Las protectoras de animales están llenas de perros y gatos que buscan un hogar. En ocasiones, y por desgracia, hay animales que se pasan gran parte de su vida esperando a ser acogidos por alguna familia y no lo consiguen por diferentes motivos.
Wolfgang es un precioso beagle de seis años que pesa 40 kilos, y precisamente por su peso tuvo que hacer frente a muchas negativas cuando la gente iba a visitar la protectora en la que se encontraba. Parecía que nadie quería adoptar a un perro que triplicaba su peso recomendado, lo cual podría generarle en un futuro cercano múltiples problemas de salud.
Sin embargo, cuando menos se lo esperaban llegó Erin McMannis, una abogada de Phoenix (Estados Unidos), que se enamoró de Wolfgang y decidió asumir este desafío. Desde que se conocieron, los dos no han dejado de trabajar para conseguir su ambicioso objetivo: perder los kilitos de más que le sobraban entonces.
Wolfgang había sido abandonado y tanto su nueva dueña, como la protectora, pensaban que le costaría más adaptarse a la vida saludable y al ejercicio, pero no, el perrito está encantado con seguir su plan de entrenamiento.
Erin y Wolfgang tuvieron que empezar poco a poco con sus sesiones de entrenamiento. Lo primero fue lograr que el perro entrase por la puerta de casa. Una vez lo consiguieron el resto fue rodado. El animal está muy feliz de entrenar e ir perdiendo peso poco a poco.
"El veterinario está encantado", confesó Erin en el programa estadounidense 'Today', "Wolfgang había sido abandonado, sabemos que hay una historia horrenda detrás. ¿Cómo se va a ir por su propio pie un perro pequeño de casi 40 kilos que no puede casi andar por las calles?".
Erin explicó en el programa que nadie en la protectora conocía o sabía nada de los dueños previos y, por tanto, desconocen también a día de hoy cómo había ganado tanto peso. Sin embargo, ella y su familia tenían algo de experiencia acogiendo animales y ya habían ayudado a otros perros a perder peso, por lo que decidieron tomar las riendas del problema de obesidad de Wolfgang. No era la primera vez que la abogada se enfrentaba a una situación de este estilo y la verdad es que no puede estar más contenta con la labor que está haciendo.
En cuanto el perrito fue adoptado su estilo de vida cambió. Un veterinario le marcó un plan a seguir y este ya ha dado sus frutos. Lo primero fue descubrir qué era lo que le pasaba: un problema de tiroides. Así que se le dio la medicación y empezó con una dieta estricta para poder perder peso de manera saludable.
Ahora, Wolfgang vive feliz y encantado con su dieta basada en carnes blancas y verduras. "Ya no pide chucherías entre comidas", asegura Erin. "Las verduras le están ayudando a sentirse más lleno y satisfecho".
Además, su estilo de vida ha cambiado y en vez de pasarse la mayor parte del día durmiendo se lo pasa jugando con el resto de perros de la familia. Pero no solo eso, también acude a clases de acuafitness para perros en el veterinario.
Y, como era de esperar, todo este esfuerzo ha tenido su recompensa. Según cuenta la familia de Wolfgang en su perfil de Facebook, el perro ha perdido ya más de 20 kilos desde que lo acogieron. Ahora mismo pesa 18 kilos y no piensa rendirse, ya que su peso ideal está en los 15 kilos y no le queda nada para conseguirlo.
Este perro es toda una estrella de internet. Su dueña le abrió un perfil en Facebook y otro en Instagram para ir informando de sus progresos a sus seguidores. Ahora, Wolfgang se ha convertido en todo un ejemplo a seguir y en sus cuentas tiene miles de followers.
"Esperamos que Wolfgang sea un ejemplo para todos, sobre todo para demostrar que los perros que viven en protectoras pueden ser unas magníficas mascotas", insiste Erin. "Creo que Wolfgang es un gran ejemplo que muestra lo que pasa cuando no te das por vencido", concluye.