España es conocida en todas las partes del mundo por varias cosas (sí, aunque suena a tópico). Y una de las más importantes, sin olvidarnos de su rica y variada cultura o de su hospitalidad, es la comida. Probablemente nos resulte imposible quedarnos con un solo plato de nuestra gastronomía; el gazpacho en verano, el cocido en invierno, las torrijas en primavera y los huesos de santo en otoño. Otro de nuestros alimentos por excelencia y que forma parte de la mayoría de todos los más exquisitos menús es el jamón. Porque sí, porque se puede comer de una infinidad de maneras.
Y una de las más conocidas es degustarlo con bechamel y con su rebozado, crujiente. Es decir, en una croqueta. Este es uno de los platos más socorridos de nuestra gastronomía y, con el paso de los años, los más reputados chefs las han ido versionando. Podemos encontrar croquetas de jamón, de chipirones, de queso azul o cabrales, de pollo, de boletus, de foie, de morcilla… y así hasta un largo etcétera.
Lo cierto es que la idea original de la croqueta no es española. Nació en Francia, por aquello de croquette -lo que viene a ser ‘crujientita’ en el idioma galo-. Su primera receta data de hace muchos muchos años, más concretamente en 1691. A partir de ese momento, la receta se fue mejorando y perfeccionando hasta que llegó a España de la mano de la Guerra de la Independencia.
La primera receta de croquetas que aparece en un libro español es muy diferente a la que conocemos hoy en día. Eran unas croquetas de arroz que se ideó como un exquisito postre. Ya en el siglo XIX se comenzaron a hacer de alimentos muy variados como ternera, cangrejos, salmón, merluza, langosta y patata.
Es por eso, que la bechamel y luego el rebozado son la combinación perfecta con casi todos los productos que nos podamos imaginar. Por ello, con el paso de los años, se han ideado croquetas tan diferentes. ¿Tan diferentes como nuestra personalidad? Pues puede ser que sí, que cuando cocinamos dejamos un trocito nuestro en cada plato. Por eso, en Yasss queremos saber cómo eres tú, pero basándonos en tu gusto por las croquetas. ¡Atrévete con el test!