de los puntos fuertes de la Feria del libro de Madrid son las firmas de los autores. Conocer en persona a aquellas personas que escribieron las historias, los poemas o cualquier otro tipo de obra que a ti te fascinó es una oportunidad única para muchas personas.
Otra de las actividades que más interés despiertan son las charlas, mesas redondas y presentaciones. Aquí ya no solo tienes a tu autor favorito durante unos minutos y, después, que pase el siguiente. Aquí lo tienes durante un buen rato para ti, para escucharle hablar sobre sus libros, sus influencias, la temática de su último trabajo... ¡y encima le puedes hacer preguntas!
Durante la 78º edición de la Feria del Libro de Madrid, en la carpa de Samsung tuvo lugar un encuentro muy interesante: La poesía, de la red al papel. En ella participaron los poetas David Galán, más conocido en redes como Redry, Raquel Beck y María Vera. La charla fue moderada por Perra de Satán.
¿Quieres ver a María Vera recitando uno de sus poemas? ¡Dale al play!
Los tres autores que fueron invitados a la carpa de Samsung tenían una cosa en común: habían empezado su camino como poetas en las redes sociales, y gracias al éxito que habían conseguido, sobre todo en Instagram, una editorial se había puesto en contacto con ellos para publicar sus obras.
La poesía interesa. Por fin. Porque hay que reconocer que antes del boom de las redes sociales la poesía era algo que solo leía la gente culta, pero culta de verdad. Te puede gustar o no lo que se escribe en la actualidad, pero no podrás negar que los poetas más jóvenes que están en contacto con las redes han conseguido volver a poner este género literario en el centro de la conversación y en la lista de los libros más vendidos.
La poesía en Instagram se ha convertido casi en un género en sí mismo. Poemas breves, lenguaje sencillo y directo, y unos temas muy urbanos, muy "modernos". Y muy individialistas pero a la vez increíblemente colectivos. Es decir, una de las claves del éxito de esta poesía es que el lector es capaz de identificarse con los sentimientos del que escribe, llegando a recibir el mensaje como una apelación directa a él, que, a través del móvil (porque escribimos con el móvil y también leemos a través del smartphone, es lo que hay) consume su dosis diaria de reflexión abstracta.
Una de las cosas que salió a la luz en la charla 'De la red al papel' es la otra cara del poema en las redes. Lo que no se ve. El poeta de Instagram es poeta, sí, pero lo es en Instagram. Allí no solo importan las palabras, más que nada porque esta red social está pensada para la imagen, y no para los versos. Por eso hay que fotografiar, pintar o recitar el mensaje. Hay que currarse tanto la forma como el contenido.
Versos fáciles y una presentación bonita. Publicar a las nueve de la noche (la hora del influencer) y a esperar a que crezcan los followers. Esta suele ser la fórmula para alcanzar aquello que muchos sueñan pero no todos han conseguido aún: publicar su primera obra literaria. Aunque hay excepciones, como la de María Vera, que primero publicó y luego le fueron llegando los seguidores en redes sociales. O David Galán, que si bien si siguió la fórmula antes explicada para publicar su primer libro, con el segundo eligió un camino distinto: ganar el premio ESPASAesPOESÍA.
Las editoriales saben que la poesía vuelve a estar de moda y han aprovechado el tirón que muchos poetas tienen en redes sociales para trasladarlos al clásico papel, en ediciones cuidadas, bonitas, como sus fotos de Instagram, y arrasar en las ventas.