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Un falómetro de antaño demuestra que la preocupación por el tamaño no es algo nuevo

  • Una tuitera comparte la fotografía de un falómetro antiguo que pertenecía a su abuelo

¿Has escuchado alguna vez esa frase de "el tamaño no importa"? Pues que sepas que es mentira. Que todo el mundo diga algo no lo convierte en verdad, y que el tamaño es importante es algo completamente cierto. Piénsalo así: te vas de vacaciones con tus colegas y te has comprado unos billetitos para viajar en una compañía aérea low cost. Cuando por fin llegas a tu asiento intentas colocarte lo mejor que puedes y entonces se te pasa por la cabeza lo duro que va a ser permanecer en ese espacio tan reducido durante las próximas tres horas. ¿No te encantaría tener, aunque solo fuera, diez centímetros más para poder estirar mejor las piernas, o los brazos? ¡Solo diez centímetros más!

El tamaño importa muchísimo, tanto, que se paga más por una casa más grande, por un coche más amplio o por una camiseta de talla grande. ¡Es la misma prenda pero yo tengo que gastar más dinero solo porque el tamaño de mi cintura es mayor! Pues sí, así es la vida.

Aunque estemos de bromi, nunca está de más recordar que el tamaño de nuestros cuerpos importa. En general. Existen una serie de cánones impuestos por las sociedades que se nos meten muy dentro y casi nos obligan a ajustarnos a unas medidas. Modelos de 90-60-90, novios de 1.80, pantalones de la talla 38. Tenemos la terrible manía de reducirlo todo a un número, y gastamos muchísimas más energías en ajustarnos esa cifra que en aceptar nuestras propias dimensiones.

El tamaño del pene también importa

Aunque tú creas que no es así, el tamaño del pene también se ve afectado por los cánones estéticos. Hace siglos, "lo bonito" era tener un pene pequeño. Por eso el David de Miguel Ángel tiene una colita chiquitita, porque el canon clásico no quería nada que colgase demasiado, ya fueran pechos o pichas.

En nuestros días, y por culpa del porno, principalmente, nos creemos que lo mejor para un miembro viril es que sea lo más grande posible. Según la Asociación de Andrología, la longitud media del pene erecto en España es de 13,58 centímetros. Pero seguro que tú en tu cabeza crees que la mayoría de los penes miden de 18 cm para arriba. Es más, uno de 13 cm te parecería pequeño. Esto afecta a muchas personas con penes "normales" o un poco por debajo de la media española, que creen que su pene no es suficiente y empiezan a desarrollar complejos o a tener problemas en sus relaciones sexuales.

Lo cierto es que el tamaño del pene ha sido en muchas ocasiones y momentos históricos objeto de admiración o de chiste. Nos hace gracia un pito pequeño, somos así de básicos. Hace unos días la cuenta de Twitter @Quemadisima compartía una bromita que, según cuenta, perteneció a su abuelo: el falómetro. Una especie de regla que calificaba a los penes dependiendo de su medida.

Desde ridículo (los que están por debajo de los 10 cm) a inhumano (los que superan los 22cm), así es cómo esta bromilla vintage se tomaba a bromilla el tamaño del pene.

Según esta vara de medir, un pene de 12 cm, un poco por debajo de la media en España, sería inofensivo, y el de 14 cm, un poco por encima, sería escasillo. El de 17 cm, pasable y el de 19 cm, satisfactorio, para llegar hasta los 22 cm que, al parecer, son peligrosos.

Hay muchos mitos alrededor del tamaño del pene, sobre todo porque el sexo y todo lo relacionado con la sexualidad era un tema tabú, es decir, no se hablaba de ello, no se estudiaba, no se conocía la verdad, así que la gente inventaba lo que fuera. Por ejemplo, hay gente que piensa que con un pene más grande se puede dar más placer, cosa que no es cierta. Para empezar, el placer no solo se proporciona con el pene. Hay manos, labios, lengua, juguetes sexuales... También hay gente que cree que con un pene pequeño "no se puede hacer nada", cosa que, evidentemente, tampoco es cierta. Todo es ponerse y probar.