Hace tiempo que España dictó sentencia y escogió a Inés Hernand como una de las comunicadoras más divertidas y potentes que tenemos en activo. Esa ‘desconocida’, al la que tiempo atrás conocimos como amiga inseparable de Andrea Compton en Youtube y que tuvo (spoiler alert) un canal propio donde daba consejos legales, se ha convertido en poco más de tres años en una de las caras más conocidas entre la generación Z y los Millennials.
España ama a Inés con una pasión que dista mucho de agotarse y, por extensión, casi todo lo que hace, que es muchísimo: cada semana la vemos conducir con cintura Gen Play Z, el programa de RTVE donde se debaten los temas que más preocupan a la generación del precariado. El año pasado arrasó como presentadora en el Benidorm Fest, y a sus muchos ‘saraos’ hay que añadir el tándem que ha formado junto a la cómica y activista feminista Neréa Pérez en el podcast ‘Saldremos mejores’, otro must si quieres saber lo que se cuece en política y derechos sociales sin acudir a los medios tradicionales.
¿Pero qué hay de su vida sentimental? ¿Está Inés con el corazón contento, como decía la canción? Pues no le va nada mal a la presentadora en este particular, ya que vive una relación estable desde hace tiempo con Adriá Salas, otra cara muy conocida mundo de la música. ¿Quién es exactamente él novio de Inés? Te damos algunos datos.
Salas es catalán, del 85. Se crió en Montcada i Reixac, un pequeño pueblo de la provincia de Barcelona en el que descubrió su amor por la música cuando era un niño. La música de los padres es casi siempre la música que prefigura nuestro corazón y oído del futuro, como le pasó a él.
“Mis primeros recuerdos siempre han sido en casa, escuchando música de mis padres, a los que gustaba mucho Juan Luis Guerra, Huapachá Combo y Gloria Estefan”, explicó hace tiempo en una entrevista para un portal de Internet. Ahí hablaba de cómo empezó su sueño de dedicarse a cantar. “Luego, como todo el mundo, me ponía a imitar voces de grupos que me gustaban, en la ducha”.
Tiene ahora 37 años. Se licenció en periodismo, aunque nunca llegó a tomar esa senda profesional. Su fuerza estaba en otro sitio. Lleva casi veinte años al frente de La pegatina, uno de esos grupos que conoce cualquiera al que le gusten géneros tan hermanados como la rumba, y el ska, que la banda ha sabido llevar a su propio estilo. Salas es uno de sus fundadores. Pocos conjuntos musicales son capaces de dar conciertos de cuatro horas con una energía maquinal y desbordante que contagia al público, como les sucedió en de 2019, poco antes de la pandemia, cuando conoció a Inés Hernand.
“Nos toman por unos ‘gamberros del sur’ que les acercamos el sol y el descaro, pero el puntito canalla lo perciben y les divierte…”, explicó en la entrevista que le hizo el periodista Fernando Neira, justo después de un bolo. “Sustituimos el temor a no hacerlo bien por el deseo de gozar. Hay mucha preparación previa, claro: un mes largo de ensayos antes de cada gira. Solo así podemos dejar un margen a la improvisación y acabar transmitiendo esa sensación de libertad.”
Liderar La pegatina le come la mayor parte de sus energías, aunque también le ha sobrado tiempo estos años para publicar tres EP`s en solitario. “Autobombo” (2014), “Mad Bio” (2015) y “Revancha en Bakú” (2019)
La música no es el único talento de este músico y cantante. Fue gracias a otra pata de su actividad creadora por la que conoció a la que hoy es su pareja. En 2020, Salas publicó un primer poemario en solitario titulado ‘Salsa’ (Random House), y fue Inés Hernand la que lo presentó después de que él se lo pidiera. Apenas se conocían entonces, aunque las perdices del amor ya piaban y alertaban del shippeo. Habían salido . “No pasó nada, pero nos gustamos”, explicó él en Ara.
Meses antes, la presentadora había asistido a un concierto de La pegatina en el que Salas tuvo un problema con su rótula en pleno directo. Parecía que la cosa se quedaría ahí, con él en el escenario agonizando y la presentadora desde la grada, mirando. (No lo llames casualidad, llámalo “amor geriátrico").
El comienzo de su romance va justo de eso, de miradas, como ellos mismos han relatado en pasadas entrevistas. Tiempo después del concierto fatídico, Salas coincidió con Hernand en un evento. Aún no se conocían de nada, pero al parecer, ella lo miraba mucho, y él decidió a acercarse a pedirle disculpas porque quizás tenía que saber quién era ella y en ese momento no se acordaba. Ella le dio su propio spoiler alert: “Yo estaba en el concierto en el que te partiste la rótula”.