El Ministerio de Universidades ha decidido poner fin a las carreras universitarias de tres años y ha asegurado que antes del curso 2023-2024 todos los grados se adaptarán para que la duración de estos sea de cuatro años; excepto en el caso de los estudios sanitarios (como, por ejemplo, Medicina) o técnicos que a día de hoy duran cinco años o más y títulos conjuntos con otros países europeos.
Es probable que no conozcas a nadie que a día de hoy esté cursando uno de estos grados de tres años y eso se debe a que, a pesar de que siguen existiendo, son muy minoritarios, solo 24 carreras universitarias de las 3.800 que hay tienen esta duración. Además, la gran mayoría de ellas se imparten en universidades privadas.
Esta modalidad se aprobó en 2015 y por ello en estos grados más cortos solamente han podido graduarse dos promociones. Manuel Castells pretende de esta manera acabar con este tipo de grados y es por eso que las universidades que los imparten tendrán que adaptarse y alargarlos un año más.
Esta medida ha tenido una muy buena acogida por parte de la mayoría de estudiantes, rectores (la Coordinadora de Representantes de Estudiantes de Universidades Públicas ha aplaudido la eliminación prevista por el borrador del departamento de Castells) y sindicatos, ya que el Real Decreto 43/2015 de 2 de febrero, apodado como el decreto del '3+2' fue muy polémico en su momento.
Si es la primera vez que escuchas hablar sobre el decreto del '3+2' no te preocupes. Este fue aprobado en 2015 durante el Gobierno del Partido Popular, con José Ignacio Wert al frente del Ministerio de Educación con el objetivo de homogeneizar la duración de las titulaciones españolas con las de la mayoría de países del Espacio Europeo de Educación Superior, para facilitar la internacionalización de los graduados españoles.
Con este decreto, por tanto, se aprobó que pudieran implantarse grados universitarios de tres años, es decir, 180 créditos en total, que se completarían con másteres de dos años.
Esta medida no gustó en su momento a una gran multitud de estudiantes, rectores y sindicatos que salieron a manifestarse en contra de este modelo que encarecía sus estudios; ya que las matrículas anuales de los másteres son más caras que las de los grados universitarios.
Esta puesta en marcha fue muy accidentada, pues contaba con una gran oposición: La conferencia de rectores de universidades (CRUE) aprobaron en 2016 una moratoria de dos años en su aplicación que, posteriormente, sería ampliada uno más. No obstante, sí que permitieron su implantación en titulaciones completamente nuevas y fue en el curso 2018-2019 cuando se incrementaron.
Este decreto no fue en absoluto bien recibido por los sindicatos, rectores y estudiantes que salieron a las calles a manifestarse en su contra. Algunas de las críticas que estos dirigían al '3+2' tenían que ver tanto con la devaluación de los títulos al durar estos un años menos de carrera y por tanto impartirse menos materia, como con el encarecimiento de estos al cursar un máster de dos años.
Con este modelo se entendía que para que tus estudios universitarios fuesen completos tenías que estudiar un máster y esto encarecía notablemente esta etapa, ya que la matrícula de los másteres públicos en España es mucho más cara que la de los grados. Por tanto, el Ministerio de Universidades con el nuevo decreto ha querido consolidar la fórmula 4+1 (cuatro años de grado y uno de máster).
Si estás actualmente cursando uno de estos grados universitarios cortos de 3 años, no te preocupes. El secretario general de Universidades, José Manuel Pingarrón ha asegurado que en los cuatro años siguientes a la aprobación del decreto, los estudiantes que actualmente estén cursando un grado de tres años podrán terminarlo "sin verse envueltos en ningún tipo de cambio administrativo".
Por tanto, podrás acabar tus estudios con normalidad, aunque las universidades que se vean afectadas por este cambio tienen que ir modificando los planes de las carreras para que estas contengan 240 créditos.