Nuestras mascotas son las primeras damnificadas en los retos virales y en probar todo tipo de filtros que se nos ocurren. Ya pasó con el 'Mr. Sandmann Challenge', que hizo bailar a gatos, loros y hasta a las tímidas chinchillas, pero no ha sido el único. Ahora hay otro challenge que está petando muy fuerte y que nos está dejando reacciones de lo más divertidas.
Los responsables de estas risillas son unos adorables gatos que no entienden nada y que con sus caras no pueden ser más expresivos, ¡morimos de amor y humor a partes iguales!
Lo que se está haciendo es utilizar un filtro felino que convierte la cara humana en la de un gato. Eso no sería algo tan loco porque es lo que hacemos todos los días y a todas horas, pero lo que de verdad hace que esta gracia se haya convertido en reto y estemos esperando solo vídeos de reacciones es el hecho de ponerte este filtro y hacerlo al lado de tu inseparable felino. A partir de ahí se puede esperar todo tipo de respuestas, pero lo que está claro es que se disfrutará mucho de darles 'gato por liebre'.
Los dueños trolean a los gatos y estos pobres que no se esperan este tipo de magia, se están llevando unos sustos de órdago. Unos se giran y abren mucho los ojos mientras otros dilatan hasta las pupilas, ¿cómo es posible que mi humana ahora sea uno de los nuestros?, es lo que ellos pensarán mientras miran de arriba a abajo la cara cambiante sin entender nada.
La recopilación de todas estas reacciones se ha tenido que hacer en un vídeo que se está también haciendo viral de @AnimalMemer que es realmente bueno. En él los gatitos no paran de sorprenderse al no reconocer los rostros de sus amos y en algunos casos ¡hasta ponen pucheros!
Luego queremos que los gatos sean los animales más cariñosos del mundo con nosotros y no solo no les entendemos cuando nos están mostrando amor verdadero, sino que también les hacemos este tipo de bromas para que les estalle la cabeza de pronto.
Y no es que con este filtro queramos que los mininos pierdan una de sus vidas (y, de hecho algunos la hayan perdido del susto) o nuestra confianza al convertirnos de pronto en 'alguien desconocido', pero resulta tan adorable como divertido verles poner cara de espanto, que merece la pena el reto, aunque nos llevemos por ello algún que otro arañazo.