El plan de la Complutense para empezar el curso: del modelo mixto a pensar más en los alumnos de primero
Los 71.510 alumnos matriculados en la Universidad Complutense alternarán los estudios en remoto con actividad presencial en las aulas
El rector de la Universidad Complutense de Madrid, Joaquín Goyache Goñi nos explica el plan de su centro
¿En qué consiste el modelo mixto de la UCM? ¿Qué mejoras digitales han estado implementando? ¿Cuáles son los protocolos que seguirán si hay algún caso de algún alumno sospechoso de contagio por coronavirus?: Así se está preparando la universidad más grande de España
La vuelta a las clases nunca antes había dado tanto que hablar como lo está haciendo este curso. Si los colegios e institutos ya han abierto, no sin miedos, sus puertas a los alumnos, ahora le toca el turno a las universidades. Todavía hay en el aire muchas dudas sobre cómo se va a proceder y son cerca de 1,6 millones de estudiantes los matriculados según datos de 2020 del INE, los que quieren respuestas antes de incorporarse.
Tras la reunión de la Comisión Delegada de la Conferencia General de Política Universitaria (un órgano compuesto por los responsables de enseñanza universitaria de las diferentes comunidades autónomas), los ministerios de Universidades y Sanidad han actualizado las recomendaciones para el inicio del curso 2020-2021. Las indicaciones se centran en las obligaciones de los centros con respecto a los alumnos, el personal, la organización de los servicios y los protocolos ante un posible contagio. Son 'mandamientos' para todos, aunque luego cada universidad, eso sí, tenga sus propias normas.
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Medidas obligatorias para todas las universidades
De lo que es obligatorio para todos los centros y en cualquier circunstancia, tal y como se desprende de estas normas, es la separación de 1,5 metros de distancia entre los estudiantes en el aula. De ello dependerá que haya más o menos clases presenciales este año. Todo pasa por si se puede cumplir esta medida. Si se pueden mantener las distancias cuando asistan todos los alumnos, la actividad se podrá hacer presencial. Si por el contrario fuera imposible, se tendrá que implantar el sistema mixto, el modelo que combina presencialidad con remoto.
Otra de las novedades que ha llegado para quedarse son las mascarillas a las que ya estamos acostumbrados. Estas serán obligatorias siempre dentro de las clases y la norma se extenderá también a los espacios comunes. Y, además del uso continuo de gel hidroalcohólico, que estará disponible en todos los espacios, se va a apostar muy fuerte por la ventilación de las aulas. Ante esto, la recomendación es clara: ventanas abiertas durante 10 ó 15 minutos al inicio y final de la jornada y en las aulas después de cada clase lectiva.
Como novedades dentro de esta 'nueva normalidad' en la época en la que toca convivir con la COVID-19, se ha definido dentro de las universidades un espacio para el aislamiento como parte del protocolo cuando se tengan posibles casos positivos. Estos espacios definidos para tal función tendrán que estar bien ventilados y contar con una papelera de pedal (donde tirar la mascarilla y los pañuelos desechables), además de que el mismo centro facilite también una mascarilla quirúrgica ante un posible caso de contagio.
Todo esto vendrá marcado por una nueva figura: el 'responsable COVID-19' que será el que controle toda la gestión y actuaciones derivadas de la crisis del coronavirus, así como los protocolos a atender en cada una de las facultades o centros de la universidad.
La Universidad Complutense se acoge al sistema mixto
Lo que más preocupa a los alumnos es si irán o no a las clases. El debate de la presencialidad está todo el rato en el aire desde que se anunciasen estas normas. ¿De qué depende? De lo que decida la universidad y de si esta puede cumplir lo que se ha marcado como obligatorio. Lo más importante es mantener una distancia interpersonal de seguridad entre los asistentes.
¿Qué quiere decir esto? Que los modelos mixtos son de entrada la primera solución para rebajar los aforos y que así los alumnos matriculados puedan pasar por turnos a clase; una forma de organizarse a la que se ha acogido la propia Universidad Complutense de Madrid. Esta arrancará el próximo 26 de septiembre con el modelo 1 o fase 1 tal como le han llamado (la 0 sería la situación de normalidad sin pandemia y la 2 la vuelta al escenario del estado de alarma). En su caso, con 71.510 estudiantes matriculados, tal como se recoge en su página web, no hay más opción que empezar por el sistema mixto "al estar hablando de la universidad más grande de España, con más titulaciones, diversidad de edificios y, por tanto, con situaciones estructurales muy diversas", tal y como explica su rector, Joaquín Goyache Goñi a Yasss.
Durante todo este tiempo se han preparado para lo que podía pasar en septiembre y la EVAU ha sido su propia prueba de fuego. "Ha sido un entrenamiento riguroso que ha funcionado fenomenal y que nos ha dado ya los mecanismos para que, al menos, el entorno sea lo más seguro posible", indica el rector de la universidad. Eso unido a todas las medidas dispuestas como geles, mascarillas de repuesto y su apuesta por la dotación tecnológica para los próximos meses, es un reflejo del mensaje que se quiere dar: "En la universidad tenemos que dar ejemplo de intentar volver a la 'normalidad' de la mejor forma y con las mejores medidas higiénico-sanitarias posibles".
Es por ello que están apurando los días potenciando el wifi en todas las aulas y espacios, poniendo cámaras para el seguimiento de las clases virtuales y, en algunos casos, colocando hasta proyectores. Todo tiene que estar listo para arrancar con el modelo mixto que es por el que ha apostado la universidad. Según Joaquín Goyache, "aproximadamente el 50% del grupo estará en el aula y el resto podrá estar o en la cafetería o en la biblioteca, en un parque o en su misma casa siguiendo la clase vía remoto. Esto será así durante una semana o quince días, dependiendo de la asignatura, y luego los que estén en el aula pasarán a la vía virtual y los que seguían la clase desde sus casas vendrán de manera presencial. Así todos cada cierto tiempo podrán pasar por las aulas. Eso para nosotros es muy importante.".
Mayor presencialidad en alumnos de primero
Y, aunque cada facultad ha tomado un poco su camino adaptándose a sus particularidades, hay una preocupación por un grupo en el que se ha pensado especialmente. Se trata de los alumnos de primero de carrera, los que comienzan su aventura en la universidad y tienen su primera toma de contacto con este entorno y sus dinámicas.
"Estamos obsesionados con los estudiantes de primero porque durante ese curso es cuando van a establecer las relaciones interpersonales con el resto de alumnos, ahí es cuando harán amigos para toda la vida y entenderán cómo funciona todo", explica el rector de la Complutense a lo que añade la medida que para esto se ha establecido: "Vamos a dar mayor presencialidad a los alumnos de primero, que nunca será total porque no hay cabida para grupos grandes, pero sí que vamos a intentar ir a la máxima presencialidad posible con ese grupo frente a la semipresencialidad del resto que variará dependiendo de las facultades y de los estudios".
Consciente, tal como Joaquín indica, que todo esto les va a generar dificultades, "nos complica más la vida", según sus propias palabras y que también les traerá críticas al respecto, esta es la decisión que han tomado porque tienen claro que "la universidad es para vivirla, aunque haya muchas limitaciones", señala. Por ejemplo y según cuenta, las cafeterías tendrán menos acceso, todo tendrá menos aforo y están pendientes de las prácticas de Medicina, Enfermería y Farmacia que la Consejería de Sanidad ha paralizado por tema de organización por ahora. Algunas actividades sin más remedio se tendrán que alterar por esta 'nueva normalidad'. Reconoce que habrá cambios, pero también admite que no son partidarios de que todo sea online, "salvo que no haya más remedio, tal como pasó en marzo", puntualiza.
Protocolos ante casos sospechosos
Lo cierto es que ahora se empieza en otro escenario que no es el mismo que en marzo y se está trabajando en hacer unos planes que se adapten a los estudiantes, grupos, tipos de asignaturas (no es lo mismo el aforo de una troncal que de una optativa) y en un plan también por si se encuentran con casos positivos en las aulas.
"Nosotros una vez que se detecte un caso positivo vamos a tener obligatoriamente un grupo de covid en cada facultad y vamos a tener un aula o un espacio donde podamos separarlo del resto. Naturalmente ese grupo que ha estado en contacto estrecho con esa persona va a cesar inmediatamente la docencia presencial por la vía online hasta que se haga el seguimiento que marcan las autoridades sanitarias. La clave está en tener una organización interna, no es tan difícil", explica Joaquín sobre su procedimiento.
Insiste en que "hay que aprender a convivir con el virus usando todas las medidas posibles" y lanza un mensaje a los estudiantes acerca de todas las normas que tendrán que tener presentes y que están en la web de manera accesible: "A veces si no se lo dices por Instagram, parece que no se enteran, pero sí se ha comunicado", indica el rector. Toca remar en la misma dirección. Lo que viene ahora es un reto, no queda otra, pero tal como el rector dice "hay que tirar para adelante porque así nos ha tocado esta época".