No hay nada novedoso en ver a una celebridad pasar tiempo de calidad junto a sus hijos en alguna de esas mansiones con piscina, chorros de agua termal y juguetes al alcance de muy pocos bolsillos. El star system está plagado de padrazos y madrazas orgullosos de mostrar a su familia en la preceptiva galería de fotos de Instagram. Vidas pudientes, henchidas, felicísimas de esos hijos sanos que no conocerán jamás lo que es llegar a fin de mes respirando poquito, para no gastar calefacción.
Sin embargo, hay varios famosos con vidas mucho menos ideales de lo que nos imaginamos; rostros muy conocidos que fueron padres primerizos en el peor momento, cuando eran adolescentes. En algunos casos, sus carreras apenas estaban dando sus primeros pasos (la metáfora es obvia) y tuvieron que aprender a cambiar pañales a marchas forzadas, mientras la industria de la música o el cine les pedía sus primeros sacrificios.
El cantante, tristemente retirado de la música después de tres décadas de poner a medio mundo a perrear, vive casado y feliz con Mireddys Gonzalez, su pareja de toda la vida. De las palabras del rey de la gasolina se deduce que hubo algo de letra pequeña en su paternidad. Ni se sentía preparado para dar ese paso y asumir a crianza, ni lo vivió como uno de esos regalos que la vida te da cuando no lo estás esperando.
“Fui papá a los 17 años, siendo un niño. Fue muy difícil, de las peores pruebas que he tenido, de las más duras. A los 17 años uno no está preparado para nada para ser padre. Me tocó y hubo que aceptarlo y trabajar fuerte”.
Es muy poco lo que se conoce sobre Yamilette Ayala, su hija. El cantante ha blindado la privacidad de su vida familiar desde sus inicios. Las fotografías junto a su mujer y sus tres hijos se pueden contar con los dedos de una mano. Otra de sus hijas, Yessaelys, es una influencer y maquilladora profesional que ha alcanzado el millón de seguidores en redes.
El actor lo ha contado ya muchas veces a lo largo de su carrera. Su infancia fue un verdadero infierno. En su autobiografía, Will, reveló que su padre era un maltratador que abusó física y psicológicamente de su madre durante años. “De niño me decía que algún día vengaría a mi madre, que cuando fuera lo suficientemente mayor y fuerte, cuando dejara de ser un cobarde, acabaría con su vida.”
Décadas después, por una carambola siniestra del destino, Smith tuvo que encargarse de cuidar de su padre, ya viejo y postrado en una silla de ruedas. Una noche, estuvo a punto de tirarle por las escaleras, pero un golpe de lucidez repentina se lo impidió. “Le podría haber empujado y podría haberme salido fácilmente con la mía. Todas esas décadas de odio, dolor y resentimiento acabarían de un plumazo. Pero negué con la cabeza y continué hasta el cuarto de baño"
Tuvo que ser difícil para él convertirse en padre con 23 años y darse cuenta de que no podía cometer los mismos errores que la mala bestia que le crió. Su hijo mayor, Trey, tiene ahora 29 años.
Seguramente, Romeo Santos creó alguna de sus mejores bachatas mientras cambiaba pañales y recogía los restos de una guerra de papilla de la pared de alguna de sus mansiones. Y decimos eso de seguramente porque el cantante guarda con celo extremo su vida privada.
Fue padre con 17 años, así que su hijo mayor tiene ahora 20, una edad en la que podría ser perfectamente el padre de los otros dos retoños del cantante, que renovó el carné de la paternidad hace apenas dos años con un nuevo miembro del clan. El rey de la bachata es también el rey de… la fecundidad.
La estrella de Modern Family se casó con Joe González cuando estaba terminando el instituto, y poco después se quedó embarazada de su primer hijo, Manolo.
En una ocasión, contó que no le habría venido mal ser madre por primera vez diez años después de la fecha en la que el embarazo le cambió la vida y la obligó a perseguir dos metas tan extenuantes como complicadas: hacerse un hueco en la industria y criar a su bebé sin perder la cabeza. “Era realmente joven cuando me divorcié de su papá, así que lo crie tratando de darle el mejor ejemplo y de brindarle todo lo que podía. Cuando la gente me felicita por él, es muy gratificante”.