Si durante la cuarentena eres de los que cada mañana lo primero que hace después de desayunar y llevar a cabo la rutina de aseo es ponerse frente al ordenador porque tienes que teletrabajar, es porque eres todo un afortunado. Piensa en todos aquellos que se han visto obligados a no volver a sus puestos de trabajo y están sufriendo las consecuencias de los ERTE.
Pero si además estás confinado con tu mascota eres un auténtico winner. El teletrabajo, además de mantenerte entretenido durante ocho horas, hace que sigas mentalmente activo y no te oxides, algo que junto a la compañía que te ofrece tu perrete -y un poco de ejercicio, no seas vago-, hacen que tu día a día sea más ameno y productivo.
Así que si te ves sobrepasado porque tienes que teletrabajar y además hacerte cargo de tu perro… ¡Cero dramas! En Yasss te damos las claves para que compagines tu faceta profesional con la de cabeza de familia 'perruna' y te sobre tiempo para aceptar algún challenge.
En plena pandemia por coronavirus, salir a la calle a pasear a tu mascota es toda una fortuna; una bendición divina; el mejor regalo de cumpleaños de toda tu vida. Con la excusa de bajar durante unos minutos a la calle -no hay que abusar del paseo- podrás disfrutar del aire fresco y de los rayos del sol primaveral.
Organízate de tal manera que los paseos no afecten a tu rendimiento laboral y no supongan un sobreesfuerzo al transito intestinal, ni a la vejiga, de tu perro.
Lo ideal sería hacer una salida a la calle antes de ponerte a trabajar -de buena mañana-, otra en mitad de la jornada, -aprovechando la hora de comer- y otra después de haber finalizado con tus tareas, -previa a la cena es bien-. En el caso de que tu horario sea de tarde/noche, el paseo de la mañana y el del mediodía no te supondrían problema alguno, mientras que el último del día podías aprovecharlo en la hora de la cena.
Aunque las escapadas diarias son toda una desconexión -tanto para ti, como para él- no abuses de ellas y no estés más tiempo del necesario en la calle, con una vuelta a la manzana en lo que hace sus necesidades y estira sus patitas, es suficiente.
Si algún día la sobrecarga de trabajo que tienes es too much y ni siquiera tienes tiempo para darte un paseo hasta el baño, plantéate que algún vecino te eche una mano en los paseos diarios.
Con toda seguridad más de uno de tus vecinos estarán dispuestos a hacerlo, recuerda que la gente está deseosa de que la cuarentena acabe y poder pisar la calle. Por lo que, para ellos, que les prestes tu perro será un acto de humanidad sin precedentes. En el caso de que haya más perros en el vecindario, los dueños no tendrán problema en pasear a uno en cada mano -abortad el plan en el caso de que no se lleven bien-. Sin duda te convertirás en el vecino del año y acabarán ofreciéndose a bajarte la basura e incluso a hacerte la compra -pero tampoco te pases-.
Si más de uno se ofrece al paseo pueden organizarse por turnos o por días, como ellos prefieran. Ten claro que tu perro va a ser la vía de escape que necesitaban y van a crear un vínculo del que nunca se desprenderán, por lo que cuando todo esto acabe permite que vayan a visitarle, o incluso continúa ofreciéndoles los paseos comunitarios.
Pero tu perro no será el único que estreche lazos con los demás propietarios, ya que tú también lo harás y por fin las conversaciones de ascensor no tendrán que forzarse nunca más.
Pero si consideras que los paseos reglamentarios y tenerle la comida y el agua a punto, te convertirán en un super amo, estás muy confundido.
Son muchas las horas que ambos pasáis en casa, por lo que aprovecha en alguna pausa del teletrabajo para tomarte un descanso y dedicarle tiempo. Estrena ese juguete que aun tiene la etiqueta y juega con él tirándoselo para que te lo traiga -si no es de los que van a por la pelota, simplemente corretea con él por casa-. Aprovecha a practicar a que te de la pata o que directamente haga caso a tus indicaciones -no olvides premiarle cuando obedezca-. Mímale mucho y dale mucho amor, se lo merece por aguantarte durante tantas horas al día mirándote desde su camita con esos ojos amorosos. Y no olvides mostrar al mundo lo orgulloso que estás de tu perrete -que además es el más guapo entre todos los de su especie-, a través de las redes sociales… ¡Menos challenges y más stories de perros!
Es muy importante, ahora que tienes tiempo, que refuerces vínculo que os une y entiende que tú también tienes que luchar por su amor perruno, de lo contrario tus vecinos se llevarán todo el mérito y te acabará pidiendo a ladridos mudarse con el del 5ºA…
Y es que son muchas las ventajas de teletrabajar con mascota durante el confinamiento, así que basta de dramas y disfruta de lo que rodea. Recuerda la fórmula: 'Teletrabajo + mascotas = Winner'.