Un perrete sano es un perrete feliz si su alimentación es equilibrada y adaptada sus características
Dependiendo de la raza y el tamaño, entre otros factores, deberás darle a tu perrete alimentos con unas propiedades u otras
Lo ideal es echarle de comer una o dos veces al día, si le sobrealimentas puedes provocarle problemas físicos
Con el verano a la vuelta de la esquina, seguramente ya lleves varias semanas con el mood operación bikini. Es la época clave para dejar a un lado los excesos del año -después de verano ya te planteas si retomarlos-, el sedentarismo y la mala alimentación.
Todo por lucir body frente al espejo en ropa de baño y que los likes se disparen y la bandeja de Instagram se llene de 'DMs'. Esta opción es bien, no hay duda, pero recuerda que tu salud mental y física es más importante que el postureo y los followers. Por lo que, si decides adoptar de una vez un estilo de vida fit, que sea por motivos saludables.
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Y es que la alimentación es un factor clave para mantener un buen estado de salud, ya no solo para ti… ¡también para tu perrete! Quizá nunca te has parado a pensar si tu mascota sigue una dieta equilibrada -rica en nutrientes y moderada en grasas-, algo fundamental para que viva más y mejor.
En Yasss, que queremos que tu perro envejezca sano y feliz junto a ti, te damos las claves para que tenga una alimentación equilibrada.
¿Comida húmeda o comida seca?
Tienes la opción de alimentar a tu peludo con pienso o con comida húmeda, esto dependerá realmente de tus preferencias y de las suyas. Lo ideal sería una mezcla de los dos tipos para fortalecer sus dientes y que se acostumbre a ambas texturas. Eso sí, tendrás que darle a probar, ya que puede aborrecer una de ellas y deberás retirársela para ofrecerle únicamente su favorita.
Sea cual sea la que elijáis, comprobarás que cualquier producto de calidad le proporcionará un equilibrio nutricional óptimo. Es muy importante que acudas al veterinario, en el caso de que tenga algún problema de salud -como sensibilidad estomacal o alergias alimentarias-, para que te ofrezca una dieta adecuada a sus limitaciones.
Las diferentes modalidades
Dependiendo de la raza, edad, tamaño, estilo de vida y patologías, existen diversos tipos de comida equilibrada, que se adapta a las necesidades específicas de cada uno. Por lo que no te rayes y opta por el más apropiado para tu mascota.
Por ejemplo, las razas pequeñas queman energía a gran velocidad -son de metabolismo rápido-, por lo que pueden necesitar el doble de calorías diarias que las de mayor tamaño -sobre todo si son animales muy activos-. En este caso la dieta a seguir debe contener proteínas adicionales y ser ricas en grasas y carbohidratos para proporcionarles ese chute de energía extra que necesitan.
En el caso de que tu perrete sea de mayor tamaño -siendo tu metabolismo más lento-, el pienso adecuado es aquel con menor materia grasa y mayor concentración de proteínas, pues regulan el control del aumento de peso -que puede afectar a las articulaciones y órganos vitales-.
Estos productos además de aportar equilibrio en su alimentación se adaptan al tamaño de sus mandíbulas. Mientras que a las razas pequeñas se les ofrece piezas de menor dimensión ajustadas a su boca y estómago, a las grandes se les presenta en pedazos de mayor grosor para que tengan que masticar más, en lugar de engullir como locos.
Si tu compañero de cuatro patas es muy activo, tendrás que optar por una dieta con mayor cantidad de grasas, proteínas y vitaminas como la B12 -que le ayuda a transformar los alimentos en energía-, o la 'E' -que favorece la recuperación de sus músculos eficazmente, tras una jornada de actividad alocada-.
Si, por el contrario, es más sedentario necesitará menos grasa y en este caso tendrás que decantarte por la formula light, que evitará el aumento de peso.
A tener en cuenta
Una vez que tienes controlado qué tipo de alimento es el más apropiado para tu peludo -dependiendo de sus características-, te explicamos varios factores que debes tener en cuenta a la hora de ofrecerle una dieta saludable.
- Frecuencia: Dependiendo de la raza, lo recomendable es alimentar a tu can una o dos veces al día. Si es pequeño quizá necesite comer con más frecuencia que uno grande, que también pueden disfrutar de dos comidas diarias, pero con raciones más pequeñas -no hagas que su plato rebose-. En el caso de que te preocupe cuantas veces al día tienes que darle de comer, no dudes en pedir ayuda a un especialista.
- Un lugar cómodo: Reserva un rincón tranquilo de tu casa -alejado del caos de la vida doméstica-, para servirle la comida en su plato limpio. Si ves que la superficie provoca que el recipiente se deslice, usa un comedero antideslizante o coloca una esterilla de goma bajo el mismo. Si tu perro es de los que devora -en lugar de comer-, utiliza un comedero especial antiglotones para que se vea obligado a comer más despacio.
- Ni mucha, ni poca: La cantidad de comida que debes echar a tu perro dependerá de la raza, tamaño, si es activo o no y de su forma física -echa un ojo siempre a las instrucciones que hay en el envase, aunque recuerda que son orientativas-. Por lo que debe ser la necesaria para que mantenga una forma física saludable. Comprobarás que está en el peso apropiado si puedes notar sus costillas fácilmente -sin llegar a verlas o sin percatarte de gran cantidad de grasa a su alrededor-, y si puedes ver una cintura definida -al mirarlo desde arriba, sin que se formen pliegues a los lados al caminar, o tenga una retracción abdominal marcada-.
- Golosinas: Los premios siempre son necesarios, de vez en cuando, para recompensarle por un trabajo bien hecho. Pero recuerda restar este extra de calorías de su ración diaria, para evitar una sobrealimentación. Lo recomendable es limitar las galletas, golosinas o snacks a no más del 15% de la ingesta diaria. No obstante, lee las recomendaciones del envase y en el caso de que el veterinario no le permita disfrutar de estos premios -por la dieta impuesta-, usa una porción de su comida del día para premiarle, cuando se lo merezca.
- Prohibiciones: La salud de tu perrete es lo primero, por lo que nunca le des alguno de los siguientes alimentos, guarda tuit: carne cruda -puede provocarle una intoxicación alimentaria-; huesos -tanto los pequeños, como los grandes contienen pequeñas astillas que pueden ocasionar obstrucciones intestinales, asfixia y dañar sus dientes-; chocolate, cebolla, uvas o pasas -que pueden llegar a producir intoxicaciones, malestar físico y hasta la muerte-.