Desde el nacimiento del Photosop y la voracidad de un canon de belleza tóxico que fagocita todo lo que toca e impone modelos estéticos imposibles de alcanzar, sabemos que el retoque digital lo carga el diablo. No sería la primera vez que lxs famosxs, especialmente las mujeres, alzan la voz y acusan a los medios de modificar su imagen para encajar a la fuerza en la moldura perfecta de belleza que pide la audiencia o el Patriarcado.
Retoquito de labios por allá, coloración de piel, licuado de caderas, eliminación de manchas y así hasta completar una lista de recorta, pinta y colorea que, en los casos más graves, produce monstruos. No lo decimos por estxs famosxs, bellísimas (personas), sino por la ‘pillada’ con las manos en la masa. Sea por su equipo de publicistas o porque ellxs mismxs lo solicitaron, a todxs estas celebridades las pillaron pactando con el diablo (Photoshop) en Instagram. Spoiler: sale mal
Veámoslo.
A la diva millennial norteamericana se le puede disculpar e incluso celebrar su oposición frontal al retoque. No es la primera vez que la protagonista de Euphoria carga contra las sesiones de las revistas y el exceso de libertad que se toman los retocadores para convertir su belleza real en una plastinosa, y a la medida. Esto fue lo que dijo en una publicación de Instagram cuando la revista Modeliste lanzó un reportaje sobre ella.
“Me he sorprendido cuando he visto que mis caderas y mi torso, propios de una chica de 19 años estaban bastante editados […] "Estas son las cosas que hacen que las mujeres sean conscientes de sí mismas, que se crean los ideales poco realistas de belleza que tenemos. Cualquiera que sepa quién soy, sabe que estoy a favor del amor sincero y puro. Así que me propuse enseñar la imagen real (lado derecho) y me encanta"
Eso hizo. Las comparaciones son odiosas. El editor de la revista se disculpó tras la publicación y lanzó a los leones a la compañía de edición independiente que subcontrataron para el reportaje. Afirmó que su medio “aboga por una imagen corporal positiva". Nosotrxs, como él, preferimos a la Zendaya real.
La que es una de las voces más empoderadas y feministas de su generación de celebridades, y una inspiración para millones de personas, se vio atrapada en una especie de fuego cruzado con una famosa sesión de fotos para la revista Vogue, a cargo de la mítica fotógrafa Anne Leibovitz. En esta ocasión, vestía de Prada y tumbada cual ondina, promocionaba las bondades de Girls. Si algunas actrices, por lo general, claman contra la distorsión de su imagen a base de retoques (algo que muchos medios no cuidan), ¿qué pasa cuando el retoque es tan salvaje que te dejan manca y hacen que desaparezca tu brazo?
No es ni mucho menos la primera vez que la creadora de Girls clama contra la estilización de una fotografía suya. Tuvo también un encontronazo (amable) con El País por un reportaje de Tentaciones en las que, de nuevo, las fotografías reales y las retocadas mostraban diferencias evidentes con los que la actriz no estaba conforme.
“"¡Hola El País! Me siento muy honrada de estar en vuestra portada y muy feliz por la fotografía de Ruven Afanador, que siempre consigue hacerme sentir hermosa. PERO (estratégicamente en mayúsculas) este NO es mi cuerpo ni se asemejará nunca al que la cabecera muestra bajo el uso excesivo del Photoshop. Por lo que, si estáis de acuerdo con lo que hago y represento, ¿no deberías ser sinceros con vuestros lectores? Con amor, Lena".
Por fin, el cantante John Mayer pudo cumplir su sueño. Parecerse al maniquí de un escaparate o a una inteligencia extraterrestre que ha ocupado un cuerpo humano y se dispone a someter a nuestra raza a su voluntad. Esconderse en la carcasa de un cantante con millones de fans parece un plan sin fisuras.
Una cosa es retocarse ciertas partes del cuerpo para estilizarlas, y otra utilizar el licuado para hacer que se parezca a lo que podríamos llamar “choque frontal de un autobús escolar contra una cadera”. En la sutileza está el punto dulce, y francamente, en la foto que Kim Cardasian retocó para aspirar a la forma de las ánforas romanas y presumir delante de sus kardashiens no hay ninguna.
Una cosa es ser una diva con auténticos hits que corean fans de diferentes generaciones, y otra convertirte en una adicta al retoque. La cantante ha reconocido en diversas entrevistas que nunca se ha sentido cómoda con la forma y el aspecto de sus muslos, y ya ha tenido tres o cuatro pilladas in fraganti pulsando el botón rojo de Instagram para adelgazarlos, estilizarlos o modificar la abertura. ¿El resultado? Imágenes con claras deformaciones donde a veces piernas parecen efectivamente piernas y otras concuerdan con el famoso reto viral que se hizo popular hace años: ¿piernas o salchichas Oscar Mayer?
En redes sociales, los fans le han reprochado a Queen B que muestre una belleza irreal, cuando muchas de sus publicaciones promueven el feminismo y el empoderamiento. “¿En serio, Beyonce? Nos encantan tus muslos gruesos. No hay razón para usar Photoshop y crear un hueco ahí”, dijo un usuario en Twitter.
Britney es una diosa y sabemos que puede con todo, hasta con el suelo, que en esta foto parece haber desaparecido. ¿Será una declaración de intenciones en honor a Watchmen y a la famosa frase de Roschach? "Yo no estoy encerrada con la realidad, la realidad está encerrada conmigo".