Los tres paseos reglamentarios de cada día, la dosis de mimos de media tarde, la hora de la siesta con su cabeza apoyada sobre tus piernas, jugar a tirarle la pelota hasta que os aburrís y consentirle, en ocasiones, más de la cuenta. RT si tú también cumples una rutina similar con tu compañero de cuatro patas.
Los canes, al igual que los humanos, son animales de costumbres y es fundamental que le hayas acostumbrado desde cachorro a satisfacer sus necesidades básicas -alimentación, entrenamiento e higiene- en un horario determinado. Por lo que, para seguir con este envidiable currículo educativo es muy importante que le dediques tiempo a su estimulación mental.
Seguramente hay momentos en los que ya no sabes a qué jugar con tu perro -más allá de lanzarle la pelota-, para mantenerle entretenido y es que un perrete ocupado, es un perrete feliz. En Yasss, volcados en su felicidad y también en la tuya, te ofrecemos una serie de juegos con tu perro para potenciar su inteligencia, a la vez que reforzáis vuestro vínculo… ¡Los dos lo agradeceréis!
Escoge uno de sus juguetes o un premio que sepas que es su fav, muéstraselo, hazle esperar fuera de la habitación y escóndelo en algún lugar seguro -para evitar que se haga daño buscándolo-. Después déjale entrar para que rastree cada esquina, hasta dar con él.
En el caso de que seáis dos en casa podéis formar parte del juego escondiéndose uno, mientras el otro le acompaña dándole pautas como: “¿Dónde está?”, “Venga, búscale,”, “A ver si le encuentras”...
Con esta actividad, además de estimular su instinto de búsqueda y rastreo, lo pasarás genial grabando el momento para echarte unas risas.
Pon tu piso patas arriba con una hilera de sillas por el pasillo, seguidas de cojines en zigzag que lleguen hasta una habitación y allí continúa colocando más obstáculos, como una pequeña escalinata hecha con cajas sólidas, que lleguen hasta el ansiado premio.
La finalidad es que tu peludo tenga que sortear todas las dificultades que le has puesto en el camino -pasando por debajo, por un lado, o saltando- y desarrolle la capacidad para solucionar problemas.
Recuerda que la seguridad es lo primero, comprueba la resistencia de los objetos que vas a usar -en el caso de que tenga que pasar por encima-. Estará encantado de aceptar el reto, pero tampoco te vengas muy arriba.
Esparce bolitas de pienso en una alfombra tupida -si no tienes, coge varias toallas y sus pliegues te servirán a modo de barrera-, en el caso de que no le motiven lo suficiente usa pequeños trozos de premio -salchichas, golosinas caninas…-.
Mientras lo haces, tiene que esperar sentado a que le des la señal de arranque para comenzar a rastrear con su olfato y vista. Qué mejor premio que un delicioso snack, mientras se mantiene cognitivamente activo y ágil.
También puedes comprarle una alfombra de olfato -en Amazon o en tiendas especializadas tienes diversos modelos entres los que elegir-, diseñada con pequeños recovecos hechos de tela resistente y aumentar la dificultad del juego.
Coge tres vasos o pequeños envases de plástico, enséñale el premio a tu perrete para que lo huela y escóndelo bajo uno de ellos. Ahora muévelos de posición -como si de un trilero profesional te trataras- y cuando pares deja que su olfato sea el encargado de descubrir donde se encuentra el alimento.
Puedes ir aumentando el nivel de dificultad -tanto en este juego, como en los demás- pero ten en cuenta que, si te pasas puedes hacer que se frustre y acabe perdiendo todo el interés.
La alternativa a estos entretenimientos caseros, son los numerosos juguetes interactivos cognitivos que existen -también disponibles en Amazon y en tiendas de animales-.
Entre los más populares destacan los Kong, un juguete masticable -similar a un pequeño muñeco de nieve hueco-, hecho de materiales resistentes y en diferentes tamaños, en el que se introduce la comida. La finalidad es que tu perrete encuentre la forma de acceder a ella. Hay variantes que aumentan la dificultad, -como las pelotas huecas para rellenar-, ideal para aquellos que coman con ansia.
Otra opción son los puzzles, superficies con tapaderas, trampillas o pequeños obstáculos que tienen que ir resolviendo hasta llegar a la sabrosa recompensa.
Y es que además de acabar con el aburrimiento -sobre todo cuando se queda solo en casa, mientras estás en clase o trabajando-, todos estos juegos son muy beneficiosos para controlar su ansiedad a la hora de comer; potenciar todos sus sentidos y mejorar su inteligencia -agilizando su imaginación y conocimiento-. Prepárate para llenar tu feed de Instagram con fotos y vídeos de tu perro disfrutando y pasándoselo en grande, al igual que tú... ¡Tenéis los likes