Aunque en ocasiones se emplee este término con cierta frivolidad y de manera incorrecta, un TOC no es una cuestión menor. Quienes lo padecen se enfrentan a un trastorno crónico, que se caracteriza por pensamientos recurrentes e incontrolables que puede llevar a la persona a tener comportamientos repetitivos.
Son obsesiones en forma de pensamientos o impulsos intrusivos que llegan a interferir en la vida de la persona, limitándola y convirtiéndose en su eje principal. Este es el motivo principal por el que no conviene confundirlo con las manías, que casi todos tenemos, pero que impiden llevar una vida normal.
Las personas con trastorno obsesivo-compulsivo tienen estas compulsiones para que desaparezcan los pensamientos intrusivos, creando conductas repetitivas o rutinas estrictas.
Son obsesiones que condicionan la vida cotidiana y generan ansiedad en quien las padece. Obsesiones que reconoce como irracionales, pero que no es capaz de controlar, lo que suele generar todavía más frustración.
No siempre resulta sencillo hablar públicamente de este tipo de afecciones, pero algunos famosos no han dudado en compartir sus experiencias, por duras que estas fueran. Es el caso de la actriz Charlize Theron, quien ha reconocido necesitar medicación para controlar la ansiedad que le produce el desorden en los armarios o con las puertas abiertas, un problema relacionado con la muerte de su padre a manos de su madre cuando esta se defendía de su agresión.
También es muy conocido el trastorno que padece el exfutbolista David Beckham, quien una vez que toda su familia está acostada se dedica, entre otras cosas, a limpiar las velas de la casa para que estén impolutas, quitando la cera derretida.
Cameron Diaz ha llegado a eliminar el acabado de los pomos de las puertas de su casa de tanto limpiarlos, de hecho ha revelado en alguna ocasión que nunca los abre con las manos y suele emplear los codos.
La obsesión por la limpieza, por evitar los gérmenes, es una de las más frecuentes, también de ella ha hablado la actriz Adriana Ugarte, una obsesión por la que está en tratamiento para poder controlarla. Porque este tipo de trastornos pueden ser tratados y no tienen por qué durar toda la vida.
Por ejemplo, Leonardo DiCaprio vio como su TOC se disparaba después de interpretar a Howard Hughes en El aviador, llegaba tarde al rodaje porque tenía que ir pisando las manchas del suelo. Le costó un par de meses recuperar la calma después de esto.
Megan Fox jamás usa un baño público y lleva siempre sus propios cubiertos cuando come fuera; Jessica Alba hace lo mismo, pero ella con las sábanas. Camila Cabello explicó como la ansiedad que sentía durante una época y los síntomas de TOC que estaba experimentado le costaron más de un disgusto. Jennifer Aniston no comparte baño con nadie, en su casa tiene uno especial para las visitas que nunca usa.