La llegada de los rigores del calor no es excusa para dejar de pasártelo bien con tu mascota. Es verdad que en verano nos entra una pereza mineral cuando se trata de hacer deporte, pero también es cierto que el runner siempre será runner y se las ingeniará para vencer a las lindes ardientes del calor; y mejor, claro, si hacemos que nuestro mejor amigo nos acompañe. Además, hacer deporte con tu perro es una estupenda forma de fortificar el vínculo entre vosotros y asociarlo al placer. El animal estará más ágil y fuerte y además te hará más caso.
Hoy te contamos algunas maneras de combinar el paseo de tu mascota con una buena sudada.
La primera idea que nos viene a la cabeza es la de la carrerita, con esos runners que se atan la correa a la cintura y compiten a trote cochinero con su perro por ver quién llega antes a la meta. En este caso tendrás que planificar las salidas a las horas en las que el calor no haga de vuestros cuerpos una Sodoma y Gomorra (tu bienestar es importante pero el de tu perro también; y a los canes también puede darles un tabardillo si el calor es excesivo). Hay arneses especiales diseñados para poder correr con tu perro sin perder seguridad: suelen constar de un cinturón más ancho que una correa para que el portador no sienta en exceso los tirones de espalda si el animal sigue un rastro y se emociona.
La carrera podéis cambiarla por la excursión por el campo pertrechados de bebedero, mochila y un buen bocata para la siesta en la sombra. El trekking con el perro es una forma de deporte con mascota muy popular en países centroeuropeos como Alemania. Tiene lo mejor de la marcha por la montaña y además es un estupendo entrenamiento para tu animal. Existe la posibilidad de que el terreno sea más escarpado de lo normal, en cuyo caso tendrás que agenciarte unas botas para el perro (existen, te prometemos que existen).
Una modalidad de deporte para el campo. Deberéis evitar las carreteras y otros tramos donde tú y tu perro podáis acabar hechos carne picada en el arcén, y en ningún caso debes forzar el físico de tu perro al extremo yendo a demasiada velocidad. Como en otros casos, tendrás que planificar la intensidad de la actividad para que los dos lleguéis al final de la carrera sin derretiros de cansancio por el camino.
Al perro puedes montarle un circuito si dispones de un jardín o de un espacio amplio en el que colocar las barreras y los saltos. Puedes añadir además una pelota. Lo ideal es que ambos hagáis el recorrido. Si tú te esfuerzas por dar esos saltos, escalar ese pequeño muro o arrastrarte debajo de las tablas (dependerá de lo complicado que sea el circuito que hayas diseñado) el perro entenderá que tiene que seguir tus pasos. La modalidad más exigente de este tipo de actividad deportiva con tu perro es el llamado flyball.
Existen también circuitos de agility en diversos parques España, diseñados especialmente para que los perros realicen circuitos de obstáculos y pongan a prueba su forma física. Hay diversos tipos para fortalecer los diferentes músculos del animal y sus reflejos: vallas, neumáticos, pasarelas, caballetes, túneles rígidos, si bien es cierto que para hacerlos de forma correcta tu perro tiene que estar muy bien entrenado y tú tienes que ser un buen guía.
Del trotecillo y la sudada podéis pasar al triscar, bucear y chapotear en un lago o una ría. Es importante tener en cuenta que no todas las razas de perros saben nadar. Algunas tienen este interruptor encendido por instinto (terranova, golden retriever, labrador, perro de aguas, caniche), otras muchas pueden aprender si salís juntos a menudo y lo estableces como parte de su entrenamiento, y habrá otras razas de perros que serán más bien un trozo de carne floja flotando entre espasmos antes que una criatura bien adaptada al medio acuático (los bulldog, el dulcísimo, por aplastadito, pug). Asegúrate de informarte antes si tu perro es de raza nadadora, no tengas que hacerle el boca a boca a lo romance salvaje. Este deporte es buenísimo para que el animal pierda peso y fortalezca los músculos sin dañarlos, y además les suele gustar mucho.
Una práctica importada de Estados Unidos y su pesadísima filosofía del pensamiento positivo es el ‘saludo al sol’ con tu perro, aunque a ver quién es el listo que consigue mantenerle quieto mientras comienzas a estirarte y a practicar las posturas yogui en equilibrio. En todo caso, el doga, o yoga con perro, es otra nueva manera de fortalecer el vínculo con tu can, reducir el estrés y alcanzar la serenidad.