Cada año los alumnos se enfrentan a la prueba de acceso a la universidad y cada año sucede más o menos lo mismo. Hay cosas que nunca cambian, los nervios y ansiedad, las horas de estudio, el cansancio, las ganas de acabar, qué está permitido llevar… Otras, como los propios exámenes, sí que son diferentes, cada año cambian las preguntas y, quienes planean hacerlo, temen los cambios de forma que se llevan planeando un tiempo.
Esta prueba es un importante examen para los alumnos que quieren seguir con su formación una vez finalizado segundo de bachillerato. Es indispensable para continuar con su formación académica y de la nota obtenida puede depender que puedan escoger la carrera que quieren en la universidad que desean o que tengan que replantearse las cosas.
La prueba de Selectividad (como también se la conoce, incluso en ocasiones también se llama EBAU), consta de dos partes, una general, con las asignaturas de lengua y literatura, lengua extranjera, historia y una asignatura troncal según la modalidad de Bachillerato cursada, y otra específica o voluntaria, donde se pueden hacer un máximo de cuatro exámenes con dos opciones a escoger en cada uno de ellos.
La nota final, que será la presentada para el acceso a la universidad, no se calcula con la nota obtenida en Bachillerato y la obtenida en los exámenes de selectividad, pero no a partes iguales. La del curso académico tendrá un peso mayor, del 60%, la de este examen será el 40%, como se ha venido haciendo hasta ahora.
Se están planeando hacer varios cambios con respecto a exámenes anteriores, pero que nadie se ponga nervioso, porque estos cambios se establecerán en el curso 2023-2024, por tanto, quienes se examinan este curso, tendrán las mismas normas y criterios que en años anteriores. Eso sí, en el futuro las cosas van a cambiar un poco.
Se mantienen los cambios establecidos tras la pandemia, que buscaban hacer la prueba más accesible para unos alumnos que no habían tenido un curso fácil, y se seguirá optando por exámenes de corte memorístico, en los que los alumnos muestran sus conocimientos, en lugar de una opción más competencial, como se espera que sean en el futuro, mostrando la capacidad del estudiante para desarrollar sus conocimientos.
Entre los cambios que se implementarán en el futuro se recupera la opción de escoger entre Historia de España o Historia de la Filosofía, también aumentará el tiempo que los alumnos tendrán para hacer cada examen. La cantidad de tiempo disponible pasa de ser 90 minutos a 105, lo que les da la opción de poder pensar con más calma sus respuestas.
También se planea introducir algunos cambios en las correcciones, se fijan nuevas normas para solicitar revisiones. El alumnado tendrá derecho a una tercera revisión, en caso de no estar conforme con las dos anteriores. Se puede solicitar una segunda revisión y, en los casos en los que la diferencia entre ambas sea de más de dos puntos, se procederá a una tercera, por un profesorado especialista diferente.