Seguro que te has visto en esta situación: acabas de terminar el bachillerato y las pruebas de acceso a la universidad. Tienes claro que ingeniería es tu mejor opción, pero no sabes qué rama es la que más te conviene estudiar para tu futuro.
La buena noticia es que vivimos en un mundo donde se necesitan ingenieros para casi todo lo que implique invención, innovación y desarrollo social. La ingeniería es, unánimemente, una de las ramas universitarias mejor consideradas (y sin embargo, una de las menos elegidas, según numerosos estudios). Ser ingeniero es casi garantía de un buen sueldo y una posición estable, además de ser un trabajo en constante evolución que te exigirá adaptarte y dar lo mejor de tu conocimiento.
Con todo, es normal que te sientas confundido ante la gran cantidad de opciones de especialización que existen una vez te hayas decidido a empezar a estudiarla. Si estás pensando qué ingeniería estudiar y no lo tienes claro, aquí te damos algunas claves para elegir cuál es la que más te conviene.
Bien: has decidido estudiar ingeniería. Aún más: prefieres el camino allanado y estás valorando cuál puede ser más fácil para ti. Lo único que debes tener muy claro: hay que esforzarse. Esta carrera tiene un grado medio-alto de exigencia académica. Nadie quiere profesionales incapaces de levantar un puente o que no sepan cómo funciona un circuito.
Según José, un estudiante de cuarto año en la UPM, la dificultad para superar las asignaturas depende mucho la actitud con que la que te enfrentes a ellas. “No diría que sea difícil, todo depende de tu perfil. Está orientada a curtirte en ciencias básicas comunes. Física, matemáticas. El proceso de adaptación desde el bachillerato es duro, pero no imposible”.
Francisco Vélez, un ingeniero veterano, nos da una perspectiva más amable: “Al acabar la carrera, eres un tiburón. Estás tan entrenado para resolver problemas complejos que las empresas se te rifan. Hay algunos escollos y no todo el mundo vale, pero merece la pena por todas las posibilidades que se te abren después”. No hace falta irse muy lejos para encontrar testimonios de otras personas con un conocimiento directo de esta disciplina. En Internet puedes dar con muchos de ellos.
En la actualidad, muchas universidades, como la Politécnica de Madrid, son conscientes del problema que tienen los estudiantes a la hora de elegir su rama de especialidad. Por ese motivo, tienen grados abiertos. Esto permite a los estudiantes probar un itinerario común de asignaturas los primeros años (Física, Matemáticas) e irse especializando en la rama que más les convenga después.
Si te da miedo la posibilidad de elegir una ingeniería que no se adapte a lo que busques, esta flexibilidad académica te da la oportunidad de cambiar de especialización sin demasiados problemas burocráticos.
Sí, puede que te sientas abrumado. Es normal. Hay decenas de ramas distintas y de subespecializaciones: ingeniería civil, mecatrónica, de telecomunicaciones, de software. Y hasta puedes hacer tests para encontrar la que más te va.
Lo más importante según los expertos es escogerla en función de tus intereses, gustos y ambiciones laborales. Como en cualquier otro trabajo que vaya a requerirte fuerza de voluntad, piensa fuera de la caja. No todo va a ser ese sueldo alto y ese reto imposible de levantar. A menudo la pasión en un tipo concreto de conocimiento te mostrará la mejor opción.
Sea como sea, si sigues sin saber qué escoger, aquí te dejamos algunas ingenierías que ya tienen un pie en el futuro:
Ingeniería mecatrónica: Una de las ramas de la ingeniería que más ha evolucionado y se ha adaptado a los nuevos tiempos. Engloba los procesos en la cadena productiva de un producto: manufactura, mantenimiento de equipos industriales, automatización de procesos. Es multidisciplinar y guarda muchas similitudes con la ingeniería industrial.
Ingeniería ambiental: Prevenir el agotamiento de los recursos naturales o reducir el impacto medioambiental será clave en el futuro del planeta, así que escoger ingeniería medioambiental puede ser una muy buena opción de cara a los retos de la humanidad en el futuro.
Bioingeniería: Una de las más recientes, y la que lleva los principios de las ingenierías a las ciencias de la vida, desde el diseño de equipos electrónicos para hospitales al análisis de los datos del genoma humano para la identificación de posibles nuevos fármacos.