La realidad ya es bastante dura, por lo que durante mucho tiempo aceptamos de buen grado los filtros y mentiras de las redes sociales. Sin embargo, con el paso del tiempo esta fórmula se ha ido agotando y las personas cada vez aprecian más la sinceridad y la vulnerabilidad, sobre todo cuando planean conocer al amor de su vida.
No es fácil encontrar a tu media naranja y esto o saben bien todos los que están buscando pareja. Las aplicaciones de citas hacen que sea más sencillo encontrar personas que buscan lo mismo que tú, que tienen aficiones comunes y con quien es fácil y divertido entablar una conversación, por eso quedar es el siguiente paso, para ver si esa química atraviesa la pantalla y existe también en el mundo real.
Cambia la manera de conocer a la gente y también cambian las primeras citas. Ya nadie va a buscar a casa a nadie (o casi) y lo cierto es que ahora es cada vez más frecuente el ‘dry dating’, una técnica que consigue que las personas se conozcan mejor y lo hagan sin adornos.
Aunque estamos acostumbrados a descubrir términos negativos, esos que nos alertan de algunas ‘red flag’ que conviene evitar, que señalan actitudes que pueden llegar a producir daños, lo cierto es que el ‘dry dating’, por suerte no es nada de eso. No todo es malo o preocupante en el mundo de las citas.
El ‘dry dating’ es otra forma de conocerse, una en la que el alcohol y sus efectos no tienen cabida. Atrás queda lo de conocerse en un bar y tomar unas copas, ahora los planes son otros, mucho más concretos y evitando este tipo de sustancias. De hecho, según un informe de Tinder, el café ha subido muchos puntos a la hora de tener una primera cita.
Esta es la nueva tendencia, quedar en una cafetería a tomar un café, pero también quedar para realizar alguna actividad juntos que suponga un hobby común, como ir a patinar, hacer una ruta por el campo, visitar un museo o quedar para tomar el brunch. Actividades en las que el alcohol no tiene cabida y que permite conocerse sin los efectos que este produce.
Lo cierto es que es bastante habitual que, ante los nervios de una primera cita, pensemos que el alcohol puede darnos el empujón que necesitamos, pero al final del día estamos mostrando una imagen de nosotros mismos que no es la habitual. En las citas sin alcohol, las personas se muestran tal y como son, y así podemos conocernos realmente.
Este es el motivo por el que cada vez están mejor valorados este tipo de encuentros, sobre todo entre las personas que no quieren perder el tiempo y buscan relaciones estables, una conexión verdadera. Aunque pudiera parecer que son los usuarios más senior los que escogen este tipo de encuentros, no son los únicos que no quieren perder el tiempo. De hecho, según el citado informe de Tinder, las citas con alcohol se han reducido a la mitad entre los jóvenes de entre 18 y 25 años que usan la aplicación.