Las primeras citas son tan impredecibles… Pueden salir muy bien, pero también pueden ser un auténtico desastre y no hay ninguna duda de que Ana jamás se habría imaginado tener una tan surrealista. Ha sido ella misma quien ha contado lo que le ha ocurrido a través de un hilo de Twitter que se ha vuelto muy viral, acumula en el momento en el que está siendo escrito este artículo más de 26.000 retuits y 220.000 likes. Además, han sido muchas las personas que han dejado comentarios al respecto.
Ana ha comenzado el hilo aclarando que era la primera cita que tenía con este chico que, a diferencia de ella, no vive en Barcelona; una información muy relevante para entender el desarrollo de la historia: "Fuimos a la expo interactiva de Van Gogh y la verdad es que es bastante bonita y estuvo interesante, después fuimos a tomar algo".
Fueron retrasando el momento de despedirse y cuando quisieron darse cuenta a él ya le era imposible llegar a coger el tren que salía a las 22:00 horas. Así que intentó por todos los medios encontrar una casa en la que poder quedarse a pasar la noche, pero ninguna de las opciones que barajaron parecían viables… Así que al final Ana le ofreció quedarse a dormir en su casa, el problema es que ella vive con sus padres, a los que tendría que explicarle quién es ese chico al que ella también acababa de conocer.
Cuando llevaban ya algunas cervezas fueron hasta casa de Ana, donde pasarían la noche y la hermana de esta alucinó al verla entrar con el chico: "Pero aparte del inciso todo bien". Y entre risa y risa decidieron, junto a una amiga de Ana, que podría ser divertido que al día siguiente fuera con ellas a la universidad.
Ana dejó al chico en su habitación porque había quedado para ir al gimnasio con una amiga: "Vuelvo del gym y seguía sobando, no se había movido porque le daba corte, se viste y tal y nos vamos a la uni (en casa también se encuentra a mi madre así que ya conoce a media familia)", continúa diciendo la joven en este hilo tan viral.
El trayecto en coche hasta la universidad donde estudia Ana fue de lo más divertido para ambos. Llegaron a clase y, aunque ella quería sentarse en última fila para pasar lo más desapercibidos posible, sus amigos "que le conocieron de fiesta le hacen sentarse en primera fila y en el centro".
Por si la situación no era ya de por sí lo suficientemente incómoda, el profesor dividió la clase en grupos para hacer un trabajo durante esa hora y se pusieron juntos Ana, una amiga suya, este chico y "otro compañero más perdido que una monja en el orgullo. Total que hacemos el trabajo y el cabrón participando y todo".
Cuando llegó la hora de presentar el trabajo, la profesora pidió que fuese un chico el que saliera a la pizarra y al final terminó presentándolo la única persona del grupo que no era alumno del aula. El que había sido la cita de Ana: "Así que nada, fulanito acaba haciendo una presentación en una uni que no es la suya, en una carrera que no es la suya, y después de haber dormido en una casa que no es la suya".
Esta cita, que no solo fue una de las primeras citas más largas de la historia, sino también de las más surrealistas, llegó a su fin cuando "después de clase le he devuelto a Sants, y ya volvió a casa. Pero si me preguntáis primera cita insuperable", concluye Ana.