Tan solo un día después de que el Presidente declarase el estado de alarma de marzo, una chihuahua robó el protagonismo de un programa de talentos. Se trataba nada más y nada menos que de la perrita de Roberto Leal, el último presentador de Operación Triunfo, que en la gala 9 de la edición más reciente se quedó en el salón de su casa para presentar, desde allí, lo que pasaba en la Academia de canto e interpretación. Junto a él, en el sofá y entrando y saliendo de plano cuando quería, estaba su chihuahua Lola, una perrita que robó el corazón de todos los que la vimos desde casa.

Lo cierto es que Pepa, que ya había protagonizado anuncios de televisión y en ese momento acumulaba más de 35.000 seguidores en Instagram, era una celebridad canina antes del #OTYoMeQuedoEnCasa. Casi medio año después, Pepa tiene 10.000 seguidores más y toda una vida registrada en Instagram, aunque no es la única mascota que despierta pasiones en la red social. En Yasss te traemos algunas de las cuentas de animales más populares, para que compruebes que las mascotas también pueden ser influencers y, en ocasiones, posan mejor que tú y que yo.

Tener un padre famoso, ya lo sabes, ayuda a darte a conocer en el mundillo de la farándula. Es el caso de Macareno, el mejor amigo de Abraham Mateo, un carlino al que le encanta disfrazarse y comer pizza. Fíjate si gusta que, pese a no subir nada nuevo desde hace varios años, mantiene más de 60.000 seguidores.

¿Te acuerdas de la prota de ‘Un chihuahua en Beberly Hills’? Pues no hace falta irse hasta allí para conocerla. En España tenemos a Pippa, una chihuahua monísima que tiene más de 62.000 seguidores, toda una legión de fans que la siguen allí donde va. Es muy coqueta, le encanta la moda y viajar... y le pirran las lagartijas. Tiene el feed más cuidado que muchas influencers bípedas, y adelanta las tendencias (caninas) como nadie.

Blondi es un pastor alemán de seis años que, junto a su cuidadora, te enseñará todo lo que debes saber si convives con un perro en casa. “Hace 5 años me llamaban loca por crearle una cuenta de instagram a mi perra”, aseguraba su dueña en un post de hace unos meses. “Ahora no sabéis lo que me alegra que seamos tantos por aquí”. Más de 33.000 seguidores y cientos de publicaciones de mucha calidad las abalan; no te arrepentirás de seguirlas.

Aunque sus pies de foto estén escritos en inglés, Dylan, un perrito que acaba de cumplir siete años, es más español que la tortilla de patatas. En su cuenta de Instagram podrás disfrutar de su preciosa carita y de su día a día, que va desde carreras benéficas hasta siestas en familia.

No hay perro más mono que Baloo, la mascota del futbolista Sergi Roberto y la modelo Coral Simanovich. De hecho, el poodle también es modelo, y quizás eso explique los casi 60.000 seguidores que tiene en Instagram; ha posado, entre otras famosas marcas, para H&M. El jersey que llevas puesto ahora mismo, lo llevo primero él.

Si pasamos a la sección de los influencers caninos internacionales, no queda otra que hablar de Poug, el perro más famoso de Estados Unidos. Cuatro millones de personas asisten a diario a sus disfraces, posados con famosos y alfombras rojas… y algunos hasta compran las mascarillas oficiales. Doug tiene un imperio detrás.

Boo, que falleció el año pasado, era conocido como el Pomerania más mono del mundo, y no hay más que verle la cara en la cuenta de Facebook, Instagram o Twitter para darle nosotros mismos la medalla. El perrito, que compartía casa con hasta otros cuatro canes, tiene su propia línea de productos y merchandising, entre los que destacan los peluches y sus álbumes de fotos.

Este perro de raza Shiba Inu tiene poco más de 10 años, pero ya es una celebridad en todo el mundo. Con más de dos millones y medio de followers, le debe su fama a su dueño, un empresario de 43 años llamado Shinjiro Ono, que empezó a subir fotos del perrete a Instagram a partir del tsunami de 2011. El japonés pensó que el aspecto sereno y simpático de su perro traería algo de paz a sus vecinos, y así lo hizo. En cuestión de semanas, sus followers se contaban por miles; lo demás es historia.