Decía Antonio Machado, poeta español, que todo pasa y todo queda. Y no se le puede quitar la razón a un poeta. Tess Holliday, modelo estadounidense de tallas grandes, también ha dicho que todas las personas son geniales tal y como son y nadie tiene que disculparse por ser como es. Estas palabras, tanto las de Machado como las de Holliday, parecen obviedades, pero esconden algo más. Esconden ese tipo de sabiduría que solo la madurez nos permite alcanzar, y no a todo el mundo. Por eso uno es un escritor inolvidable y otra una referente mundial.
Que todo pase y todo quede, entre otras muchas interpretaciones, viene a decirnos que la vida es cíclica, y que todo, hasta lo que consideramos más fundamental o más terrible, pasará. A nuestras cabezas les excita la novedad, y por eso tendemos a apreciar más lo nuevo que lo antiguo, aunque, indiscutiblemente, lo que pasó, aunque lo despreciemos precisamente por pasado, ya dejó huella en nosotros.
En cuanto las declaraciones de la modelo estadounidense, se parecen más a la frase de una camiseta cuqui que a una verdad absoluta. Pero esas palabras son su experiencia, lo que ella descubrió, y así lo declaró en un reportaje para InStyle, tras informarse sobre el Body Positive: “Cuando escuché por primera vez el término ‘body positive’ pensé: ¡Espera! ¿Qué no tengo por qué odiarme a mí misma?”
Las personas, en especial las mujeres, sobre quienes cae con más fuerza la presión por ajustarse a un canon estético y a un tipo de cuerpo específico, hemos crecido aceptando como normales varios prejuicios que nos han hecho desarrollar rechazo hacia lo diferente, hacia cuerpos gordos o demasiado delgados, más altos o más bajos de la media, más o menos peludos, hacia las manchas en la piel, las diversidades funcionales... Por eso se puede entender que Holliday se sorprendiera de que no tenía que odiarse por estar gorda. Lo que aprendió esta modelo es que aunque tu cuerpo sea diferente y no se ajuste al canon, no tienes por qué odiarte a ti misma. Tienes el derecho a existir tal y como eres. Incluso a celebrar que eres como eres. Estas son las bases del 'body positive'.
La frase a la que se quedó reducido el 'body positive' es: "love yourself" o "ámate". A pesar de ser un lema demasiado resumido de todo lo que supone el movimiento, más ligado al feminismo y al empoderamiento de la mujer con un cuerpo no canónico (porque el canon estético es machista) y la aceptación de la diversidad en tamaño, raza, género y apariencia, lo que llegó a las camisetas fue eso: "quiérete", "eres preciosa" o "Honor my curves".
¿El mayor problema del 'body positive' para los defensores del 'body neutral'? Que se centra demasiado en la belleza. ¿El principal problema del 'body positive' frente al 'body neutral'? El 'body positive' es viejo, está pasado de moda, y el 'body neutral' es mejor porque es nuevo.
El 'body positive' fue, principalmente, un movimiento millennial. Siento decirte esto por si eres uno de ellos, pero los millennials ya no son la tendencia en nada. Los GenZ o zetas han llegado con sus nuevas reclamaciones, revoluciones y modas. Y precisamente han sido los zetas los que se han visto mejor representados con las consignas del 'body neutral' y han hecho correr este nuevo término por las redes sociales.
En Beyong Beaufitul describen el movimiento 'body neutral' en contraposición, precisamente, al 'body positive', partiendo de la consigna "todos los cuerpos son bellos" y negándola. Se centran en que la belleza no debe de ser un pilar sobre el que cimentar tu autoestima o tu relación con tu físico. Además, recalcan que "no estamos en contra del 'body positive', movimiento que ha conseguido muchas cosas necesarias, estamos a favor de promover la diversidad e inclusión de personas de todos los tamaños, formas y etnias. Sin embargo, creemos que esto solo no es suficiente".
En esta comunidad de internet consideran que el 'body neutral' es un paso más allá del 'body positive', que deja atrás el atractivo y la excesiva atención a la belleza para centrarse en que la felicidad de cada persona no debe depender de cómo se sienta respecto a su cuerpo.
Escribían en The Guardian que el 'body positive' ya está fuera de la conversación, ahora es el momento del 'body neutral' y que ya hay bellísimas celebrities apoyando este movimiento. La actriz Jameela Jamil habló sobre ello y a Taylor Swift le convenció la idea. Así que se volvió relevante entre los seguidores de estas dos artistas.
Según Jamil, 'body neutral' es estar "aquí sentada contigo sin tener que pensar en cómo se verá mi cuerpo". Una nueva idea para dejar nuestros cuerpos de lado, dejar de preocuparnos por ellos, convertirlos en algo neutral (¿como el aire que respiramos, que no le estamos dando importancia mientras lo hacemos pero sabemos que está ahí?), no hablar ni siquiera sobre ellos. Fue la primera en dar ejemplo a través de 'I weigh' (yo peso), selfies en las que la gente escribía "Yo peso: un montón de amigos, un gran trabajo, todo lo que me río..."
Y en el fondo este es un mensaje, también, y por mucho que quieran dejar pasar el término, positivo: defender y demostrar que el peso no es lo único que importa, y que, de hecho, no debería importar ni siquiera un poco a nivel social es un mensaje en positivo hacia tu cuerpo y hacia ti misma (puesto que también repercute en tu salud mental, te quitas una preocupación), en contraposición a las décadas y décadas de presión social sobre el peso de las mujeres. ¡Hasta crearon una industria en torno a lo que pesamos! Contra una tradición que nos obligaba a odiar nuestro cuerpo porque no se ajustaba a unos patrones inalcanzables, amor y positividad. Y si ahora no quieres llamarlo positividad, y prefieres el término "neutralidad", perfecto, usa la palabra con la que te sientas más cómoda. Pero seguirás haciendo algo positivo para ti.