Parecería ser que en algunas partes del mundo, aún siguen vigentes leyes de siglos pasados como si no hubiera pasado el tiempo. Así es el caso de Cassville, un pequeño pueblo de 3 mil habitantes en Missouri, Estados Unidos, en donde se levantaron polémicas y cuestionamientos luego de que las escuelas notificaron que implementarán el castigo corporal para cualquier niño a los que sus padres hayan dado el consentimiento, por una conducta rebelde o incorrecta.
Fue durante esta semana que las autoridades escolares convocaron a los padres a una reunión abierta en donde entregaron formularios de consentimiento ante esta nueva medida para expresar su conformidad (o no). El castigo corporal aún sigue siendo lícito en algunos estados del país norteamericano, y pese a que es una práctica que ha ido disminuyendo cada vez más a lo largo de los años y que ha quedado como "de la vida pasada", aún un sector de la población se muestra a favor con este tipo de educación y disciplina. "Al final del día, esto le da a la escuela una herramienta más para disciplinar a un niño, sin tener que enviarlo a casa suspendido donde solo jugarían videojuegos", opinó para CNN, Dylan Burns, de 28 años, un agricultor local que está a favor de la propuesta.
En el caso de Cassville, el distrito escolar que acoge a 1900 estudiantes adoptó la política solo en casos extremos cuando al niño se le han implementado otras formas fallidas de castigo y se puede apelar al corporal sin hacer ninguna lesión ni daño al cuerpo. En el siglo XIX y XX, la penitencia corporal en las escuelas era aceptado por la sociedad, pero en 1977 la Corte Suprema declaró que era constitucional y se dejaba a cada estado el derecho de decidir implementarla en su jurisdicción o no. Es por ello que hoy en día en 19 puntos del mapa estadounidense se sigue implementando como parte de la educación estudiantil.
“La tendencia en Estados Unidos ha ido en sentido contrario, los lugares la están abandonando por completo”, dijo. "Esta es la primera vez que he oído de alguien que lo adopte", explicó Richard Wexler, director ejecutivo de la Coalición Nacional para la Reforma de la Protección Infantil, tras mostrarse sorprendido ante la decisión de la ciudad. "Es absolutamente una práctica terrible", expresó y añadió que "no hay necesidad de que un maestro o un administrador golpee o ataque físicamente a un niño. No castiga, traumatiza”, concluyó.
Ha sido el mismo Wexler quien ha tratado de comunicarse con las autoridades del distrito de Casseville pero sin éxitos ya que han rechazado la propuesta de declarar ante las circunstancias. En este plano, el granjero residente del pueblo aclaró ante la CNN que muchos padres están de acuerdo con este tipo de correctivos y que "hay mucha desinformación al respecto" ya que "nadie sujeta a un niño y lo golpea, son uno o dos palas".