Más de una vez habrás oído ya hablar sobre la practica 'Agility' para perros, o paseando por tu ciudad te habrás topado con algún parque canino que cuenta con un circuito de 'Agility', y quizás te habrás preguntado que qué es eso, o incluso te habrás puesto a probarlo. Cualquier circuito de este tipo que se precie, deberá tener, al menos: un tubo de unos 2 o 3 metros de largo y medio metro de diámetro, una especie de rampa subibaja considerablemente grande, unas vallas con unos palos que se pueden colocar a diferentes alturas, unos palos colocados en hilera con una separación entre ellos de un metro, y por supuesto, un neumático enganchado a dos postes.

Este deporte canino se utiliza para ejercitar la agilidad, física y psíquica, de los perros. La practica de Agility consiste en una serie pruebas consecutivas, estilo yincana, que el perro tiene que aprender a superar en el menor tiempo y con la mayor precisión posible. Hoy en día, ya existen hasta competiciones deportivas oficiales de Agility para perros. Se trata de un deporte de perros que cada vez tiene más adeptos y aficionados.

Y es que esta disciplina es buena y recomendable para todos los perros, sin importar su tamaño ni raza. De hecho, hay unas ciertas razas y tipos de perros que necesitan, en especial, practicar este deporte canino. Los perros que son de consistencia fibrosa y que son más activos de lo habitual agradecen practicarlo casi a diario, así pueden hacer la ingesta alimenticia recomendada para su metabolismo y desarrollar esa musculatura propia de su raza, además de perder toda la energía que generan. Otra raza de perros que disfruta en especial el Agility, y que suelen ser de las mejor consideradas en esta practica, son los Boder Collie. Esta raza de perros necesita hacer juegos en los que su mente esté distraída, y más que hacer ejercicio físico, lo que más necesitan es hacer deportes didácticos, que les haga pensar y estar concentrados en algo. Necesitan sentir especialmente que son útiles, si no los Border Collie pueden llegar a frustrarse, y hasta generar hasta mal carácter.

Conseguir superar las barras, los túneles, las rampas y las vallas hace que los perros estén concentrados en todo este recorrido y que ejerciten su memoria, ya que tienen que recordar cómo tienen que pasar por los distintos elementos del Agility, a la vez que están haciendo deporte. Hay diferentes pruebas que han de superar, algunas más sencillas y otras ya que necesitan más entrenamiento y dedicación.

Para empezar, lo mejor es que el perro se familiarice con los distintos elementos del circuito y los vaya conociendo poco a poco. Es recomendable que quienes vayan a practicar este deporte con el perro se muestre las primeras veces entusiasmado por los distintos elementos que componen esta yincana, delante del perro. Si nos ponemos a hacer los ejercicios cómo los debe aprender a hacer nuestro perro, él podrá fijarse y tener más interés por esta practica.

Una vez que el perro ya conozca los elementos y disfrute de ellos, hay que empezar con la disciplina. La mejor técnica, para adiestrar a los perros en cualquier tipo de actividad –sea de la índole que sea– es apostar por la educación basada en el reforzamiento positivo: premiarle con snacks y ensalzar mucho sus logros. Además, el uso de ciertos sonidos nos ayuda a que el perro vaya aprendiendo qué es lo que tiene que hacer, según la exigencia del elemento de por el que va a pasar.

Al principio, tendremos que ir más lentos, y luego el ritmo se puede ir subiendo, conforme el can vaya aprendiendo correctamente las técnicas. Habrá días que el perro esté más activo y colaborativo, y otros días puede que no tanto. Por eso, si pudiéramos hablar de algún ingrediente secreto para llegar a practicar el Agilty con perros con éxito, sería la paciencia. Sin embargo, una vez que ya los dos tengáis todas las técnicas dominadas, tu perro te pedirá ir juntos a practicarlo y se volverá loco cuando vea uno de ellos.

En este deporte tu peludo no sera el único que se ejercite, ya que serás el encargado de guiarle y comunicarte con él durante el recorrido mientras corres a su misma velocidad y estás pendiente de que haga debidamente los tramos. Vamos, que al final practicar Agility es un deporte de perros, pero también para humanos.

El perro conoce así una disciplina, y aprende a vivir en mejor armonía con sus cuidadores. Ese tiempo que pasamos juntos lo agradecen infinitamente, y cuando llegues a casa, el perro estará agotado. La comunicación entre el perro y la persona, si practican juntos, se reforzará mucho más y con una sola mirada os entenderéis.

Son muchos los beneficios que te aporta practicar Agility con tu fiel compañero: los dos hacéis deporte, practicáis la concentración y la paciencia, os conocéis mucho mejor y os convertiréis en el mejor de los equipos en todos los aspectos de vuestras vidas.