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Cuidado con el perro y la terraza: precauciones para evitar que sea un espacio inseguro

  • La terraza debe ser un espacio seguro para el perro. Hay que eliminar objetos pequeños que puedan ser peligrosos y nunca dejarlo encerrado, entre otras precauciones

Dichoso el que tiene perro porque vivirá una segunda vida: correrá con su animal y perderá el resuello, redescubrirá el placer infantil de rodar por la hierba y aprenderá la sabiduría del vínculo al compartir su vida con otro ser vivo. Dichoso aquel que toma precauciones para que su animal esté sano y contento, sobre todo en verano y con los peligros de la terraza a la vista.

Hoy te contamos qué precauciones debes tener en cuenta si tienes terraza y no quieres ningún percance con tu perro.

Toxicidad de las plantas

Casi todos los veranos nos desayunamos con alguna noticia desagradable en la que se nos habla de cierto perro (foto felicísima, soleada, del bicho) que se ha comido un trozo de comida lleno de alfileres porque algún desalmado lo ha puesto ahí a propósito. Del mismo modo que ponemos mucho ojo para que nuestro mejor amigo no se lleve nada extraño a la boca cuando lo sacamos al parque, hay que tener mucho cuidado para que, entre hociqueo y hociqueo, no le dé por tragarse, por ejemplo, las hojas de nuestra azalea. Hay multitud de plantas que quedan de lo más vistosas en nuestras terrazas. La mala noticia es que algunas pueden ser venenosas (narcisos, tulipanes, rododendros, adelfas) y, si no ponemos atención, nuestro perro puede merendárselas e intoxicarse. Ponlas en alto, si te es posible.

Quita objetos peligrosos

Fíjate si en la terraza hay tirado algún objeto de cristal o punzante que tu perro pueda tragarse por descuido. Debe ser un espacio seguro, y esto significa eliminar cualquier amenaza, sobre todo si vamos a dejar al perro a su aire mientras pasamos el día fuera de casa.

Vigilar la temperatura

En verano, el calor extremo afecta a nuestros animales más o menos de la misma forma que lo hace con nosotros. Puedes permitir que tu perro se entregue al sueño de los justos a las horas más frescas del día, pero en las de más calor tendrás que enseñarle a permanecer dentro de la casa. Un golpe de calor puede ser muy peligroso para él. Algunos se asfixian, y otros no lo cuentan. Nunca hay que permitirles pasar más de tres horas en la terraza, especialmente en las horas-sartén del día.

Agua siempre a punto

Otro básico imprescindible del cuidado de tu perro si tienes terraza es tener controlada la cantidad de agua que consume. No debe faltarle. Nosotros nos deshidratamos bastante rápido en esta sartén urbana, pero tu animal lo hace al doble de velocidad al consumir una mayor cantidad de energía y tener más pelo y grasa envolviendo su cuerpo. Haz que su bebedero esté siempre lleno.

Dejar la puerta de la terraza abierta

Los perros necesitan moverse (y destrozarte el sofá). Ya te hemos dicho que no puedes controlar el calor que va a sufrir el animal durante el día cuando no estés en casa, así que razón de más para no dejarlo encerrado en la terraza bajo ningún concepto. Dale la movilidad que necesita para que pueda recorrer la vivienda y entretenerse el tiempo que no estás a su lado. Tampoco conviene dejarles mucho tiempo solos. Los perros también sufren estrés y episodios de ansiedad cuando su rutina se ve amenazada o hay cambios bruscos.

Cuidado con los petardos

Puede ser difícil hacer este tipo de predicción, pero el bienestar de tu mascota es importante. Si va a celebrarse alguna fiesta o evento con petardos, procura no dejar a tu can encerrado en la terraza durante ese rato. Puede sufrir muchísimo y estresarse. Los perros tienen un oído hiperdesarrollado, y lo que para ti es un simple petardillo, para ellos puede ser una orquesta sinfónica de terror.

Sombra artificial

Si tu terraza es espaciosa, es recomendable que busques alguna manera de darle una sombra al animal. Puedes utilizar un toldo o alguna sombrilla colocada a tal efecto para proporcionarle una zona al aire libre dentro de la casa sin tener que restringir su movilidad al interior.

Cachorros voladores

Es probable que si tu bebé de meses ve Superman quiera probar la resistencia del aire y el planeo desde la terraza. Está en la naturaleza curiosa de los niños meter los dedos en un enchufe o volar desde los balcones. Pasa lo mismo cuando un cachorro, nervioso como un alambre, descubre el balcón o la terraza y quiere investigar qué es esa cosa comestible de abajo (la calle). Fundamental vigilarlos y, si no es posible tenerlos todo el tiempo alejados de la terraza, instalar una malla tupida o algún tipo de cerramiento que impida al perro colarse por los huecos y caer desde las alturas. Solo sale bien en los dibujos animados.