De normal no se les escucha y se cree que viven despreocupados en un universo solo de trap y de fiesta, pero los más jóvenes han hablado alto y claro de lo que de verdad les preocupa. No viven en una burbuja ajenos a los problemas. Esos jóvenes de entre 18 y 25 años, que componen la bautizada como Generación Z, no son solo expertos en memes y los reyes del Twitter con su lenguaje propio, también tienen muy claras sus prioridades y los problemas más graves que afronta ahora el mundo. Y así se lo han hecho saber a Aministía Internacional en su última encuesta.
No es que a los centennials les importe poco la inestabilidad política, económica y social que a los millennial les tenían locos. No, no es eso. Les preocupa, pero el haber crecido viviendo esto continuamente les ha hecho cambiar un poco el orden de prioridades. Se han hecho inmunes al caos generalizado y lo que les quita más el sueño ahora es todo lo relacionado con la crisis climática.
Su razonamiento es que sin planeta no hay lugar para el resto de problemas, por muchos a los que haya que hacer frente. Por eso de una buena lista de preocupaciones reales de la actualidad han escogido los cinco que más les afectan en esta encuesta realizada a más de 10.000 jóvenes de 22 países. Lo primero que hay que tener en cuenta es que la crisis climática se ha puesto por encima de todos con un 41% (53% en el caso de España) y además hay otras conclusiones a tener en cuenta:
Se les ha puesto entre las cuerdas como cuando se les hace elegir qué tres cosas llevarían a una isla desierta, pero esta vez de problemas reales y a elegir entre una buena lista de 23 candidatos a ser lo más graves ahora en el mundo. Tras el cambio climático, le ha seguido de cerca la contaminación, el terrorismo con un 31% (29% en España), la pérdida de los recursos naturales y la desigualdad racial.
De cinco preocupaciones, tres tienen relación con la crisis medioambiental a nivel global y, aunque no ocupan los primeros puestos también el calentamiento global, la contaminación del mar y la deforestación se encuentran en ese ranking de Aministía Internacional en lugares señalados.
Esto demuestra que la Generación Z tiene una visión más global de los problemas y que ha entendido que su casa no es su país o su mismo barrio, sino todo el planeta y así lo han hecho saber recientemente en la Cumbre del Clima a través de la voz de Greta Thunberg.
Los más jóvenes son los que están tomando el mando en esta batalla porque han comprendido que el derecho a un medio ambiente sano, incluye un clima seguro y eso es básico para el disfrute de otros muchos derechos.
Por debajo de todo lo relacionado con el mantenimiento del planeta hay también otras muchas preocupaciones. Los jóvenes dejan claro que están desencantados con otros muchos puntos como el tema de su futuro laboral, la inestabilidad económica, la contaminación, las desigualdades de ingresos, la corrupción o la violencia de género a nivel nacional y, en concreto, desde la visión de los jóvenes de España. No es que lo vean todo negro, pero sí mantienen que el sistema les está fallando y que no tienen tantas opciones como se pensaba.
Sin embargo, no pierden la esperanza y la encuesta deja un halo de esperanza para la Generación Z en relación a cómo se están movilizando. Estos jóvenes sí están logrando ser escuchados. Buscan cambios y que los gobiernos actúen en los principales problemas que les preocupan: proteger los derechos humanos así como el medio ambiente. Ellos entienden esto como nueva lucha que mantienen desde en las urnas, en manifestaciones o concentraciones para hacer oír todas sus preocupaciones.