No te vamos engañar: encontrar trabajo después de los años esclavos que supone estudiar una carrera, realizar tu TFM o proyecto final y embarcarse en unos estudios de posgrado resulta bastante complicado en los tiempos que corren.
Los expertos dicen crisis, crisis, crisis, y lo repiten así, sin dar una solución ideal a las demandas de los universitarios que, como en un viejo cuento, no quieren acabar arrumbados a la orilla del mercado laboral con un hatillo bajo el brazo. La pregunta que seguramente mucha gente se haga ya no es si debería dedicarse a lo que le gusta, sino si su carrera realmente va a proporcionarle una estabilidad, un suelo; si el trabajo va a estar ahí cuando lo busquen. Es triste, pero es así. Ya no solo prima lo que uno quiere ser, en muchos casos, sino lo que te traerá el pan y las uvas. Es una decisión que no se debe tomar a la ligera.
Para que te sea un poquito más fácil decidir, hoy te hablamos de las carreras con menos paro.
Puedes consultar diferentes fuentes para obtener información fiable a la hora de saber qué carreras universitarias cuentan con mayor inserción laboral. Con los datos del INE en la mano, por ejemplo, se concluye que elegir unos estudios de grado u otros nos deja del lado de la guillotina o de la victoria. Con cifras de 2014, atento: la menor tasa de paro se la lleva la Ingeniería electrónica (2%), pasando por Ingeniería Eléctrica Industrial (3,8%), Aeronáutica (4%) hasta llegar al Grado en Enfermería (13,4%).
A más poeta y humanista seas, con tu lira y tus versos en la mano, con tu tocho de filosofía y tu ración de materialismo dialéctico, más difícil (parece) encontrar trabajo. Las filologías se llevan la palma. Hispánica, sobre todo, con un 62% de tasa de desempleo. No ha cambiado mucho desde entonces.
En 2019, podemos consultar los datos que ofrece la Fundación BBVA, que junto al IVIE (Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas) han creado para su consulta libre un índice de inserción laboral útil como la receta de la Cocacola.
La tendencia en los datos sigue una línea similar a la del INE, con una diferencia de cinco años entre cada métrica. En este último índice, los especialistas se han basado en tres factores fundamentales a la hora de determinar la tasa de inserción laboral de todas las ramas de conocimiento y especialización estudiados: qué porcentaje de egresados consigue un empleo después de acabar el grado y el posgrado (se cuenta el número de afiliados a la SS), cuántos de ellos consiguen un empleo que se corresponda a sus estudios universitarios y su cualificación y qué nivel de sueldo inicial es el que obtienen tras pasar por los procesos de selección.
Según el índice de inserción laboral actualizado de estas dos entidades, más del 70% de los graduados universitarios en carreras técnicas encuentra trabajo ‘de lo suyo’, sobre todo los que han estudiado carreras en el ámbito de la arquitectura y las ingenierías. El paro es inferior a la media, a diferencia de las humanidades, en carreras como Turismo y Bellas artes. Vocación, por triste que parezca, a veces es igual a paro elevado.
En esta competición por una mayor empleabilidad, la inserción de los estudiantes de carreras relacionadas con las ciencias de la salud ha subido muchos peldaños: Medicina, Óptica o Farmacia, según dados del U-Ranking de 2020, se ha situado en las primeras posiciones de las carreras con menos paro.
Hay que añadir en el espectro de la ecuación la demanda de perfiles adaptados a las nuevas tecnologías y especializados en áreas hermanadas con el marketing digital. El nicho de empleo está, o más bien estará, cada vez más, en las Nuevas Tecnologías de la Información, sin olvidar los nichos de empleo tradicionales que se verán forzados a la digitalización. Renovarse o morir, y en ese corrimiento de tierras se abrirán espacios para nuevos empleos, y nuevos estudios que diriman esta competición entre las carreras con más espectros sin trabajo y más cuerpos agarrados como águilas a los escasos huecos del mercado laboral cualificado (con datos de paro cada vez más preocupantes)
Yendo al detalle, los datos actualizados que ofrece este último ranking nos dejan una lista con una clara mayoría de carreras técnicas en el espectro de la inserción laboral y la cotización a la SS. Todas ellas superan los 250000 euros anuales: Medicina (92% de inserción laboral), Óptica y Optometría (91%), Farmacia (84%;), Ingeniería Aeronáutica (71%), Ingeniería Informática(90%) y Desarrollo de Software y Aplicaciones (82%).
Con estos datos en la mano, la divergencia se produce cuando se mira la diferencia entre la inserción laboral (porcentajes altos) y la correlación entre el sueldo y la calificación del titulado (porcentajes medios o bajos, es decir, que aunque hay una alta tasa de inserción laboral, el puesto y el sueldo pueden no corresponder a la titulación que se estudia).
No sabemos el alcance de la fractura económica que traerá la covid 19 en este año pasto de las llamas, así que los datos que te ofrecemos deben ser tomados con mucha cautela. Se espera que, con caída a los infiernos del PIB, el mercado laboral se contraiga y se retuerza lo suyo. Ciertas ramas de conocimiento y carreras que parecían dormidas podrían remontar en el porcentaje de inserción laboral debido a la nueva coyuntura pandémica. Habrá que esperar.