Parece que no hay Navidad sin atracones culpables de turrón, brindis hechos de nostalgia mórbida por el pasado, que nos regalen calcetines que jamás usaremos o esas cenas donde acariciamos por un instante la idea del asesinato. Visualiza el momento: tu tío de derechas ya te ha preguntado si sentarás pronto la cabeza y para cuándo eso de quedarte embarazada, “uy, algún día querrás, ya verás”. La tradición manda. El santo ADN de los fastos y el colesterol ha de ser regado con el preceptivo himno de fondo, el villancico maestro, un tema fun, fun, fun para esclavizarnos a todos.
¿Se te viene a la cabeza All I Want for Christmas is You, de Mariah Carey? Probablemente. Larga es la sombra de este tema, que todos los diciembres vuelve a arrasar en las listas de canciones más escuchadas por quienes esperan que la nieve les traiga el amor romántico y heteronormativo.
La buena o mala noticia es que la reina absoluta del villancico de diciembre podría estar perdiendo fuelle. Dicen los renos con sus cifras de mercadotecnia en ristre que ha sido destronada por una contrincante tanto o más mórbidamente feliz que ella. ¿Quién es la nueva dama blanca del single?
Te lo contamos.
Todo empieza con la cantante, sus mofletes regados de rojo y su gorrito de Santa Clausa reclamando legalmente el apodo de “Reina de la navidad” al Comité de Patentes y Marcas Registradas de Estados Unidos para poder lanzar una línea de accesorios de moda relacionada con las fiestas. La escena puede parecer dantesca, pero es real. En realidad, el single más popular de Carey debería haberse llamado Al I Want For Christmas Is… money, ya que desde su estreno en los 90 le ha reportado casi sesenta millones de dólares. Cada año, la cantante se hace aún más rica solo con las escuchas que se lleva su tema estrella.
Nos imaginamos a la intérprete visitando la oficina de patentes y empuñando un bate de béisbol con pinchos de metal para convencer amablemente al funcionario de que ese honor, llenar los corazones de bondad, renos y chimeneas, es suyo y solo suyo. Mía es la navidad. Mía es la felicidad de la gente. Míiios.
La cantante debía estar bastante segura de que su petición de registro de la marca sería satisfecha, pero la Junta de Apelaciones y Juicios denegó su reclamo alegando que había otra reina de la navidad con mayores méritos para registrar esa marca. ¿El nombre? Elisabeth Chan.
Fueron los abogados de esta última los que le pararon los pies a Carey y alegaron ante la autoridad en materia de branding navideño que la cantante trataba de convertir una tradición sagrada en una máquina de hacer billetes, para mayor gloria de sus vestidos ajustados de Mamá Noel y su gorrito. La disputa se saldó con un villancico amargo. Carey perdió el trono. La oficina de Patentes entregó el reno supremo a otra y le prohibió utilizar ese título y atribuirse la marca registrada de las fiestas.
A menos que seas fanáticx de este subgénero musical, es posible que el nombre de Elisabeth Chan no te suene de nada. Es originaria de nueva York y tiene 42 años. Según las cifras con las que cuentan los medios que han destronado oficialmente a Carey como reina de las fiestas, ella es la verdadera emperadora de los villancicos (y su reino de terror).
A diferencia de Carey, que cuenta con álbumes de distintos géneros, Chan se ha dedicado única y exclusivamente a componer temas y discos centrados en la Navidad y su universo. Christmas in the city, Songs for Noelle o Celebrate me home son solo algunos. Doce hasta la fecha (se dice pronto), repletitos de renos, copas de champán y brindis por la nostalgia del amor perdido, que regresa en fechas señaladas para recordarnos que somos mortales y una vez, oh, amamos.
Para muestra, Christmas Holiday, un tema que repite hasta veinte veces la misma punch line sin que Chan o sus bailarines hipermusculados pierdan la sonrisa. Después de escucharlo, o bien la nostalgia, calentita, ha entibiado nuestro cuerpo, o nos apetece atropellar a nuestros seres queridos y escapar de la ciudad.
Pero si todavía no te has convencido, deja que Chan te susurre dulcemente al oído otra de sus letras más conocidas. Ojo a los mensajes. “Nadie va a quererte como yo te quiero”. “Cualquier cosa por hacerte sonreir” ¿Canción de navidad o amenaza velada para que seas dichoso?
But no one is ever gonna love you more than I do
No one's gonna love you more than I do
And anything to make you smile
It is a better side of you to admire
But they should never take so long
Just to be over there
And back to another one
Es Nochebuena. Elisabeth te dice que sonrías. Sonríe. No te veo sonreír. Sonríe. ¿Estás sonriendo?