Desde que Instagram ha implantado su reino en nuestras vidas hay un elemento con el que no contábamos: la popularidad de los animales y su facilidad para captar likes, y específicamente, las mascotas de las celebrities y los influencers. Tal es su alcance, ladrido y maullido, que muchos famosos deciden tarde o temprano hacerle una cuenta de TikTok o Instagram a su cobaya, su cerdo vietnamita o su tiranosaurio para ganar seguidores. En algunos casos, el destino se vuelve en contra estas celebrities. De pronto, por sorpresa, esa ricura de bicho que sale tan bien en las fotos ha terminado por acaparar mucha más atención que sus malogradas carreras.
En 2019 se realizaron millones de búsquedas en Google para averiguar qué aspecto tenían estos bichos influencers que los famosos adoran. Hoy te hablamos de los que más lo petan.
Se rumorea que la vida de Blue, el perro de Tom Hardy, tiene más o menos la misma trama que alguna película de animación de Disney o Pixar. El actor trajo a este nuevo amigo a su vida después de morir su anterior mascota, un perro de otra raza.
Blue, literalmente, tiene su propia puerta privada para pasar al interior los estudios Warner Bros, donde el actor rueda algunas de sus películas o dobla las cucharas de la cubertería cuando tiene uno de sus ataques de ira (o ha bebido). Quiere tanto a esta alimaña peluda que incluso se lo lleva a los programas infantiles de la BBC (‘Bedtime Stories’) para que lea cuentos de princesas y guisantes a los niños británicos.
Al modo de una Cleopátra con su séquito de canes, Jenner es la dueña de este clan de dos dobermans que lo petan en Instagram.
Ariana Grande tiene un cerdo. Ariana Grande es una persona sabia que destaca por su excelente gusto para las mascotas, fuera de las elecciones más socorridas. Para el nombre de sus perros también ha sido excéntrica. Parecen la lista de ingredientes de un batido de proteínas carísimo o un glosario loco de filtros de Instagram: Coco, Lafayette, Cinammon, Pignoli, Snape, Lily y Strauss.
El caso paradigmático de mascota de famoso que revienta Instagram por su cuenta. Un millón de seguidores. Vaya, ya podía regalarnos alguno. ¿Alguna vez entrará Oskie en el dormitorio de Bieber para matarlo mientras duerme, cumpliendo así el mandato de Hamlet? “Ladrar o no ladrar, esa es la cuestión”.
Responden al nombre de Dra. Meredith, Olivia Benson y Benjamin Button (¿será un gato con una cara de anciano y parte del rostro de un bebé, todo mezclado y agitado para dar un poco de cringe?) Son asquerosamente famosos. Fueron las mascotas más buscadas en el buscador Google el año pasado. “Gatos Taylor Swift quieren dominar el mundo”. “Gatos Taylor Swift consejos amorosos”. Cosas así debieron buscar los usuarios.
Otro bichejo con su propia legión de seguidores es el de Katy Perry. El sexto más buscado en las catacumbas de Internet. Se llama Nugget, indicio de que debió adoptarlo o comprarlo mientras sufría un ataque gastrointestinal y un hambre atroz. En su momento, Perry quiso que Nugget fuera vegano, y se llevó un mordisco de sus fans y del perro, que probablemente pedía chuletón sanguino en lugar de crudités de zanahoria infusionados.
A la espera de que llegue el 26 de febrero y se estrene el próximo documental dedicado a una de nuestras cantantes favoritas, tenemos a Shark. Este perrete que está para mojar pan se llevó más de 40.000 búsquedas en Google el año pasado. “Has hecho mi vida 10.000 veces mejor, pequeño”.
La cantante aprovecha siempre que puede para recomendar a las personas que estén interesadas en tener perro que es mejor adoptar antes que comprar.