Aunque ahora sea más necesario que nunca, el reciclaje no es un invento reciente. Algunos estudios apuntan a que nuestros antepasados, hace 13.000 años, ya usaban sus herramientas de piedra para generar otras nuevas. Si tienes un recurso al que todavía le queda mucha vida, ¿para que necesitas buscar un producto nuevo?

Esta máxima es ahora más importante que nunca: tan solo en los últimos cuarenta años se ha producido más basura que durante toda la Historia hasta 1970. Las casas producen muchísimos desechos, y es importante distinguir lo que todavía tiene una vida útil de lo que debe ser eliminado. Así, no solo ayudarás al medioambiente, sino que gastarás mucho menos en productos que no necesitas. A final de mes, tu bolsillo te lo agradecerá.

Hay que cambiar el chip: los residuos son objetos de valor. Por eso, en Yasss te traemos algunas ideas para reciclarlos y crear nuevos objetos de utilidad. Allá van:

Si el regreso de ‘Los hombres de Paco’ y ‘Física o Química’ te ha hecho tanta ilusión como el anuncio de la boda de tu hermana, tómate esto como un spin-off de ‘Art Attack’ (un abrazo para Jordi Cruz y para el cabezón), otro ejercicio de nostalgia. Las mañanas de los sábados, sentado frente a la tele y a las órdenes del presentador, ¿eras un manitas o te sentías un auténtico inútil? Si eras de los segundos, tranquilo: esta es tu oportunidad de resarcirte. Ahora, si estabas en el primer grupo, eres uno de los elegidos, y es casi un imperativo que vuelvas a las manualidades.

En cualquier caso, lo primero es lo primero: ¿tu casa está preparada para reciclar? Es decir, ¿tienes algo más que un cubo en el que metes todos los residuos para después tirarlo al mismo contenedor? Si no es así, te conviene encontrar la forma de hacerlo. No solo porque así será mucho más fácil identificar los productos que se pueden reutilizar y aquellos que ya no tienen más vida, sino porque tan solo de esta forma podrás enviar cada residuo a la planta de reciclaje que le corresponde. Puedes hacerte con distintos cubos de basura o dividir el que ya tengas, por ejemplo.

Una vez hecho esto, podemos ponernos manos a la obra. En Yasss te proponemos las siguientes manualidades:

Si te gusta tener velas por toda la casa, esta manualidad de va a encantar. Para esta propuesta, solo necesitas pinzas de tender y una lata de conservas pequeña que acabes de terminar. Puede ser de lo que tú quieras: atún, anchoas… vacíala, límpiala y rocíala con un spray de pintura, para que desaparezcan las marcas de su antigua vida. Una vez esté seca, empieza a colocar las pinzas alrededor, pillando los bordes de la lata; en un minuto, tendrás un portavelas con un aspecto muy rústico.

Si acabas de hacer una reforma o encuentras en la basura una contraventana de madera, no lo dudes y hazte con ella. Llévala a casa, píntala del color que más te guste y añádele algunos soportes en la parte trasera, para poder colgarla. Después, hazte con algunos maceteros pequeños y con algunas sujeciones que permitan colgarlos entre las rejillas de la contraventana; tendrás un objeto decorativo con aspecto vintage para colgar tus plantas. Dará otro aspecto totalmente distinto a tu balcón.

Para esta opción, una de las más sencillas y de las que mejor resultado da, necesitarás vencer tu vergüenza y pedirle al frutero de tu barrio algunas de las cajas de madera que acumula a diario. Hazte con tantas como necesites y, cuando llegues a casa, píntalas con un spray del color que mejor combine con tu salón, atorníllalas unas a otras y, ¡voilá! Tendrás una estantería muy útil, bonita y barata.

Cuando las perchas se rompen o doblan, pierden su utilidad… ¿o no? Quizás ya no te sirvan para colgar la ropa, pero siguen siendo muy útiles como elementos decorativos para la casa. Por ejemplo, como sujeción para dar forma a las plantas.

Si tienes alguna de estas perchas de metal o plástico, guárdala y hazte con una planta trepadora. Deja que se asiente en su tiesto unos días y, pasado ese tiempo, desenreda la percha y dale la forma que te de la gana, manteniendo los extremos combados para que puedas enterrarla bien en la maceta. Después, enreda los tallos alrededor de la percha, para que crezcan con la nueva forma que tú quieres, y entiérrala en la maceta. En pocas semanas, tendrás una planta que dará gusto verla.