La Ingeniería es una de las ramas universitarias más amplias, y es por eso que elegir una rama puede darnos un buen dolor de cabeza, o de muelas, o de la parte del cuerpo que haya que poner a funcionar para tomar una decisión así. Uno llega al ruedo del primer año de universidad y sabe más bien lo básico: hay trabajo (se supone), es una profesión altamente especializada que requiere reciclaje y formación constante (no faltarán estímulos), y puede darnos dinero y estabilidad en este mundo que se está adelgazando de pura pena y precariedad.
Aun así, la bola de cristal arroja demasiadas posibilidades nada más empezar: ¿Ingeniería ambiental? ¿Mecatrónica? ¿Agroindustrial? ¿Parsel?
Una búsqueda veloz en el vasto internet (se debe decir con la voz de Enjuto Mojamuto) arroja más de cuarenta especialidades en la rama de Ingeniería, clasificadas por ámbitos. Aeroespacial, Agroindustrial, Aeronáutica, Civil, Química, de Software, Energía, Materiales, Manufactura, Mecatrónica, Biomédica, Biónica, Biotecnología, Energías Renovables… Y solo hemos mencionado unas pocas.
La vida es así: a más opciones disponibles, menos claro tiene uno con qué debe quedarse. Ponte a prueba. Mira la lista completa y trata de elegir una. Verás que te cuesta mucho saber incluso por dónde empezar a imaginarte el asunto. La lista sigue, sigue y sigue. Tú pensabas que era una pasión sencilla de seguir, pero estabas en un error.
La buena noticia es que esto lo saben en muchas universidades, y por eso, de unos grados a esta parte, muchos centros de nuestro país han decidido implementar los ‘grados abiertos’. Un itinerario común en los primeros años de sus estudiantes da paso a la especialización, más adelante, cuando al interesado le ha dado tiempo de entender mejor la complejidad de las materias y saber hacia dónde se dirigen sus intereses. Esta formación trata de ser trasversal para ofrecer al estudiante una mirada al espectro completo, y que así pueda tomar una decisión fundada.
Sigue sin ser una tarea fácil elegir una ingeniería, desde luego, pero al menos ya estarás familiarizado con la dificultad de la profesión, te habrás habituado a la exigencia y la complejidad de las asignaturas (esta carrera no es precisamente un paseo silbador por el campo) y puede que hayas visto la luz, en parte porque conoces más al detalle tu pasión, o porque eres práctico: quieres tener más posibilidades de aterrizar en el mundo laboral con los dos pies.
La pregunta que debes hacerte ahora es: ¿todas las ingenierías tienen la misma demanda en el mercado laboral?
Informática y de Sistemas
Diseñarás, programarás y pondrás a punto todo tipo de sistemas computacionales e informáticos y bases de datos. Esto incluye tareas como administrar la red de una empresa, optimizar su software o incluso crear uno nuevo para implantarlo y aumentar su competitividad. Son ingenieros muy demandados con la mano larga: pueden trabajar en sectores tan distintos como la economía, la salud o la biomedicina.
Sueldo medio: 23.000 euros anuales en los inicios.
Ingeniería Mecatrónica
Esta carrera, como dicen muchos de sus titulados, es para ‘todólogos’. Une y parchea aspectos de la Ingeniería Informática, Mecánica y Electrónica, que cuentan con sus propias especialidades dentro de la rama de Ingeniería. Entras pensando que vas a fabricar robots, pero la robótica solo es una parte muy pequeña de la mecatrónica, que también abarca tareas como dirigir equipos de trabajo o evaluar y crear máquinas de todo tipo (robots, tornos de control, ordenadores industriales…). Al tocar tantas categorías es altamente demandada en el mercado laboral.
Sueldo medio: 24.000 euros brutos para el que empieza.
Ingeniería industrial
El mundo se hace realidad física a través de las ideas, y por eso los ingenieros industriales son tan necesarios. Relacionan conceptos, los ponen a punto, los afinan y los implementan en nuestra vida diaria. Un ejemplo: optimizar la versión del sistema operativo de un coche o conseguir que el sistema de gestión de espera de una oficina de banco funcione más rápido. ‘Optimización de sistemas integrados’, lo llaman. Los puestos de gerencia (jefe de proyectos) también forman parte del día a día de esta especialidad de la Ingeniería.
Sueldo medio: 48.000 brutos para un ingeniero senior, 30.000 para un junior. El salario varía en función de la experiencia, la empresa y el sector escogido.
Ingeniería de Telecomunicaciones
Es fácil adivinar a qué se dedican los que se decantan por esta rama de la Ingeniería para convertirla en su profesión. Por ejemplo: resolverás problemas de transmisión y recepción de señales, mantendrás a punto infraestructuras de comunicaciones, pondrás en funcionamiento redes de seguridad, crearás sistemas de seguimiento de productos tanto como sistemas de comunicación y de imagen. Estos ingenieros se reparten en sectores como la banca, el transporte, la logística o todo lo relacionado con Defensa.