Que cada persona tenemos un carácter y una personalidad distinta es un hecho. Vivimos en una sociedad en la que muchos intentan encajar para que la convivencia sea más llevadera y, sobre todo, aceptar cada defecto, así como enaltecer cada virtud. Es por eso que, durante toda nuestra vida, podemos encontrarnos con personas extrovertidas, introvertidas, alegres, frías, empáticas, con mayor sensibilidad o carácter.
Solemos decir que una persona es fría cuando ha creado una barrera con el exterior difícil de flanquear. Esto se debe a experiencias personales pasadas o simplemente porque quieren mantener cierta distancia, sin demostrar demasiado sus sentimientos. Con frecuencia se suele relacionar el hecho de que una persona es fría con que es calculadora. Y, lo cierto, es que no siempre es así y estas dos personalidades suelen distar mucho.
Las personas frías tienen un fuerte control sobre sus emociones y sentimientos, un hecho que, en muchas ocasiones, es imprescindible. Por ejemplo, si ocurre cualquier inconveniente en el trabajo o en situaciones de estrés laboral y personal, las personas frías podrán lidiar mejor con el asunto, ya que no volcarán todos sus sentimientos en el inconveniente.
Esa barrera de la que gozan las personas frías, les protege de los sentimientos, de las opiniones ajenas que puedan hacerles daño o que, a lo mejor, ellos mismos consideran innecesarias. Por eso suelen saber filtrar mejor las reacciones y las opiniones. En ciertos puestos de trabajo, donde se está en contacto con el dolor o con el sufrimiento de los demás, tener este tipo de personalidad será muy ventajoso. Eso sí, las personas frías suelen ser calladas y poco expresivas; esto se debe a esa frontera que han construido entre ellos y los demás.
Al igual que ventajas, tener una personalidad fría también tiene sus inconvenientes. Es probable que, con el paso del tiempo, las personas que no te conocen del todo bien se alejen. Es más agradable, si tenemos que acercarnos a alguien por alguna cuestión, hacerlo a una persona que sea extrovertida, agradable y simpático. Mucho más que hacerlo con una persona distante. Aunque eso sí, eligiendo tanto con quien muestras tus sentimientos es muy probable que te rodees de gente verdaderamente valiosa. No tendrás la necesidad de ser carismática o popular, te bastará con ser tú misma. Es por ello que conseguirás tus metas en la vida por tu dura dedicación y demostrándolo todo con tu trabajo.
En Yasss queremos que hagas este test para que descubras si realmente eres una persona fría -como seguro que opina mucha gente de tu alrededor-. ¡Dale al play!