Parece ser que en la nutrición de tu minino hay siempre tres o cuatro básicos que te vas a encontrar en las recomendaciones de los veterinarios y especialistas. Uno de ellos es la taurina, un componente bastante desconocido para el que no está muy versado en cuestiones nutricionales para mejorar la vida de nuestra mascota cazadora. En cuanto lees un poco, te darás cuenta de que hay que tenerla muy presente para alimentar a tu gato.
En Yasss te hablamos de la taurina y de cómo puede ayudar a tu mascota a estar mejor.
Suele clasificarse a la taurina como aminoácido, aunque en realidad es un ácido orgánico, uno de los 4 que vienen del sulfuro. La puedes encontrar en las células de los tejidos de muchos animales, sobre todo gatos y perros. Históricamente, su nombre proviene del toro: el primer animal del que fue sintetizada en 1827 por dos científicos germanos. A nosotros los seres humanos también nos toca de rondón: sigue de moda en ciertas bebidas energéticas, pero imprescindible, lo que se dice imprescindible para nosotros, no es.
La particularidad de la taurina es que, a diferencia de los perros, cuya suplementación de cisteína y aminoácidos similares en la dieta es más leve, ningún gato puede sintetizarla en cantidad suficiente como para que no necesites añadir cierta cantidad regular en su dieta. Más te vale tenerlo en cuenta. ‘Es esencial o semiesencial’, eso te va a decir cualquier veterinario al que consultes. Tendrás que incluirla tú en la alimentación de tu animal y estar pendiente de cuándo está tomando suficiente cantidad.
La taurina es fundamental en la creación de las sales biliares, la digestión lenta y cómo absorbe tu gato distintos tipos de vitaminas solubles. Es decir: la necesita para procesos relacionados con el buen funcionamiento del corazón (el miocardio contiene una alta concentración de taurina), el cerebro, el sistema inmune, y, aspecto fundamental cuando quieres que tu gatito tenga descendencia, el proceso reproductivo y el crecimiento normal de las crías en el útero. También influye directamente en la buena salud de los ojos (la retina).
Una dieta de gato sin taurina le traería a tu animalico problemas graves de vista y coordinación motora, además de que la falta del ácido orgánico afectaría a sus huesos. Afortunadamente, gran parte de los preparados y piensos para gato la contienen en su información nutricional y no deberías preocuparte demasiado.
Tanto si consultas a la FEDIAF como a cualquier otra fuente oficial la recomendación es echarle un vistazo a los componentes del pienso (seco o de otro tipo) de tu gato y hacer una simple regla matemática. La cantidad recomendada es de 100mg de taurina por cada 100 gramos de alimento en un pienso seco, y 200-250mg por cada 100g de pienso húmedo.
Si la cumple (y seguro que así es), perfecto. Si hay déficit en el contenido nutricional del producto, entonces tendrás que suplementarla tú mismo en la dieta de tu minino y mezclarla con el alimento que esté tomando. Existe la taurina en polvo y se puede conseguir con cierta facilidad, incluso si la encargas en Amazon. Consulta previamente el origen del producto para cerciorarte de su calidad y origen fiable.
Recuerda además que, si estás pensando en afinar la dieta de tu gato, es un animal carnívoro y el contenido en frutas y verduras no puede superar el 10% del aporte alimenticio semanal. Su sistema digestivo no está preparado para procesar los alimentos de origen vegetal, y además la taurina no es un componente de este tipo de alimentos.
Ten en cuenta que hay muchos alimentos ‘buenos’ para tu gato que, además de taurina, tienen un buen aporte nutricional en la dieta del minino: huevos (contienen proteínas y aminoácidos esenciales); pollo o pavo (vitaminas, grasas; alto contenido en taurina); carne de ternera (vitaminas y grasas; taurina en menor cantidad); hígado de pollo (taurina alta, vitamina A y ácidos grasos Omega 3 y 6) pescado azul tipo atún fresco, caballa o salmón (acidos grasos omega3 y oleico, taurina y vitaminas del grupo B).
Dato importante: el atún enlatado no contiene taurina. Se lo puedes dar tu gato de vez en cuando, pero jamás como alimento principal.